¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves de la
feria privilegiada de Adviento.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: LUCAS
1,26-38
Lectio:
Jueves, 20 diciembre, 2018
1) Oración inicial
Señor y Dios nuestro, a
cuyo designio se sometió la Virgen Inmaculada aceptando, al anunciárselo el
ángel, encarnar en su seno a tu Hijo; tú que la has transformado, por obra del
Espíritu Santo, en templo de tu divinidad, concédenos, siguiendo su ejemplo, la
gracia de aceptar tus designios con humildad de corazón. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según
Lucas 1,26-38
Al sexto mes envió Dios el
ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era
María. Y, entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está
contigo.» Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría
aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia
delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien
pondrás por nombre Jesús. Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob
por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será
esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. Mira, también Isabel,
tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la
que se decía que era estéril, porque no hay nada imposible para Dios.»
Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el
ángel, dejándola, se fue.
3) Reflexión
• La visita del ángel a
María evoca las visitas de Dios a varias mujeres del Antiguo Testamento: Sara,
madre de Isaac (Gn 18,9-15), Ana, madre de Samuel (1 Sam 1,9-18), la madre de
Sansón (Jueces 13,2-5). A todas ellas fue anunciado el nacimiento de un hijo
con una misión importante en la realización del plan de Dios.
• La narración empieza con una expresión “En
el sexto mes”. Es el sexto mes de embarazo para Isabel. La necesidad
concreta de Isabel, una mujer ya avanzada en edad que va a tener a su primer
hijo, con un parto a riesgo, es el telón de fondo de todo este episodio. Y ella
lo menciona al comienzo (Lc 1,26) y al final de la visita del ángel (Lc
1,36.39).
• El ángel le dice: “¡Alégrate!, ¡Llena de gracia!
¡El Señor está contigo!” Palabras símiles fueron dichas a Moisés (Ex 3,12), a
Jeremías (Jr 1,8), a Jedeón (Jz 6,12) y a otras personas con una misión
importante en el plan de Dios. María se queda extrañada ante este saludo, y
tratar de saber el significado de aquellas palabras. Es realista. Quiere
entender. No acepta cualquier inspiración.
• El ángel responde: “¡No temas, María!” Como
en la visita del ángel a Zacarías, el ángel recuerda aquí que el primer saludo
de Dios es siempre: ”¡No temas!” Luego el ángel
recuerda las promesas del pasado que se cumplirán mediante el hijo que va a
nacer y que debe recibir el nombre de Jesús. Será llamado Hijo del
Altísimo y en él se realizará el Reino de Dios. Esta es la explicación del
ángel para que María no tenga miedo.
• María tiene conciencia de la misión que está
recibiendo, pero sigue siendo realista. No se deja embalar por la grandeza de
la oferta y mira su condición. Analiza la oferta a partir de los criterios que
tiene a su disposición. Humanamente hablando, no es posible: “¡Cómo
podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?”
• El ángel explica que el Espíritu Santo, presente en
la Palabra de Dios desde el día de la Creación (Génesis 1,2), consigue realizar
cosas que parecen imposibles. Por esto, el Santo que va a
nacer de María será llamado Hijo de Dios. El milagro se repite hoy.
Cuando la Palabra de Dios es acogida por los pobres, algo nuevo acontece por el
poder del Espíritu Santo. Algo tan nuevo y sorprendente como que un hijo va a
nacer de una virgen o un hijo va a nacer de una mujer ya entrada en edad como
Isabel, de la que todos decían que ¡no podía tener hijos! Y el ángel añade:
“¡Ahí tienes a tu parienta, Isabel: se encuentra ya en el sexto mes del
embarazo!”
• La respuesta del ángel aclara todo para Maria, y
ella se entrega: “¡He aquí la sierva del Señor! Hágase en mí según su
Palabra”. Maria usa para si el título de Sierva, sirvienta del Señor. Este
título viene de Isaías, que presenta la misión del pueblo no como un
privilegio, sino como un servicio a los otros pueblos (Is
42,1-9; 49,3-6). Más tarde, Jesús definirá también su misión como un
servicio: “No vine para ser servido, sino para servir” (Mt
20,28). ¡Aprendió de su Madre!
4) Para la reflexión
personal
• ¿Qué es lo que más te
llama la atención en la visita del ángel Gabriel a Maria?
• Jesús elogio a su madre
cuando dice: “Dichosos aquellos que oyen la Palabra y la ponen
en práctica” (Lc 11,28).
¿Cómo se relacionó María con la Palabra de Dios durante la visita del ángel?
5) Oración final
Del Señor es la tierra y
cuanto la llena,
el orbe y cuantos lo habitan,
pues él lo fundó sobre los mares,
lo asentó sobre los ríos. (Sal 24,1-2)
el orbe y cuantos lo habitan,
pues él lo fundó sobre los mares,
lo asentó sobre los ríos. (Sal 24,1-2)
Orden de los Carmelitas