¡Amor y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la la 19a
semana del Tiempo Ordinario, Ciclo C.
Dios nos
bendice…
Lectio Divina: Mateo 19,13-15
Lectio
Sábado, 17 Agosto ,
2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y
eterno, a quien podemos llamar Padre; aumenta en nuestros corazones el espíritu
filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor.
2) Lectura del
Evangelio
Del
Evangelio según Mateo 19,13-15
Entonces le fueron
presentados unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los
discípulos les reñían. Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y
no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.»
Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.
3) Reflexión
• El Evangelio es bien
breve. Apenas tres versículos. Describe cómo Jesús acoge a los niños.
• Mateo 19,13: La actitud de los discípulos ante
los niños. Llevaron a los niños ante
Jesús, para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos
reñían a las madres. ¿Por qué? Probablemente, de acuerdo con las normas severas
de las leyes de la impureza, los niños pequeños en las condiciones en las que
vivían, eran considerados impuros. Si hubiesen tocado a Jesús, Jesús hubiera
quedado impuro. Por esto, era importante evitar que llegasen cerca y le
tocaran. Pues ya había acontecido una vez, cuando un leproso tocó a Jesús.
Jesús, quedó impuro y no podía entrar en la ciudad. Tenía que estar en lugares
desiertos (Mc 1,4-45)
• Mateo
19,14-15: La
actitud de Jesús: acoge y defiende la vida de los niños. Jesús reprende a los discípulos diciendo: “Dejad que los niños vengan a mí,
y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los
Cielos”. A Jesús no le importa
transgredir las normas que impedían la fraternidad y la acogida que había que
reservar a los pequeños. La nueva experiencia de Dios como Padre marcó la vida
de Jesús y le dio una mirada nueva para percibir y valorar la relación entre
las personas. Jesús se coloca del lado de los pequeños, de los excluidos y
asume su defensa. Impresiona cuando se junta todo lo que la Biblia informa
sobre las actitudes de Jesús en defensa de la vida de los niños, de los
pequeños:
a)
Agradecer por el Reino presente en los pequeños. La alegría de Jesús es grande, cuando percibe que los niños, los
pequeños, entienden las cosas del Reino que él anunciaba a la gente. “Padre,
¡yo te agradezco!” (Mt 11,25-26) Jesús reconoce que los pequeños entienden del
Reino más que los doctores!
b)
Defender el derecho a gritar. Cuando
Jesús, al entrar en el Templo, derribó las mesas de los mercaderes, eran los
niños los que gritaban: “¡Hosanna al hijo de David!” (Mt 21,15). Criticados por
los jefes de los sacerdotes y por los escribas, Jesús los defiende y en su
defensa invoca las Escrituras (Mt 21,16).
c)
Identificarse con los pequeños. Jesús
abraza a los niños y se identifica con ellos. Quien recibe a un niño, recibe a
Jesús (Mc 9, 37). “En
verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños,
a mí me lo hicisteis.” (Mt 25,40).
d)
Acoger y no escandalizar. Una de las
palabras más duras de Jesús es contra los que causan escándalo a los pequeños, esto es, son el motivo por el
cual los pequeños dejan de creer en Dios. Para éstos, mejor sería que le
cuelguen una piedra de molino y le hundan en lo profundo del mar (Lc 17,1-2; Mt
18,5-7). Jesús condena el sistema, tanto político como religioso, que es el
motivo por el cual la gente humilde, los niños, pierden su fe en Dios.
e)
Volverse como niños. Jesús pide que
los discípulos se vuelvan como niños y acepten el Reino como niños. Sin eso, no
es posible entrar en el Reino (Lc 9,46-48). ¡Coloca a los niños como profesores
de adultos! Lo cual no es normal. Acostumbramos hacer lo contrario.
f)
Acoger y tocar. (El evangelio de
hoy). Las madres con niños se acercan a Jesús para pedir la bendición. Los
apóstoles reaccionan y los alejan. Jesús corrige a los adultos y acoge a las
madres con los niños. Los toca y les da un abrazo.
“¡Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis!” (Mc 10,13-16; Mt
19,13-15). Dentro de las normas de la época, tanto las madres como los niños
pequeños, todos ellos vivían prácticamente, en un estado de impureza legal.
¡Tocarlos significaba contraer impureza! Jesús no se incomoda.
g)
Acoger y curar. Son muchos los niños
y los jóvenes que acoge, cura y resucita: la hija de Jairo, de 12 años (Mc
5,41-42), la hija de la mujer Cananea (Mc 7,29-30), el hijo de la viuda de Naim
(Lc 7,14-15), el niño epiléptico (Mc 9,25-26), el hijo del Centurión (Lc
7,9-10), el hijo del funcionario público(Jo 4,50), el niño de los cinco panes y
de los dos peces (Jn 6,9).
4) Para la relación
personal
• Niños: ¿Qué has
aprendido de los niños a lo largo de tu vida? ¿Qué han aprendido los niños de
ti sobre Dios y sobre la vida?
• ¿Qué imagen de Dios
irradio para los niños? ¿La de un Dios severo, bondadoso, distante o ausente?
5) Oración final
Crea en mí, oh Dios,
un corazón puro,
renueva en mi interior
un espíritu firme;
no me rechaces lejos
de tu rostro,
no retires de mí tu
santo espíritu. (Sal 51,12-13)
Orden de los Carmelitas