¡Amor y paz!
Los invito, a leer y meditar el Evangelio, a la manera de
la lectio divina, en este lunes de la 2ª semana de Cuaresma, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Lucas 6,36-38
Lectio
Lunes,
9 de marzo de 2020
Tiempo de Cuaresma
1)
Oración inicial
Señor, Padre santo, que para nuestro bien espiritual nos
mandaste dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad; ayúdanos a librarnos de
la seducción del pecado y a entregarnos al cumplimiento filial de tu santa ley.
Por nuestro Señor.
2)
Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 6,36-38
«Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No
juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida,
rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con
que midáis se os medirá.»
3)
Reflexión
• Los tres breves versículos del Evangelio de hoy (Lc
6,36-38) constituyen la parte final de un breve discurso de Jesús (Lc 6,20-38).
En la primera parte de este discurso, él se dirige a los discípulos (Lc 6,20) y
a los ricos (Lc 6,24) proclamando para los discípulos cuatro bienaventuranzas
(Lc 6,20-23), y para los ricos cuatro maldiciones (Lc 6,20-26). En la segunda
parte, se dirige a todos los que lo escuchan (Lc 6,27), a saber, aquella
multitud inmensa de pobres y enfermos, venida de todos los lados (Lc 6,17-19).
Las palabras que dice a esta multitud y a todos nosotros son exigentes y
difíciles: amar a los enemigos (Lc 6,27), no maldecir (Lc 6,28), ofrecer la
otra mejilla a los que te golpean la cara y no reclamar cuando alguien toma lo
que es nuestro (Lc 6,29). ¿Cómo entender estos consejos tan exigentes? La
explicación nos la dan tres versículos del evangelio de hoy, de donde sacamos
el centro de la Buena Nueva que Jesús vino a traernos.
• Lucas 6,36: Ser misericordioso como vuestro Padre es
misericordia. Las bienaventuranzas para los discípulos (Lc 6,20-23) y las
maldiciones contra los ricos (Lc 6,24-26) no pueden ser interpretadas como una
ocasión para que los pobres se venguen de los ricos. Jesús manda tener la
actitud contraria. Y dice:"¡Amad a vuestros enemigos!" (Lc 6,27). La
mudanza o la conversión que Jesús quiere realizar en nosotros no consisten en
algo superficial solamente para invertir el sistema, pues así nada cambiaría.
El quiere cambiar el sistema. La Novedad que Jesús quiere construir viene de la
nueva experiencia que tiene de Dios como Padre/Madre lleno de ternura que acoge
a todos, buenos y malos, que hace brillar el sol sobre malos y buenos y hace
llover sobre justos e injustos (Mt 5,45).
El amor verdadero no depende de lo que yo recibo del otro.
El amor debe querer el bien del otro independientemente do lo que él o ella
hacen por mí. Pues así es el amor de Dios por nosotros. El es misericordioso no
solamente para con los buenos, sino para con todos, hasta “con los ingratos y
con los malos” (Lc 6,35). Los discípulos y las discípulas de Jesús deben
irradiar este amor misericordioso.
• Lucas 6,37-38: No juzgad y no seréis juzgados. Estas
palabras finales repiten de forma más clara lo que él había dicho
anteriormente: “Así, pues, tratad a los demás como queréis que ellos os traten”
(Lc 6,31; cf. Mt 7,12). Si no deseas ser juzgado, ¡no juzgues! Si no deseas ser
condenado, ¡no condenes! Si quieres ser perdonado, ¡perdona! No te quedes
esperando hasta que el otro tome la iniciativa, ¡tómala tú la iniciativa y
comienza ya! Y verás que todo esto ocurre.
4)
Para la reflexión personal
• La Cuaresma es tiempo de conversión. ¿Cuál es la
conversión que el evangelio de hoy me pide?
• ¿Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?
• ¿Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?
5)
Oración final
Ayúdanos, Dios salvador nuestro,
por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados,
por respeto a tu nombre. (Sal 79,9)
por amor de la gloria de tu nombre;
líbranos, borra nuestros pecados,
por respeto a tu nombre. (Sal 79,9)
Orden de los Carmelitas