¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este miércoles de la 12ª semana del Tiempo Ordinario,
cuando celebramos la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Natividad
de San Juan Bautista
Lectio
Miércoles, 24 junio de 2020
Nacimiento del Precursor del Señor
Lucas 1,57-66.80
Lucas 1,57-66.80
1. Recojámonos en oración
– Statio
Oración del Card. Mercier al Espíritu Santo
¡Oh Dios, que has instruido a tus fieles, iluminando sus corazones con
la luz del Espíritu Santo, concédenos obtener por el mismo Espíritu el gustar
del bien y gozar siempre de sus consuelos. Gloria, adoración, amor, bendición a
Ti eterno divino Espíritu, que nos ha traído a la tierra al Salvador de
nuestras almas. Y gloria y honor a su adorabilísimo Corazón que nos ama con
infinito amor!
¡Oh Espíritu Santo, alma del alma mía, yo te adoro: ilumíname, guíame,
fortifícame, consuélame, enséñame lo que debo hacer, dame tus órdenes!
Te prometo someterme a lo que permitas que me suceda: hazme sólo
conocer tu voluntad.
2. Lectura orante de la Palabra
– Lectio
Del Evangelio de Lucas (1,57-66.80)
57 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo. 58 Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella.
59 Al octavo día fueron a circuncidar al niño
y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 pero
su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan.» 61 Le
decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.» 62 Y
preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. 63 Él
pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos quedaron admirados.64 Y
al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. 65 Invadió
el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas
estas cosas; 66todos los que las oían las grababan en su
corazón, diciéndose: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del
Señor estaba con él.
80 El niño crecía y su espíritu se fortalecía
y vivió en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
3. Rumiar la Palabra
- Meditatio
3.1 Clave de lectura
Este pasaje del evangelio forma parte de los así llamados relatos de
la infancia de Jesús. De modo particular este texto sigue a la escena de la
visita de María “a la casa de Zacarías” (Lc 1, 40) después de la anunciación
del ángel mensajero de la nueva creación.
La anunciación de hecho inaugura gozosamente el cumplimiento de las
promesas de Dios a su pueblo (Lc 1, 26-38). El gozo de los tiempos nuevos, que
ha llenado a María, inunda ahora el corazón de Isabel. Ella goza por el anuncio
traído por María (Lc 1, 41). María por su parte “proclama las grandezas del
Señor” (Lc 1, 46) porque el Poderoso ha hecho cosas grandes en ella, como
también ha obrado grandes prodigios por su pueblo necesitado de salvación.
La expresión “ se cumplió el tiempo” nos recuerda que esta realidad no
solamente sorprende a Isabel preñada , sino que revela también algo del
proyecto de Dios. San Pablo, en efecto, dice que cuando se cumplió el tiempo,
Dios mandó a su Unigénito “nacido de mujer, nacido bajo la ley para rescatar a
aquéllos que estaban bajo la ley, para que recibiésemos, la adopción de hijos”
de Dios (Gál 4,4)
En el evangelio Jesús habla del cumplimiento de los tiempos,
especialmente en evangelio el de Juan. Dos de estos momentos son las bodas de
Caná (Jn 2,1-12) y la agonía en la cruz, donde Jesús proclama que “todo está
cumplido” (Jn 19,30). En el cumplimiento de los tiempos Jesús inaugura una era
de salvación. El nacimiento de Juan Bautista estrena este tiempo de salvación.
Él, de hecho a la llegada del Mesías, se alegra y salta de gozo en el vientre
de Isabel su madre (Lc 1,44). Más tarde él se definirá a sí mismo como el amigo
del esposo (Jesús), que se alegra y goza con la llegada de las bodas con su
esposa, la Iglesia (Jn 3,29).
