¡Amor
y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a través de la lectio
divina, en este viernes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo A.
Dios
nos bendice...
Lectio Divina: Marcos
2,1-12
Lectio
Viernes, 17 de enero de 2020
Tiempo
ordinario
1) Oración inicial
Muéstrate
propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer
tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor.
Amen.
2) Lectura
Del santo
Evangelio según Marcos 2,1-12
Entró de nuevo en Cafarnaún; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la palabra. Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados.» Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando.¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te son perdonados', o decir: `Levántate, toma tu camilla y anda?' Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: `A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.'» Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.»
3) Reflexión
• En Mc
1,1-15, Marcos nos hace ver cómo hay que preparar y divulgar la Buena Nueva de
Dios. En Mc 1,16-45, nos ha hecho ver cuál es el objetivo de la Buena Nueva, y
cuál es la misión de la comunidad. Ahora, en Mc 2,1 hasta 3,6, aparece el
efecto del anuncio de la Buena Nueva. Una comunidad fiel al evangelio vive
valores que contrastan con los intereses de la sociedad que la rodea. Por eso,
uno de los efectos del anuncio de la Buena Nueva, es el conflicto con aquellos
que defienden los intereses de la sociedad. Marcos habla de cinco conflictos
que el anuncio de la Buena Nueva causa a Jesús.
• En los
años 70, época en la que escribe su evangelio, había muchos conflictos en la vida
de las comunidades, pero no siempre sabían cómo comportarse ante las
acusaciones que venían de parte de las autoridades romanas y de los líderes
judíos. Este conjunto de cinco conflictos de Mc 2,1 a 3,6 servía como una
especie de abecedario para orientar a las comunidades, tanto de ayer como de
hoy. Porque el conflicto no es un incidente de recorrido, sino que forma parte
integrante del camino.
• He aquí
el esquema de los cinco conflictos presentes en el evangelio de Marcos:
Textos
1º conflicto: Mc 2,1-12
2º conflicto: Mc 2,13-17
3º conflicto: Mc 2,18-22
4º conflicto: Mc 2,23-28
5º conflicto: Mc 3,1-6
Adversarios de Jesus
escribas
escribas y fariseos
discípulos de Juan y fariseos
fariseos
fariseos y herodianos
Causa del conflicto
Perdón de los pecados
comer con los pecadores
práctica del ayuno
observancia del sábado
sana en día de sábado
1º conflicto: Mc 2,1-12
2º conflicto: Mc 2,13-17
3º conflicto: Mc 2,18-22
4º conflicto: Mc 2,23-28
5º conflicto: Mc 3,1-6
Adversarios de Jesus
escribas
escribas y fariseos
discípulos de Juan y fariseos
fariseos
fariseos y herodianos
Causa del conflicto
Perdón de los pecados
comer con los pecadores
práctica del ayuno
observancia del sábado
sana en día de sábado
• La
solidaridad de los amigos hace que el paralítico obtenga el perdón de los
pecados. Jesús está de vuelta a Cafarnaún. Se reunió mucha gente ante la puerta
de casa. Acoge a todos y empieza a enseñar. Enseñar, hablar de Dios, era lo que
Jesús más hacía. Llega un paralítico, cargado por cuatro personas. Jesús es su
única esperanza. Ellos no dudan en subir al tejado y abrir un boquete en el techo.
Tenía que ser una casa pobre, una chabola cubierta de hojas. Bajan al hombre y
lo ponen ante Jesús. Jesús, viendo la fe de esta gente, dice al paralítico:
¡Tus pecados te son perdonados! En aquel tiempo, el pueblo pensaba que los
defectos físicos (paralítico) fuesen un castigo de Dios por algún pecado. Los
doctores enseñaban que esa persona impura se volvía incapaz de acercarse a
Dios. Por esto, los enfermos, los pobres se sentían rechazados por Dios. ¡Pero
Jesús no pensaba así! Aquella fe tan grande era una señal evidente de que el
paralítico estaba siendo acogido por Dios. Por eso, declaró: ¡Tus pecados te
son perdonados! Es decir: “¡Dios no te aleja de él!” Con esta afirmación Jesús
niega que la parálisis fuese un castigo debido al pecado del hombre.
