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¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario,
en este lunes
de la 7ª semana del Tiempo Ordinario. Se celebra hoy, por primera vez, la memoria obligatoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia. En efecto, esa celebración se hará el lunes después de Pentecostés, según se dispuso el pasado 11 de febrero. Nuestra Madre interceda por nosotros
Dios
nos bendice...
Primera lectura
Lectura de la carta del
apóstol Santiago (3,13-18):
¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Palabra de Dios
¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18,8.9.10.15
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Marcos (9,14-29):
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discutís?»
Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.»
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discutís?»
Uno le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces.»
Él les contestó: «¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.»
Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos.»
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.»
Entonces el padre del muchacho gritó: «Tengo fe, pero dudo; ayúdame.»
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él.»
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
Él les respondió: «Esta especie sólo puede salir con oración y ayuno.»
Palabra del Señor
Comentario
1.1 Los
acontecimientos científicos que vive nuestro tiempo nos proveen de un ejemplo
elocuente de la diferencia entre conocimiento y sabiduría. Podemos amontonar
conocimientos como para clonar seres humanos, pero ¿es eso sabio? ¿Adónde nos
conduce? ¿Qué hará de la especie humana el concepto de utilizar un embrión para
hacer repuestos que curen la enfermedad de otro ser humano?
1.2
Santiago da unos criterios de lo que es verdadera sabiduría: "intachable,
pero además pacífica, tolerante, conciliadora, compasiva, fecunda, imparcial y
sincera." El desenlace de esta sabiduría es vida, paz, salvación. Su raíz
no está en la rivalidad ni en la ambición. Logra lo que quiere y no tiene que
quitárselo a nadie, porque lo produce desde sí misma. Esta es la clase de
conocimiento que Cristo trajo al mundo y que los que son de Cristo saben
testificar con sus vidas.
2. Algo
más que un enfermo
2.1 En el
evangelio de hoy continuamos la lectura continua de Marcos, que nos ha ocupado
desde el principio del tiempo ordinario. Esta vez la escena es patética: un
caso de aparente epilepsia, que es atribuido por la mentalidad de aquella época
a la acción del demonio.
2.2 Hay
quienes piensan precisamente que el pasaje de hoy es una muestra meridiana de
la confusión mítica en que vivía la gente de aquella época, y al parecer Jesús
mismo. Según estos, deberíamos aprender del texto de hoy que el demonio es el
nombre que aquellos hombres daban a las enfermedades de causa desconocida.
2.3 Lo
malo de este planteamiento es que presupone que el mal del muchacho tenía una
sola causa. Nada impide que la acción del demonio concurra con otros
malestares, sean ellos físicos, neurológicos o síquicos. Y ese parece ser el
caso aquí. Curiosa esta "epilepsia" que "muchas veces"
arroja al enfermo hacia el fuego o hacia el agua. ¿Ha oído usted de cosa
semejante? Interesante esta "epilepsia" que se dispara en cuanto el
muchacho "ve a Jesús".
2.4 No negamos, pues, que haya habido una condición cerebral anómala
en este joven, pero sí afirmamos que los síntomas mismos que la tradición nos
ha dado permiten hablar de un origen más hondo y oscuro. Y lo importante es
saber que también en esa hondonada oscura en que gruñe el demonio sabe
desenvolverse Cristo, y dar salud y vida y alegría a cuantos creen en él.
http://fraynelson.com/homilias.html.