El hijo no se llamará como su padre Zacarías, sino Juan. Zacarías nos
recuerda que Dios no olvida a su pueblo. Su nombre en efecto significa “Dios
recuerda”. Su hijo, ahora no podrá ser llamado “Dios recuerda”, porque las
promesas de Dios se están cumpliendo. La misión profética de Juan debe indicar
la misericordia de Dios. Él, por tanto, se llamará Juan, o sea, “Dios es
misericordia”. Esta misericordia se manifiesta en la visita al pueblo,
exactamente “como lo había prometido por boca de sus santos profetas de un
tiempo” (Lc 1,67-70). El nombre indica por esto la identidad y la misión del
que ha de nacer. Zacarías escribirá el nombre de su hijo sobre una tablilla
para que todos pudiesen verlo con asombro (Lc 1,63). Esta tablilla evocará otra
inscripción, escrita por Pilatos para ser colgada en la cruz de Jesús. Esta
inscripción revelaba la identidad y la misión del crucificado: “Jesús Nazareno
rey de los Judíos” (Jn 19,19). También este escrito provocó el asombro de los
que estaban en Jerusalén por la fiesta.
En todo, Juan es el precursor de Cristo. Ya desde su nacimiento e
infancia él apunta a Cristo. “¿Quién será este niño?” Él es “la voz que grita
en el desierto” (Jn 1, 23), animando a todos a preparar los caminos del Señor.
No es él el Mesías (Jn 1, 20), pero lo indica con su predicación y sobre todo
con su estilo de vida ascética en el desierto. Él entretanto “ crecía y se
fortificaba en el espíritu. Vivió en regiones desérticas hasta el día de su
manifestación a Israel” (Lc 1, 80).
3.1.1 Preguntas para orientar la meditación y la actualización
- ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención en este pasaje y en la
reflexión?
- Juan se identifica como el amigo del esposo. ¿Cuál es, a tu parecer, el significado que tiene esta imagen?
- La Iglesia ha visto siempre en Juan Bautista su tipo. Él es aquel que prepara el camino del Señor. ¿Tiene esto alguna importancia para nuestra vida cotidiana?
- Juan se identifica como el amigo del esposo. ¿Cuál es, a tu parecer, el significado que tiene esta imagen?
- La Iglesia ha visto siempre en Juan Bautista su tipo. Él es aquel que prepara el camino del Señor. ¿Tiene esto alguna importancia para nuestra vida cotidiana?
4. Oratio
Bendigamos al Señor con Zacarías (Lc 1, 68-69)
«Bendito el Señor Dios de Israel
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
y nos ha suscitado una fuerza salvadora
en la casa de David, su siervo,
como había prometido desde antiguo,
por boca de sus santos profetas,
que nos salvaría de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian
teniendo misericordia con nuestros padres
y recordando su santa alianza
el juramento que juró
a Abrahán nuestro padre,
de concedernos que, libres de manos enemigas,
podamos servirle sin temor
en santidad y justicia
en su presencia todos nuestros días.
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo,
pues irás delante del Señor
para preparar sus caminos
y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
mediante el perdón de sus pecados,
por las entrañas de misericordia de nuestro Dios,
que harán que nos visite una Luz de lo alto,
a fin de iluminar a los que habitan
en tinieblas y sombras de muerte
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
y nos ha suscitado una fuerza salvadora
en la casa de David, su siervo,
como había prometido desde antiguo,
por boca de sus santos profetas,
que nos salvaría de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian
teniendo misericordia con nuestros padres
y recordando su santa alianza
el juramento que juró
a Abrahán nuestro padre,
de concedernos que, libres de manos enemigas,
podamos servirle sin temor
en santidad y justicia
en su presencia todos nuestros días.
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo,
pues irás delante del Señor
para preparar sus caminos
y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
mediante el perdón de sus pecados,
por las entrañas de misericordia de nuestro Dios,
que harán que nos visite una Luz de lo alto,
a fin de iluminar a los que habitan
en tinieblas y sombras de muerte
y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
5. Contemplatio
Adoremos juntos la misericordia y la bondad de Dios repitiendo en
silencio:
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Orden de los Carmelitas