lunes, 5 de septiembre de 2022

Hacer el bien y salvar

¡Amor y paz!

 

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este lunes de la XXIII Semana del Tiempo Odinario, ciclo C.

 

Dios nos bendicve...

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo

a los cristianos de Corinto 5, 1-8

 

Hermanos:

Es cosa pública que se cometen entre ustedes actos deshonestos, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos, ¡a tal extremo que uno convive con la mujer de su padre! ¡Y todavía se enorgullecen, en lugar de estar de duelo para que se expulse al que cometió esa acción!

En lo que a mí respecta, estando ausente con el cuerpo pero presente con el espíritu, ya lo he juzgado, como si yo mismo estuviera allí. Es necesario que ustedes y yo nos reunamos espiritualmente, en el nombre y con el poder de nuestro Señor Jesús, para que este hombre sea entregado a Satanás: así se perderá su carne, pero se salvará su espíritu en el Día del Señor.

¡No es como para gloriarse! ¿No saben que «un poco de levadura hace fermentar toda la masa»? Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad.

 

Palabra de Dios.

SALMO 

 

Sal 5, 5-6. 7. 12 (R.: 9a)

 

R.        Guíame, Señor, por tu justicia.

 

Tú no eres un Dios que ama la maldad;

ningún impío será tu huésped,

ni los orgullosos podrán resistir

delante de tu mirada.  R.

 

Tú detestas a los que hacen el mal

y destruyes a los mentirosos.

¡Al hombre sanguinario y traicionero

lo abomina el Señor!  R.

 

Así se alegrarán los que en ti se refugian

y siempre cantarán jubilosos;

tú proteges a los que aman tu Nombre,

y ellos se llenarán de gozo.  R.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas   6, 6-11

 

Un sábado, entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si curaba en sábado, porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: «Levántate y quédate de pie delante de todos.» El se levantó y permaneció de pie.

Luego les dijo: «Yo les pregunto: ¿Está permitido en sábado, hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?» Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» El la extendió y su mano quedó curada.

Pero ellos se enfurecieron, y deliberaban entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús.

Palabra del Señor.

 

PARA REFLEXIONAR

 

  • Pablo toma postura ante algunos desórdenes y abusos que existen en la comunidad. Incluso dentro de una ciudad famosa por su amoralidad, debía llamar la atención un hecho que la comunidad cristiana toleraba: uno que vivía -se entiende maritalmente- con la mujer de su padre. Esto estaba perseguido legalmente tanto entre los judíos como por la ley romana.
  • Pablo echa en cara a esta comunidad que tolere un escándalo semejante.
  • La comunidad debe sentirse co responsable del bien de cada uno de sus miembros. Cuando detecta una falta grave, deberá echar mano -como Jesús nos enseñó en el evangelio- de la corrección fraterna.
  • La excomunión pronunciada contra el hombre que vive en estado de mala conducta notoria, pone de manifiesto la preocupación de Pablo para que la comunidad cristiana sea un «signo de salvación» y sea «misionera». Pablo toma esta medida drástica con una intención medicinal. La excomunión no es un juicio para condenación del pecador, es a fin de que reflexione y un día se salve.
  • Toda la comunidad debe ser, «pan ácimo», sin «levadura vieja de corrupción y de maldad», sino un pan «ácimo con sinceridad y verdad».

***

  • La observancia del sábado estaba ordenada por la ley de Dios, y constituía una característica por la que el judío se distinguía del mundo pagano. Jesús tiene el atrevimiento y la libertad de poner en tela de juicio, no la ley, sino la manera de obedecerla.
  • Había en la sinagoga un hombre postrado por la enfermedad, marginado socialmente porque su mano derecha paralizada le impedía desempeñarse laboralmente, y era un defecto que lo convertía en un ser impuro. La mano paralizada simboliza al hombre que se encuentra imposibilitado de dar y recibir. La curación del hombre que recobra el uso de su mano derecha, transforma para este hombre el sábado, en un día de gracia.
  • Jesús sanando, salva lo que de muerto había en ese hombre enfermo, y le restablece su dignidad. Esto es un claro signo del amor de Dios Padre para con sus hijos. Para Jesús, la enfermedad, el pecado y las carencias humanas no le restan dignidad al ser humano; por eso primero, le pide que se levante, que se ponga en pie, que recupere su valor.
  • El sábado es día en que se goza de la obra de la creación, día de glorificación de Dios. La idea que Jesús tiene de Dios, es muy distinta a la que tienen los fariseos. El Dios de Jesús es el Dios de la misericordia, el Dios que se acerca a los hombres; el Dios de los escribas y fariseos es el inaccesible, que está sencillamente por encima de los hombres.
  • Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado y encontrar de qué acusarlo. Jesús conocía sus pensamientos y muestra el sentido liberador de la ley, en contraposición al modo hipócrita y  opresor desde el que ellos la vivían y la enseñaban a vivir.
  • Toda ley debe presentarse ante nosotros como luz, como educadora para el ejercicio de la libertad, con mayor razón la ley evangélica nos debe llevar a reconocer el primado de Dios, en todas nuestras decisiones.
  • La nueva ley, tal como Cristo nos la presentó, es la del amor que se pone por obra, y no la de un descanso que “inactiva”, incluso, para hacer el bien al hermano necesitado.
  • Como Iglesia tenemos la vocación de abrir a la esperanza, dar cumplimiento a la palabra, anunciarla y, anunciándola, hacerla eficaz.
  • Esta misión, tal como la realiza Dios desde el origen por su Palabra creadora, tal como fue vivida por Jesús no consiste en encontrar la salvación por el cumplimiento de unos ritos, y la adhesión a un sistema de pensamiento; sino situarnos en el corazón de toda realidad, para recrear toda palabra, todo pensamiento, acción, amor y cultura desde las raíces, con la fuerza de la Buena Noticia, para que sean salvadas y salvadoras según el proyecto de Dios.

 

PARA DISCERNIR

 

  • ¿Qué es lo que prima en mi obrar  en la fe?
  • ¿Qué signos manifiestan la novedad del Evangelio?
  • ¿En qué condiciona mi conducta la presencia de la ley?

 

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

 

Quiero escuchar tu voz Señor e imitarte

 

ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

Vicaría de Pastoral