jueves, 28 de julio de 2022

Recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve

¡Amor y paz!

 

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este jueves de la XVII Semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.

 

Dios nos bendice...

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro del profeta Jeremías      18, 1-6

 

Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos: «Baja ahora mismo al taller del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.»

Yo bajé al taller del alfarero, mientras él trabajaba en el torno. Y cuando la vasija que estaba haciendo le salía mal, como suele pasar con la arcilla en manos del alfarero, él volvía a hacer otra, según le parecía mejor.

Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos: « ¿No puedo yo tratarlos a ustedes, casa de Israel, como ese alfarero? -oráculo del Señor-. Sí, como la arcilla en la mano del alfarero, así están ustedes en mi mano, casa de Israel.»

 

Palabra de Dios.

 

SALMO

 

Sal 145, 1b-2. 3-4. 5-6b (R.: 5a)

 

R.        Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob.

 

¡Alaba al Señor, alma mía!

Alabaré al Señor toda mi vida;

mientras yo exista, cantaré al Señor.  R.

 

No confíen en los poderosos,

en simples mortales, que no pueden salvar:

cuando expiran, vuelven al polvo,

y entonces se esfuman sus proyectos.  R.

 

Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob

y pone su esperanza en el Señor, su Dios:

él hizo el cielo y la tierra,

el mar y todo lo que hay en ellos.  R.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 47-53

 

Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

¿Comprendieron todo esto?»

«Sí», le respondieron.

Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo.»

Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.

 

Palabra del Señor.

 

PARA REFLEXIONAR

  • Después del cinturón de lino ahora Jeremías expresa su mensaje al pueblo con el relato de su visita al taller de un alfarero.
  • El alfarero, al moldear una vasija con barro, si no le sale como quería, vuelve a utilizar el mismo barro para otra que le salga mejor.
  • Con esta imagen Dios está diciendo a Israel que no juegue con Él, porque podría elegir otro pueblo que le sea fiel, y también se está acentuando que Dios tiene paciencia, como el alfarero, y si no le sale lo que quiere, vuelve a intentar con la misma arcilla.
  • Hay aquí una advertencia por parte de Dios. Así como el artesano puede destruir su obra y comenzar otra, de igual modo, si Israel, no se deja modelar según el proyecto de Dios, Dios realizará su proyecto de todos modos pero con otros pueblos.

***

  • En la orilla del mar, en la barca, con las redes encuentra Jesús el paisaje para su enseñanza; que en el final de esta sección de parábolas, pone su insistencia  en el juicio definitivo de Dios.
  • Jesús ha proclamado el reino y cada hombre ahora es llamado a situarse en una opción con respecto a Él; es invitado no sólo a prestar atención a sus palabras, sino a comprometerse en una actitud de confianza obediencial a la buena noticia revelada.
  • Los peces son separados por sus cualidades, por lo que son. Mateo invita a reflexionar con esta serie de comparaciones en la radicalidad del juicio de Dios.
  • No podemos quedarnos dormidos. La presencia de Jesús marca el tiempo de la opción, el tiempo de buscar a Dios y el bien, con todas nuestras fuerzas, sin consentir ni dar lugar al mal y a la injusticia. O estamos con Cristo o estamos contra Él.
  • Convertirse significa, en este caso, optar totalmente por pertenecer al reino y llevar una vida digna de hijos. Sin embargo, muchas veces tenemos en nuestro interior la experiencia del pecado: vemos el bien que deberíamos hacer y en cambio obramos el mal. 
  • Si queremos dar una verdadera unidad a nuestras vidas, debemos reconocer que solos, no podemos hacer mucho. Necesitamos ponernos en manos de Dios, para lograr una vida que ame, busque el bien y camine en justicia y santidad.
  • Vivir con sencillez y humildad la realidad, pasando todo por el fuego purificador del evangelio, para descubrir lo verdadero y bueno que hay en cada cosa.
  • «Por el hecho de no estar seguros del tiempo en que vendrá nuestro Juez, debemos vivir cada jornada como si nos tuviera que juzgar al día siguiente».  San Jerónimo.

 

PARA DISCERNIR

  • ¿Tengo juicio claro acerca de lo bueno y lo malo?
  • ¿La bondad o maldad de algo radica en el beneficio que me brinda?
  • ¿Valoro la experiencia y la confronto con las cosas nuevas que se presentan?

 

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Estoy en tus manos Señor, como arcilla en manos del alfarero

 

ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

Vicaría de Pastoral