• Jesús es acusado de blasfemia por los dueños del poder. La afirmación de
Jesús era contraria al catecismo de la época. No combinaba con la idea que
tenían de Dios. Por eso reaccionan y acusan a Jesús diciendo: ¡Este se burla de
Dios! Para ellos, sólo Dios podía perdonar los pecados. Y sólo el sacerdote
podía declarar que alguien había sido perdonado y purificado. ¿Cómo es que
Jesús, hombre sin estudios, seglar, un sencillo carpintero, podía declarar a
las personas perdonadas y purificadas de los pecados? Y había, además, otro
motivo que los llevaba a criticar a Jesús. Ellos probablemente estarían
pensando: “Si fuera verdad lo que Jesús está diciendo, ¡vamos a perder todo
nuestro poder! Y vamos a perder la fuente de nuestra renta”.
• Curando,
Jesús demuestra que tiene poder de perdonar los pecados. Jesús percibe la
crítica. Por eso pregunta: ¿Qué es más fácil decir al paralítico: Tus pecados
te son perdonados, o levántate, toma tu camilla y anda? Es mucho más fácil
decir: “Tus pecados te son perdonados”. Pues nadie puede comprobar si de hecho
el pecado fue o no perdonado. Pero si digo: “¡Levántate y anda!”, allí todos
pueden comprobar si tengo o no ese poder de curar. Por esto, para mostrar que
tenía el poder de perdonar los pecados en nombre de Dios, Jesús dijo al
paralítico: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa! El hombre se curó.
Así, mediante un milagro demostró que la parálisis del hombre no era un castigo
de Dios, y mostró que la fe de los pobres es una prueba de que Dios los acoge
en su amor.
• El
mensaje del milagro y la reacción de la gente. El paralítico se levanta, toma
la camilla, empieza a andar y todos dice: ¡Nunca vimos cosa igual! Este milagro
reveló tres cosas muy importantes: 1) las enfermedades de las personas no son
un castigo por sus pecados. 2) Jesús abre un nuevo camino para llegar hasta
Dios. Aquello que el sistema llamaba impureza no era impedimento para que las
personas se acercaran a Dios. 3) El rostro de Dios revelado a través de la
actitud de Jesús no es el rostro severo de Dios revelado por la actitud de los
doctores.
• Esto
recuerda lo que dijo un drogadicto que se recuperó y que ahora es miembro de
una comunidad en Curitiba, Brasil. Dijo: “Me crié en la religión católica. Dejé
de participar. Mis padres eran muy practicantes y querían que los hijos fuesen
como ellos. La gente era obligada a ir a la iglesia siempre, todos los domingos
y las fiestas. Y cuando no iba, decían: "¡Dios castiga!” Yo no iba a
gusto, y cuando crecí, poco a poco fui dejando. El Dios de mis padres no me
gustaba. No lograba entender cómo Dios, creador del mundo, se convirtiera en un
juez para mí, niño del campo, amenazándome con el castigo y con el infierno.
¡Me gustaba más el Dios de mi tío, que no pisaba la iglesia, pero que todos los
días, sin falta, compraba el doble de pan que necesitaba, para darlo a los
pobres!"
4) Para la reflexión personal
¿Te
ha gustado el Dios del tío o el Dios de los padres del ex-drogadicto?
• ¿Cuál es
el rostro de Dios que revelo a los demás a través de mi comportamiento?
5) Oración final
Lo que
hemos oído y aprendido,
lo que nuestros padres nos contaron,
no lo callaremos a sus hijos,
a la otra generación lo contaremos:
Las glorias del Señor y su poder,
todas las maravillas que realizó. (Sal 78,3-4)
lo que nuestros padres nos contaron,
no lo callaremos a sus hijos,
a la otra generación lo contaremos:
Las glorias del Señor y su poder,
todas las maravillas que realizó. (Sal 78,3-4)
Orden de
los Carmelitas