¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves de la 14a.
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 10,7-15
Lectio
Jueves, 11 Julio ,
2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que por medio de la
humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída; concede a tus fieles la
verdadera alegría, para que, quienes han sido librados de la esclavitud del
pecado, alcancen también la felicidad eterna. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Mateo 10,7-15
Yendo proclamad que el Reino de los
Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos,
expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis. No os procuréis oro, ni
plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas,
ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento.
«En la ciudad o pueblo en que
entréis, informaos de quién hay en él digno, y quedaos allí hasta que salgáis.
Al entrar en la casa, saludadla. Si la casa es digna, llegue a ella vuestra
paz; mas si no es digna, vuestra paz se vuelva a vosotros. Y si no se os recibe
ni se escuchan vuestras palabras, al salir de la casa o de la ciudad aquella
sacudíos el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá
menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la
segunda parte del envío de los discípulos. Ayer vimos la insistencia de Jesús
en dirigirse primero a las ovejas perdidas de Israel. Hoy vemos las
instrucciones concretas de cómo realizar la misión.
• Mateo 10,7: El objetivo de la
misión: revelar la presencia del Reino. “Id y anunciad: El Reino del Cielo está
cerca”. El objetivo principal es anunciar la proximidad del Reino. Aquí está la
novedad traída por Jesús. Para los otros judíos faltaba mucho todavía para que
el Reino llegara. Sólo llegaría cuando ellos hubieran puesto de su parte. La
llegada del Reino dependía de su esfuerzo. Para los fariseos, por ejemplo, el
Reino llegaría sólo cuando la observancia de la Ley iba a ser perfecta. Para
los Esenios, cuando el país fuera purificado. Jesús piensa de otra forma. Tiene
otra manera de leer los hechos. Dice que el plazo ya está vencido (Mc 1,15).
Cuando dice que el Reino está cerca, Jesús no quiere decir que estaba llegando
en aquel momento, pero sí que ya estaba allí, independientemente del esfuerzo
hecho por la gente. Aquello que todos esperábamos, ya estaba presente en medio
de la gente, gratuitamente, pero la gente no lo sabía y no lo percibía (cf. Lc
17,21). ¡Jesús lo percibió! Pues él mira la realidad con una mirada diferente.
Y él va a revelar y a anunciar esta presencia escondida del Reino en medio de
la gente a los pobres de su tierra (Lc 4,18). He aquí el grano de mostaza que
recibirá la lluvia de su palabra y el calor de su amor.
• Mateo 10,8: Los signos de la
presencia del Reino: acoger a los excluidos. ¿Cómo anunciar la presencia del
Reino? ¿Sólo por medio de palabras y discursos? ¡No! Las señales de la
presencia del Reino son ante todo gestos concretos, realizados gratuitamente:
“Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios.
Gratis lo recibisteis, dadlo gratis”. Esto significa que los discípulos tienen
que acoger dentro de la comunidad aquellos que de la comunidad fueron
excluidos. Esta práctica solidaria critica tanto la religión como la sociedad
excluyente, y apunta hacia salidas concretas.
• Mateo 10,9-10: No llevar nada por
el camino. Al contrario que los otros misioneros, los discípulos y las
discípulas de Jesús no pueden llevar nada: “No os procuréis oro, ni plata, ni
cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni
sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento. Esto significa que
deben confiar en la hospitalidad de la gente. Pues el discípulo que va sin nada
llevando sólo la paz (Mc 10,13), muestra que confía en la gente. Cree que será
acogido, que participará en la vida y en el trabajo de la gente del lugar y que
va a poder sobrevivir con aquello que recibirá a cambio, pues el obrero tiene
derecho a su alimento. Esto significa que los discípulos tienen que confiar en
el compartir. Por medio de esta práctica critican las leyes de la exclusión y
rescatan los antiguos valores de la convivencia comunitaria.
• Mateo 10,11-13: Compartir la paz en
comunidad. Los discípulos no deben andar de casa en casa, sino que deben
procurar ir a donde hay personas de Paz y permanecer en esta casa. Esto es,
deben convivir de forma estable. Así por medio de esta nueva práctica, critican
la cultura de la acumulación que marcaba la política del imperio romano y
anuncian un nuevo modelo de convivencia. Del caso de haber respondido a todas
estas exigencias, los discípulos podían gritar: ¡El Reino ha llegado! Anunciar
el Reino no consiste, en primer lugar, en verdades y doctrinas, sino en tratar
de vivir de forma nueva y fraterna, y compartir la Buena Nueva que Jesús nos
trajo: Dios es Padre, y nosotros somos todos hermanos y hermanas.
• Mateo 10,14-15: La severidad de la
amenaza. ¿Cómo entender esta amenaza tan severa? Jesús nos vino a traer una
cosa totalmente nueva. Vino a rescatar unos valores comunitarios del pasado: la
hospitalidad, el compartir, la comunión alrededor de la mesa, la acogida de los
excluidos. Esto explica la severidad contra los que rechazaban el mensaje. Pues
no rechazaban algo nuevo, sino su propio pasado, su propia cultura y sabiduría.
La pedagogía tiene como objetivo desenterrar la memoria, rescatar la sabiduría
de la gente, reconstruir la comunidad, renovar la Alianza, rehacer la
vida.
4) Para la reflexión
personal
• ¿Cómo realizar hoy la recomendación
de no llevar nada por el camino cuando se va en misión?
• Jesús manda dirigirse a una persona
de paz, para poder vivir en su casa. ¿Cómo sería hoy una persona de paz a la
que dirigirnos en el anuncio de la Buena Nueva?
5) Oración final
¡Oh Dios Sebaot, vuélvete,
desde los cielos mira y ve,
visita a esta viña, cuídala,
la cepa que plantó tu diestra! (Sal
80,15-16)
Orden de los Carmelitas