¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manea de la lectio divina, en este viernes de la 3ª semana de Cuaresma, ciclo
A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Marcos 12,28b-34
Lectio
Viernes,
20 Marzo , 2020
Tiempo de Cuaresma
1)
Oración inicial
Infunde, Señor, tu gracia en nuestros corazones para que
sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las inspiraciones que nos vienen del
cielo. Por nuestro Señor.
2)
Lectura
Del santo Evangelio según Marcos 12,28b-34
Se acercó uno de los escribas que les había oído y,
viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de
todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El
Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El
segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento
mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir
que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón,
con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí
mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le
había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y
nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
3)
Reflexión
• En el Evangelio de hoy (Mc 12,28b-34), los escribas y
los doctores quieren saber de Jesús cuál es el mayor mandamiento. Hoy también
mucha gente quiere saber qué es lo más importante en la religión. Algunos
dicen: ser bautizados. Otros: la oración. Otros dicen: ir a Misa o participar
en el culto del domingo. Otros: amar al prójimo y luchar por un mundo más
justo. Otros se preocupan sólo de las apariencias y de los cargos de la
iglesia.
• Marco 12,28: La pregunta del doctor de la Ley. Poco
antes de la pregunta del escriba, la discusión había sido con los saduceos
entorno a la fe en la resurrección (Mc 12,23-27). Al doctor, que había asistido
al debate, le había gustado la respuesta de Jesús, y había percibido en él una
gran inteligencia. Quiso aprovechar la ocasión para plantear una pregunta y
recibir una aclaración: “¿Cuál es el mayor de todos los mandamientos?” En aquel
tiempo, los judíos tenían una gran cantidad de normas para reglamentar la
práctica y la observancia de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Algunos
decían: “Todas estas normas tienen el mismo valor, pues vienen todas de Dios.
No nos compite introducir distinciones en las cosas de Dios”. Otros decía:
“¡Algunas leyes son más importantes que otras y, por ello, obligan más!” El
doctor quiere saber la opinión de Jesús.
• Marcos 12,29-31: La respuesta de Jesús. Jesús responde
citando un pasaje de la Biblia para decir que el mandamiento mayor es “¡amar a
Dios con todo el corazón, con toda la mente y con toda la fuerza!” (Dt 6,4-5).
En el tiempo de Jesús, los judíos piadosos recitaban esta frase tres veces al
día: por la mañana, a medio día y por la noche. Era tan conocida entre ellos
como entre nosotros el Padre Nuestro. Y Jesús añade, citando de nuevo la
Biblia: “El segundo es éste: ‘Amarás tu prójimo como a ti mismo’ (Lev 19,18).
No existe otro mandamiento mayor que estos dos”. Respuesta breve y ¡muy
profunda! Es el resumen de todo lo que Jesús ha enseñado sobre Dios y sobre la
vida (Mt 7,12).
• Marcos 12,32-33: La respuesta del doctor de la ley. El
doctor concuerda con Jesús y concluye: “Sí, amar a Dios y amar al prójimo es
mucho más importante que todos los holocaustos y todos los sacrificios”. Es
decir, el mandamiento del amor es más importante que los mandamientos
relacionados con el culto y los sacrificios del Templo. Esta afirmación viene
de los profetas del Antiguo Testamento (Os 6,6; Sal 40,6-8; Sal 51,16-17). Hoy
diríamos que la práctica del amor es más importante que las novenas, las
promesas, las misas, los rezos y las procesiones.
• Marcos 12,34: El resumen del Reino Jesús confirma la
conclusión del doctor y dice: “¡No estás lejos del Reino de Dios!” De hecho, el
Reino de Dios consiste en unir los dos amores: amor a Dios y amor al prójimo.
Pues si Dios es Padre/Madre, nosotros todos somos hermanos y hermanas, y
tenemos que mostrarlo en la práctica, viviendo en comunidad. "¡De estos
dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas!" (Mt 22,40) Los
discípulos y las discípulas tienen que ponerse en la memoria, en la inteligencia,
en el corazón, en las manos y en los pies esta ley mayor, pues no se llega a
Dios de no ser a través la entrega total al prójimo.
• Jesús había dicho al doctor de la Ley: "¡No estás
lejos del Reino!" (Mc 12,34). El doctor ya estaba cerca, pero para poder
entrar en el Reino tenía que dar un paso más. En el AT el criterio del amor al
prójimo era: “Amar el prójimo como a sí mismo”. En el NT, Jesús ensancha el
sentido del amor: “¡Este s mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os
he amado! (Jn 15,12-13). Ahora el criterio será: “¡Amar al prójimo como Jesús
nos amó!”. Es el camino seguro para llegar a una convivencia más justa y más
fraterna.
4)
Para la reflexión personal
• Para ti, ¿qué es lo más importante en la religión?
• Nosotros hoy, ¿estamos más cerca o más lejos del Reino
de Dios del doctor que fue elogiado por Jesús? ¿Qué piensas?
5)
Oración final
Señor, ningún dios como tú,
no hay obras como las tuyas;
pues eres grande y haces maravillas,
tú solo eres Dios. (Sal 86,8.10)
no hay obras como las tuyas;
pues eres grande y haces maravillas,
tú solo eres Dios. (Sal 86,8.10)
Orden de los Carmelitas