jueves, 19 de noviembre de 2009

UNA CIUDAD QUE NO RECONOCÍA A DIOS

¡Amor y paz!

Los invito a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la 33ª. semana del Tiempo Ordinario.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Lucas 19,41-44.

Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: "¡Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios".

COMENTARIO

La palabra profética de condena toca toda realidad que se ha cerrado al mensaje de Dios. La condena de Jerusalén, como la condena de las ciudades del lago, más que un anuncio es la constatación de que toda sociedad construida al margen de la Palabra de Dios y que rechaza a sus enviados ya está en vías de su destrucción.

El ofrecimiento de la paz, suma de todos los bienes para realizar la propia existencia en dignidad puede ser libremente aceptada o libremente rechazada. Pero de su aceptación o rechazo depende la posibilidad o no de la vida en plenitud.

Esta vida está ligada siempre a las visitas de Dios. Repetidas veces en el curso de la historia ese Dios se ha acercado a la ciudad, a sus dirigentes y a su pueblo. Repetidas veces también aquellos han arrastrado al pueblo en su rebelión contra Dios.

Pero en la última visita, en la persona de Jesús, la culpabilidad ha llegado hasta límites intolerables. El rey investido de todo poder en un lugar lejano no es aceptado en la ciudad capital y como al final de la parábola de las monedas su sentencia no puede ser otra que "en cuanto a mis enemigos que no me quisieron como rey, tráiganlos para acá y mátenlos en mi presencia" (Lc 19,27).

Leyendo años después la palabra profética de condena a la luz de los acontecimientos sucedidos en el año 70, Lucas nos invita a una visión profética capaz de descubrir el sentido de cada hecho histórico desde la perspectiva del juicio divino.

Diario Bíblico. Cicla (Confederación Internacional Claretiana de Latinoamérica)
www.mercaba.org