¡Amor
y paz!
Ya
pasamos de las mil entradas, se acercan a 30.000 las páginas vistas y el próximo
mes se cumplirán tres años desde que fue creado este blog con el fin específico
de dar a conocer al Señor Jesús, su palabra,
sus milagros y su vida toda, según nos lo relatan los evangelios.
Pues bien. Hoy, en tono de reproche, Jesús le dice a
Felipe: "Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía
no me conocen?”
La intención
con este blog es que muchos más sean los que a través de la lectura y
meditación diarias de la Palabra de Dios logren conocer y amar a nuestro
Salvador. Y, por supuesto, hacer lo que Él nos pide.
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves
en que celebramos la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago (el menor). En
algunos lugares hoy se celebra la Santa Cruz.
Dios
los bendiga…
Evangelio
según San Juan 14,6-14.
Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.
Comentario
Hoy
celebramos la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. El Evangelio hace
referencia a aquellos coloquios que Jesús tenía sólo con los Apóstoles, y en
los que procuraba ir formándolos, para que tuvieran ideas claras sobre su
persona y su misión. Es que los Apóstoles estaban imbuidos de las ideas que los
judíos se habían formado sobre la persona del Mesías: esperaban un liberador
terrenal y político, mientras que la persona de Jesús no respondía en absoluto
a estas imágenes preconcebidas.
Las
primeras palabras que leemos en el Evangelio de hoy son respuesta a una
pregunta del apóstol Tomás. «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al
Padre sino por mí» (Jn 14,6). Esta respuesta a Tomás da pie a la petición de Felipe:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta» (Jn 14,8). La respuesta de Jesús es
—en realidad— una reprensión: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no
me conoces Felipe?» (Jn 14,9).
Los
Apóstoles no acababan de entender la unidad entre el Padre y Jesús, no
alcanzaban a ver al Dios y Hombre en la persona de Jesús. Él no se limita a
demostrar su igualdad con el Padre, sino que también les recuerda que ellos
serán los que continuarán su obra salvadora: les otorga el poder de hacer
milagros, les promete que estará siempre con ellos, y cualquier cosa que pidan
en su nombre, se la concederá.
Estas
respuestas de Jesús a los Apóstoles, también nos las dirige a todos nosotros.
San Josemaría, comentando este texto, dice: «‘Yo soy el camino, la verdad y la vida’.
Con estas inequívocas palabras, nos ha mostrado el Señor cuál es la vereda
auténtica que lleva a la felicidad eterna (...). Lo declara a todos los
hombres, pero especialmente nos lo recuerda a quienes, como tú y como yo, le
hemos dicho que estamos decididos a tomarnos en serio nuestra vocación de
cristianos».
Rev. D. Joan Solà i Triadú (Girona, España)