¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este lunes de la 22ª
semana del Tiempo Ordinario, en que celebramos la memoria de Santa Mónica,
madre de San Agustín.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MATEO
23,13-22
Lectio:
Lunes, 27 agosto, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que unes los
corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a tus
preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes
del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro
Señor.
2) Lectura del
Evangelio
Del Evangelio según Mateo
23,13-22
«¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos!
Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis
entrar.
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!
«¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: ` Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!' ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? Y también: `Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.' ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!
«¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: ` Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!' ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? Y también: `Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.' ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
3) Reflexión
• Los próximos tres días
vamos a meditar el discurso que Jesús pronunció criticando a los doctores de la
ley y a los fariseos, llamándolos hipócritas. En el evangelio de hoy (Mt
23,13-22), Jesús pronuncia contra ellos cuatro ‘ay’ o plagas. En el evangelio de
mañana se añaden otros dos (Mt 23,23-26), y en evangelio de pasado mañana otros
dos (Mt 23,27-32). En todo ocho ‘ay’ o plagas contra los líderes religiosos de
la época. Son palabras muy duras. Al meditarlas, tengo que pensar en los
doctores y en los fariseos del tiempo de Jesús, pero también y sobre todo en el
hipócrita que hay en mí, en nosotros, en nuestra familia, en nuestra Iglesia,
en la sociedad de hoy. Vamos a mirar en el espejo del texto para descubrir lo
que existe de errado en nosotros.
• Mateo 23,13: El
primer ‘ay’ contra los que cierran la puerta del Reino. “Que cerráis a los
hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que
están entrando no les dejáis entrar”. ¿Cómo cierran el Reino?
Presentando a Dios como un juez severo, dejando poco espacio a la misericordia.
Imponiendo en nombre de Dios leyes y normas que no tienen nada que ver con los
mandamientos de Dios, falsificando la imagen del Reino y matando en los otros
el deseo de servir a Dio y el Reino. Una comunidad que se organiza alrededor de
este falso dios “no entra en el Reino”, ni es expresión del Reino, e impide que
sus miembros entren en el Reino.
• Mateo 23,14: El
segundo ‘ay’ contra los que usan la religión para enriquecerse. Ustedes
explotan a las viudas, y roban en sus casas y, para disfrazar, hacen largas
oraciones! Por esto, ustedes van a recibir una condena muy severa”. Jesús
permite que los discípulos vivan del evangelio, pues dice que el obrero merece
su salario (Lc 10,7; cf. 1Cor 9,13-14), pero usar la oración y la religión como
medio para enriquecerse, esto es hipocresía y no revela la Buena Nueva de Dios.
Transforma la religión en un mercado. Jesús expulsa a los comerciantes del
Templo (Mc 11,15-19) citando a los profetas Isaías y Jeremías: “Mi casa
es casa de oración para todos los pueblos y ustedes la han transformado en una
cueva de ladrones” (Mc 11,17; cf. Is 56,7; Jr 7,11)). Cuando el mago
Simeón quiso comprar el don del Espíritu Santo, Pedro lo maldijo (Hec 8,18-24).
Simón recibió la “condena más severa” de la que Jesús habla en el evangelio de
hoy.
• Mateo 23,15: El
tercero ‘ay’ contra los que hacen proselitismo. “Ustedes que recorréis mar y
tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de
condenación el doble que vosotros!”. Hay personas que se hacen
misioneros y misioneras y anuncian el evangelio no para irradiar la Buena Nueva
del amor de Dios, sino para atraer a otros a su grupo o a su iglesia. Una vez,
Juan prohibió a una persona el que usara el nombre de Jesús porque no formaba
parte de su grupo. Jesús respondió: “No se lo impidáis. Pues el que no
está contra nosotros, está por nosotros”(Mc 9,39). El documento de la
Asamblea Plenaria de los obispos de América Latina, se realizó en el mes de
mayo de 2008, en Aparecida, Brasil, bajo el título: “¡Discípulos y
misioneros de Jesucristo, para que en él nuestros pueblos tengan vida!” Es
decir que el objetivo de la misión no es para que los pueblos se vuelvan
católicos, ni para hacer proselitismo, sino para que los pueblos tengan vida, y
vida en abundancia.
• Mateo 23,16-22: El
cuarto ‘ay’ contra los que viven haciendo juramento. “Ustedes dicen: ' Si uno
jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario,
queda obligado!”. Jesús hace un largo razonamiento para mostrar la
incoherencia de tantos juramentos que la gente hacía o que la religión oficial
mandaba hacer: juramento por el oro del templo o por la ofrenda que está sobre
el altar. La enseñanza de Jesús, indicada en el Sermón de la Montaña, es el
mejor comentario del mensaje del evangelio de hoy: “Pues yo os digo que
no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por
la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la
ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de
tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: `Sí, sí' `no,
no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno” (Mt 5,34-37).
4) Para la reflexión
personal
• Son cuatro ‘Ay’ o cuatro
plagas, cuatro motivos para recibir la crítica severa de parte de Jesús. ¿Cuál
de las cuatro críticas cabe en mí?
• ¿Nuestra Iglesia se
merece hoy estos ‘ay’ de parte de Jesús?
5) Oración final
¡Cantad al Señor un nuevo
canto,
canta al Señor, tierra entera,
cantad al Señor, bendecid su nombre! (Sal 96,1-2)
canta al Señor, tierra entera,
cantad al Señor, bendecid su nombre! (Sal 96,1-2)
Orden de los Carmelitas