¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario, en este viernes de la
5ª semana de Cuaresma.
Dios nos bendice...
Jeremías 20,10-13
El Señor está conmigo, como
fuerte soldado
Oía el cuchicheo de la
gente: "Pavor en torno; delatadlo, vamos a delatarlo." Mis amigos
acechaban mi traspié: "A ver si se deja seducir, y lo abatiremos, lo
cogeremos y nos vengaremos de él."
Pero el Señor está conmigo,
como fuerte soldado; mis enemigos tropezarán y no podrán conmigo. Se
avergonzarán de su fracaso con sonrojo eterno que no se olvidará. Señor de los
ejércitos, que examinas al justo y sondeas lo íntimo del corazón, que yo vea la
venganza que tomas de ellos, porque a ti encomendé mi causa. Cantad al Señor,
alabad al Señor, que libró la vida del pobre de manos de los impíos.
Salmo responsorial:
17
En el peligro invoqué al
Señor, y me escuchó.
Yo te amo, Señor; tú eres
mi fortaleza; / Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.
Dios mío, peña mía, refugio
mío, escudo mío, / mi fuerza salvadora, mi baluarte. / Invoco al Señor de mi
alabanza / y quedo libre de mis enemigos. R.
Me cercaban olas mortales,
/ torrentes destructores me aterraban, / me envolvían las redes del abismo, /
me alcanzaban los lazos de la muerte. R.
En el peligro invoqué al
Señor, / grité a mi Dios: / desde su templo él escuchó mi voz, / y mi grito
llegó a sus oídos. R.
Juan 10,31-42
Intentaron detenerlo, pero
se les escabulló de las manos
En aquel tiempo, los judíos
agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: "Os he hecho ver
muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me
apedreáis?" Los judíos le contestaron: "No te apedreamos por una obra
buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces
Dios." Jesús les replicó: "¿No está escrito en vuestra ley: "Yo
os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes
vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre
consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo
de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago,
aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que
el Padre está en mí, y yo en el Padre."
Intentaron de nuevo
detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado
del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos
acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan
dijo de éste era verdad." Y muchos creyeron en él allí.
Comentario
1. Más allá del
miedo
1.1 Los tiempos que vivimos han quedado sellados por una palabra:
"terrorismo". El miedo ha entrado en nuestras vidas de muchos modos:
pavor de una epidemia por enfermedades nuevas; desasosiego por los vaivenes
caprichosos y crueles de la economía; incertidumbre ante las fuerzas en
conflicto en países como Colombia; inseguridad física por la delincuencia;
escepticismo ante la gestión económica y política de los poderosos de nuestras
naciones o de otros pueblos; dolor ante las crueldades del fundamentalismo, el
satanismos o las guerras de religión; miedo incluso de una guerra total o... de
un cometa que caiga sobre el planeta Tierra y nos extinga, como un día se
extinguieron los dinosaurios.
1.2 La vida de Jeremías fue una vida marcada por muchos miedos,
especialmente debidos a la incomprensión y dureza de su propio pueblo. Marcado
por una soledad dolorosa, que no carecía de significado en el conjunto de su
ministerio profético, este hombre admirable vivió con intensidad singular lo
que significa "amar a Dios sobre todas las cosas". En su voz,
aterrada por las amenazas de sus enemigos, sigue siendo más fuerte el amor a
Dios y a su alianza.
1.3 Tal es la fuerza de la fe. No es un blindaje que nos impide
sentir la oposición, la burla, el dolor o la incomprensión. No es una anestesia
que nos distrae mientras el mundo nos ataca con su crueldad o nos castiga con
su indiferencia. Es una luz sobrenatural que nos permite reconocer detrás de
toda bruma el esplendor de un amor que se ha entregado entero por nosotros; es
una energía interior que nos mueve más allá de nosotros mismos a una fidelidad
que no es otra cosa sino la fidelidad divina obrando adentro de quienes han
estado dispuestos a creer.
2. La causa de la muerte
2.1 Mucho se ha hablado de la causa de la muerte de Jesús. Hay
quienes ven en esa muerte el desenlace esperable para un revolucionario que se
atrevió a cuestionar los poderes económicos y sociales de su tiempo. Hay
quienes ven en su muerte un episodio más del juego de alianzas entre Roma y
Judea, un "accidente" en la trama política de la época. Hay quienes
buscan otras explicaciones, sin descartar una especie de suicidio por afán de
coherencia o por exasperación ante un estado de cosas.
2.2 Estamos a las puertas de la Semana Santa y pronto escucharemos
los textos de la Pasión del Señor. No es lo mismo mirar un accidente, un
suicidio o un crimen político que ver en el dolor y en la muerte de Cristo un
evento que perdona pecados y trae salvación. Y para esto segundo nos ayuda el
turbio episodio de hoy, en que vemos una acusación clara de parte de los
enemigos del Señor: "No es por ninguna obra buena que queremos apedrearte,
sino por haber blasfemado. Pues tú, siendo hombre, te haces Dios".
2.3 Sin duda, en la muerte de Cristo confluyen muchos factores, y
esto no debe extrañarnos pues muchos son los rostros de la maldad. La
injusticia económica y la corrupción política pueden haber obrado tanto como la
fría sevicia de un Pilatos o la envidia religiosa y el falso celo de fariseos y
saduceos.
2.4 Lo importante es descubrir que
detrás de muchos maldades hay un misterio de iniquidad que hunde sus raíces muy
profundamente en el alma humana. Y saber que Cristo tenía esto muy claro que
nos amó "hasta el extremo". Y agradecer con corazón creyente que nos
haya amado así y que haya orado con ese amor por nosotros precisamente cuando
pretendíamos arrebatarle la vida.
http://fraynelson.com/homilias.html.
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