¡Amor y paz!
Jesús nos previno para no dejarnos engañar de los
falsos profetas, de los lobos disfrazados de ovejas, de los líderes engañosos,
de esos que aparecen en épocas preelectorales para prometer el oro y el moro y
mostrar su cara más amable, sólo mientras se aseguran los votos.
Lobos --quiero decir políticos-- los hay de todos
los pelambres: los que engañan a más no poder y se aprovechan de la mala
memoria e ingenuidad de los electores; los que a falta de argumentos se dedican
a practicar la guerra sucia; los que son muy astutos para elaborar sabotajes,
pero no inteligentes para proponer programas de gobierno, los que prefieren que
reinen la confusión y el caos para pescar en río revuelto…
Hoy más que nunca se necesitan líderes confiables,
desinteresados y honestos. No los vengativos, camorreros y cínicos. Y claro que
hay de los primeros, pero no se notan tanto.
Todo esto, a propósito de que Jesús advierte hoy en
el Evangelio: “El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he
venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia."
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este Cuarto Domingo de Pascua.
Dios nos bendice…
Evangelio
según San Juan 10,1-10.
Jesús dijo a los fariseos: "Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz". Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia."
Comentario
Se repite constantemente: hay falta de ideales en
el mundo actual. Hay un ataque sistemático hacia todo aquello que es lo más
noble en el hombre. En el amor se está destruyendo la fidelidad, la abnegación,
la necesaria dosis de romanticismo -¿por qué no?-, para convertirlo en algo
desprovisto de hermosura, vivido a ras de tierra, con inmediatez, por apetito.
Una pena.
La familia aparece como un corsé insoportable del
que hay que liberarse lo más pronto posible, levantando el vuelo para iniciar
una vida personal sin ataduras ni compromisos. Una vida que acaba,
frecuentemente, en una terrible e insoportable soledad. La profesión se busca,
a menudo, por el incentivo económico que proporciona y no por ser un vehículo
de realización y de servicio a la sociedad.
El dinero es sólo un medio de poder, de tener, de
afianzarse, y no un medio necesario que sirva para el propio interés y para el
beneficio de los demás. La amistad no resiste el embate de la competitividad,
el ansia de triunfo, el deseo de prosperar.
La política no es noble como debiera serlo, sino un
medio, el más idóneo, para satisfacer las ansias de poder y de dominación.
El resultado no puede ser más expresivo: una
sociedad que camina un tanto a la deriva, llena de mediocridad, de vulgaridad,
sin líderes a los que seguir. Sin auténticos líderes, porque líderes con pies
de barro los hay a centenares.
LIDER/FALSO: Estamos invadidos de cantantes que arrastran a
enfebrecidas multitudes que se extasían ante sus contoneos; son miles los
seguidores que "forofamente" aplauden a sus equipos y están
dispuestos a quemar el autocar en el que se desplazan sus contrarios,
quedándose tan satisfechos de la hazaña. Están también los arquetipos del
triunfador que se pasea con la más bella y conduce el coche más potente hecho
precisamente para los buscadores de no sé que "libertad". Y junto a
tanto líder y a tanta y tan cacareada "movida", una juventud que se
asoma a la vida con los ojos cansados, agostada antes de empezar a vivir, harta
de experimentar que el líder al que siguen se esfuma delante de sus ojos sin
dejar ni rastro de algo que merezca la pena conservar y por lo que se
justifique vivir.
V/SENTIDO: Porque lo verdaderamente importante en la vida es
encontrar razones para vivir y vivir con plenitud en todas las facetas que la
existencia lleva consigo. Y naturalmente esas razones no las dan los
"rocks" blandos o duros, ni la movida, ni los estadios deportivos
llenos a tope, ni el placer inmediato, ni el triunfo apoteósico, ni -muchos
menos- la droga o la evasión o el pasotismo. Es evidente que los ídolos y los
lideres de hoy son absolutamente transitorios y dejan a sus seguidores con un
angustioso vacío.
J/LIDER: Hacen falta líderes: líderes carismáticos,
capaces de arrastrar al hombre hacia las cumbres que el hombre es capaz de
conquistar por muy elevadas que sean; líderes que despierten en el hombre todo
lo bueno y maravilloso que el hombre encierra para ponerlo al servicio de los
demás. Los cristianos hemos encontrado ese Líder. Hoy, Jesús, hablando de sí
mismo, nos dice que conoce perfectamente a sus ovejas y que ellas lo oyen y lo
siguen porque distinguen su voz. Y hacen bien en seguirlo, porque esa voz es la
que Dios dice que hay que oír porque encierra promesas de vida y de vida para
siempre. Pero no hay que olvidar que esa voz es exigente y que a quien quiera
seguirlo le va a pedir que lo haga, libre pero decididamente, por un camino en
el que, si existe la alegría, no se regatea el esfuerzo. Y esto quizá no lo acepta
demasiado bien nuestro hombre, cuyo lema de vida parece oscurecer el famoso
"coronémonos de rosas porque mañana moriremos" romano.
Hoy nada de lo que supone esfuerzo, abnegación, ir
en contra de lo que en cada momento me apetece, es bien recibido. Al niño no se
le puede contradecir porque se frustra, a la juventud hay que adularla porque
de lo contrario se aleja, al hombre y a la mujer adultos (o que lo son al menos
físicamente) hay que decirles que lo estupendo es realizarse haciendo en cada
momento lo que da la gana. El resultado es una mediocridad asustante.
Desde luego el cristianismo es incompatible con
este sistema. Hoy, Jesús -ese Líder carismático que conoce a sus ovejas-
advierte que Él es la puerta y resulta evidente que para penetrar en ella hacia
el Reino de Dios es necesario afinarse mucho y en muchas ocasiones. El
resultado será, por contraste de las diversas opciones del mundo, la
consecución de unos hombres y unas mujeres de cuerpo entero, que saben decir
"sí" y "no" cuando procede, que ven más allá de lo
inmediato, que buscan su propia realización estimulando lo que hay de más noble
y más interesante en el ser humano y que van tras las huellas de Aquél que
mereció ser presentado a los suyos con dos palabras llenas de grandeza: "He
aquí al Hombre" (/Jn/19/05), al Hombre por
excelencia, capaz de responder a todas las aspiraciones humanas dotándolas de
una dimensión nueva: la cristiana.
A. M. CORTES
DABAR 1987/28
DABAR 1987/28