¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la 26a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice....
Lectio Divina: Los santos Ángeles de la Guarda
Lectio
Miércoles, 2 Octubre
, 2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que
manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia; derrama
incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que, deseando lo que nos
prometes, consigamos los bienes del cielo. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Mateo 18,1-5.10
En aquel momento se
acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el
Reino de los Cielos?» Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo
os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino
de los Cielos. Así pues, quien se humille como este niño, ése es el mayor en el
Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me
recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que
sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en
los cielos.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy
presenta un texto sacado del Sermón de la Comunidad (Mt 18,1-35), en el cual
Mateo reúne frases de Jesús para ayudar a las comunidades del final del siglo
primero a superar los problemas que debían abordar en aquel momento, es decir,
la salida de los pequeños por causa del escándalo de algunos (Mt 18,1-14) y la
necesidad de diálogo para superar los conflictos internos (Mt 18,15-35).
El
Sermón de la Comunidad aborda distintos asuntos: el ejercicio del poder en la
comunidad (Mt 18,1-4), el escándalo que excluye a los pequeños (Mt 18,5-11), la
obligación de luchar para que los pequeños vuelvan (Mt 18,12-14), la corrección
fraterna (Mt 18,15-18), la oración (Mt 18,19-20) y el perdón (Mt 18,21-35). El
acento cae en la acogida y en la reconciliación, pues el fundamento de la
fraternidad es el amor gratuito de Dios que nos acoge y nos perdona. Sólo así
la comunidad será señal del Reino.
• En el evangelio de
hoy vamos a meditar sobre la acogida que hay que dar a los pequeños. La
expresión, los pequeños, no se refiere sólo a los niños, sino a las personas
sin importancia en la sociedad, inclusive a los niños. Jesús pide que los
pequeños, estén en el centro de las preocupaciones de la comunidad, pues
"el Padre quiere que ni uno sólo de estos pequeños se pierda" (Mt
18,14).
• Mateo 18,1: La
pregunta de los discípulos que provoca la enseñanza de Jesús. Los discípulos
quieren saber quién es el mayor en el Reino. El mero hecho de preguntar indica
que no han entendido bien el mensaje de Jesús. La respuesta de Jesús, es decir,
todo el Sermón de la Comunidad, es para que se entienda que entre los
seguidores y las seguidoras de Jesús tiene que primar el espíritu de servicio,
de entrega, de perdón, de reconciliación y de amor gratuito, sin buscar el
propio interés.
• Mateo 18,2-5: El
criterio de base: el menor es el mayor. “El llamó un niño y lo puso en medio”.
Los discípulos quieren un criterio para poder medir la importancia de las
personas en la comunidad. Jesús responde que el criterio son ¡los niños! Los
niños no tienen importancia social, no pertenecen al mundo de los mayores. Los
discípulos, en vez de crecer por encima o hacia el centro, deben crecer hacia
abajo y hacia la periferia. ¡Así serán los mayores en el Reino! Y el motivo es
éste: “Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.” El
amor de Jesús por los pequeños no tiene explicación. Los niños no tienen
méritos, son amados por los padres y por todos por ser niños. Aquí se
manifiesta la pura gratuidad de Dios que pide ser imitada en la comunidad por
los que creen en Jesús.
• Mateo 18,6-9: No
escandalizar a los pequeños. El evangelio de hoy omite estos versículos de 6 a
9 y continúa en el versículo 10. Damos una breve clave de lectura para estos
versículos de 6 a 9. Escandalizar a los pequeños significa: ser motivo por los cuales
los pequeños pierden la fe en Dios y abandonan la comunidad. El insistir
demasiado en las normas y en las observancias, como hacían algunos fariseos,
alejaba a los pequeños, porque no encontraban la práctica libertadora traída
por Jesús. Ante esto, Mateo guarda unas frases bien fuertes de Jesús, como
aquella de la piedra de molino agarrada al cuello, o la otra: “¡Ay de aquel que
fuera causa de escándalo!” Señal de que en aquel tiempo los pequeños no se
identificaban con la comunidad y buscaban otros refugios. Y ¿hoy? Cada año, en
Brasil casi un millón de personas abandonan las iglesias históricas y emigran
hacia las iglesias pentecostales.
Y son los pobres los que transitan. Si se van,
es porque los pobres, los pequeños, no se sienten a gusto en nuestra casa.
¿Cuál es el motivo? Para evitar este escándalo, Jesús manda cortar la mano o el
pie y arrancar el ojo. Estas afirmaciones de Jesús no pueden tomarse al pie de
la letra. Significan que hay que ser muy exigente en combatir el escándalo que
aleja a los pequeños. No podemos permitir, de ninguna forma, que los pequeños
se sientan marginados en nuestra comunidad. Pues en este caso la comunidad
dejaría de ser señal del Reino di Dios. No sería de Jesucristo. No sería
cristiana.
• Mateo 18,10: Los
ángeles de los pequeños en presencia del Padre. “Guardaos de menospreciar a uno
de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven
continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos”. Hoy, a veces, se
oye que alguien pregunta: “Los ángeles ¿existen? ¿No serán un elemento de la
cultura persa, donde los judíos vivieron tantos siglos cuando el exilio de
Babilonia?” Es posible que sea así.
Pero no es esto el
quid de la cuestión, no es la cuestión principal. En la Biblia, el ángel tiene
otro significado. Hay textos en que se habla del Ángel de Yahvé o del Ángel de
Dios y de repente se habla de Dios. Se cambia en uno por el otro (Gén 18,1-2.9.10.13.16:
cf Jue 13,3.18). En la Biblia, ángel es el rostro de Yahvé dirigido hacia
nosotros. Ángel de la guarda es el rostro de Dios ¡hacia mí, hacia ti! Es la
expresión personalizada de la convicción más profunda de nuestra fe, a saber,
que Dios está con nosotros, conmigo, ¡siempre!. Es una forma de concretar el
amor y la presencia de Dios en nuestra vida, hasta los mínimos detalles.
4) Para la reflexión
personal
• Los pequeños ¿son
acogidos en nuestras comunidades? Las personas más pobres del barrio
¿participan en nuestra comunidad?
• Ángel de Dios, ángel
de la guarda. Muchas veces, el ángel de Dios es la persona que ayuda a otra
persona. En tu vida, ¿hay muchos ángeles y ángelas?
5) Oración final
Porque tú Señor has
formado mis riñones,
me has tejido en el
vientre de mi madre;
te doy gracias por
tantas maravillas:
prodigio soy,
prodigios tus obras. (Sal 139,13-14)
Orden
de los Carmelitas