martes, 20 de abril de 2010

SÓLO EL AMOR DE DIOS LLENARÁ NUESTROS VACÍOS Y SOLEDADES

¡Amor y paz!

Mientras no creamos plenamente en Jesús, andaremos buscando saciar nuestra sed y nuestra hambre en cualquier lugar. Por eso, nuestra alma anda inquieta hasta que no descansa en Dios y se nutre del Pan de Vida que es su Hijo Jesús a través de una plena y verdadera comunión con Él.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este Martes de la 3ª. Semana del Tiempo Ordinario.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Juan 6,30-35.

Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan".
Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.

Comentario

El hombre de hoy está sediento, está hambriento y no sabe de qué. Por ello ha desatado una búsqueda sin tregua tratando de encontrar algo que verdaderamente los sacie. Lo busca en el placer, en el poder, en la fama, en el dinero, etc.… A final de la búsqueda siempre lo mismo: Vacío y soledad. Y es que solo Jesús es el pan que sacia. Solo la vida en el amor de Dios puede dar sentido a la vida. Jesús dijo: “Yo soy el pan que de la vida” por ello solo él sacia, solo su amor llena nuestros vacíos y nuestras soledades. La vida en Cristo se transforma en plenitud. Por ello quien tiene a Cristo lo tiene todo, quien no lo tiene no tiene nada. Esta Pascua es de nuevo la oportunidad para encontrarnos con Jesús resucitado con el verdadero pan que sacia, con el pan que da la vida que es paz, alegría y amor. Encuéntrate hoy con Jesús en tu oración personal… Está esperándote para saciarte.

Que la resurrección de Cristo, llene de amor tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús

Pbro. Ernesto María Caro
www.mercaba.org