domingo, 30 de abril de 2023

Sigamos al Pastor que da su vida

¡Amor y paz!

 

 

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este Domingo IV De Pascua, ciclo A.

 

Dios nos bendice...

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura de los Hechos de los apóstoles 2,14a.36-41

 

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.» Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»

Pedro les contestó: «Conviértanse y háganse bautizar todos en nombre de Jesucristo para que se les perdonen los pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para ustedes y para sus hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.» Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: «Escapen de esta generación perversa.» Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil.

 

Palabra de Dios.

 

SALMO         

 

Sal 22, 1-6

 

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

 

El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar,

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. R.

 

Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

 

Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R.

 

Tu bondad y tu misericordia me acompañan

todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro   2, 20b-25

 

Queridos hermanos:

Si, obrando el bien, soportan el sufrimiento, hacen una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto han sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas los han curado. Andaban descarriados como ovejas, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas.

 

Palabra de Dios.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo Evangelio según san Juan     10, 1-10

 

En aquel tiempo, dijo Jesús:

 «Les aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba.

Por eso añadió Jesús: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.»

 

Palabra del Señor.

 

PARA REFLEXIONAR

  • El fragmento del libro de los Hechos presenta la conclusión del primer discurso de Pedro al pueblo. Con la afirmación decidida que Dios ha constituido Señor y Mesías con poder precisamente a aquel a quien Israel rechazó y condenó a una muerte.

***

  • La carta de Pedro nos confirma que por el bautismo hemos sido incorporados al redil de salvación que es la Iglesia de Cristo. Es en ella donde podremos vivir en la autenticidad su amor de Buen Pastor que nos redime y santifica.

***

  • Jesús se presenta como el buen pastor, a diferencia de los salteadores que robaban al pueblo, él viene a cumplir las promesas de los profetas y las esperanzas del pueblo. Es el buen pastor que da su vida y el pastor que conoce a sus ovejas como ellas conocen al pastor.
  • Cristo se presenta también como la puerta. Esta es una imagen familiar; que invita a la relación y al encuentro; es signo de apertura. Jesús construyó la puerta de la salvación mediante su crucifixión. Dios Padre le ha restituido todo dándole el señorío de cuanto existe. Y como Mesías, es la única puerta de salvación para los hombres.
  • Cristo es puerta de Dios, porque nos facilita el acceso al Padre, la puerta abierta que invita a entrar en el Reino, que es como una bienvenida a la casa del Padre. En Cristo, Dios se hace accesible y cercano.
  • La puerta es también el lugar por el que han de salir las ovejas para alimentarse, tomar agua, estar al aire libre, recibir el calor del sol; para que la vida se desarrolle en abundancia. Cristo, muerto y resucitado, Señor y Mesías es puerta hacia la Vida abundante. No hay otros caminos, otras puertas que lleven a la Vida que nos da el Padre.
  • Cruzar la Puerta y escuchar la voz del Pastor son signos de la vida del resucitado. Las ovejas lo siguen porque conocen su voz. Para el lenguaje bíblico conocer es sinónimo de hacer experiencia. Escuchar la voz es advertir la presencia, descubrir su interioridad y obedecer. Cuando Jesús dice que nos conoce por el nombre quiere decir que tiene un conocimiento en profundidad de la naturaleza de cada uno: de lo que somos, de lo que Dios quiere que seamos y de lo que podemos llegar a ser. Dios no crea a los hombres en serie, cada uno es irrepetible, en lo físico, en lo moral, en las circunstancias de la vida, en la vocación.
  • En un mundo lleno de interrogantes, los creyentes estamos convencidos de que Jesús es la respuesta y el camino, la clave que da sentido a nuestra existencia, el Maestro que nos enseña la auténtica verdad.
  • Entrar por la puerta que es Cristo» es escuchar su voz, seguirlo, dejarnos llenar de todo lo que Él dijo, de todo lo que Él hizo, de la manera como Él amó, de la fidelidad con que Él vivió, de su disposición constante al servicio de los pobres y los débiles, de su constante actitud de confianza en el Padre; en definitiva: querer vivir como Él.
  • La fe entra a través del oído, la voz del pastor irrumpe en el que lo escucha y como Palabra de Dios tiene capacidad de transformar los corazones. Pero hay que reconocer esta voz, entre distintas voces que se nos presentan a diario. Hay que familiarizarse con la palabra del Maestro para poder obedecer la Verdad que es Jesucristo.

 

PARA DISCERNIR

  • ¿Qué pastores conducen mi vida?
  • ¿Reconozco mi responsabilidad de pastor?
  • ¿Busco mi lugar y vocación en el plan de Dios?

 

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DIA

 

El Señor es mi pastor, nada me falta

ARZOBISPADODE BUENOS AIRES

Vicaría de Pastoral