¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este viernes de la 4ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos bendice...
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Eclesiástico Ecli. 47,2-11
Como la grasa es lo mejor del sacrificio, así David es el mejor de Israel. Jugaba con leones como con cabritos, y con osos como con corderillos; siendo un muchacho, mató a un gigante, removiendo la afrenta del pueblo, cuando su mano hizo girar la honda, y derribó el orgullo de Goliat. Invocó al Dios Altísimo, quien hizo fuerte su diestra para eliminar al hombre aguerrido y restaurar el honor de su pueblo. Por eso le cantaban las mozas, alabándolo por sus diez mil. Ya coronado, peleó y derrotó a sus enemigos vecinos, derrotó a los filisteos hostiles, quebrantando su poder hasta hoy.
De todas sus empresas daba gracias, alabando la gloria del Dios Altísimo; de todo corazón amó a su Creador, entonando salmos cada día; trajo instrumentos para servicio del altar y compuso música de acompañamiento; celebró solemnemente fiestas y ordenó el ciclo de las solemnidades; cuando alababa el nombre santo, de madrugada, resonaba el rito. El Señor perdonó su delito y exaltó su poder para siempre; le confirió el poder real y le dio un trono en Jerusalén.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 18 (17) 31.47
R: Bendito sea mi Dios y Salvador
Perfecto es el camino de Dios,
acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen. R.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre. R.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6, 14-29
El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido por todas partes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado, y por eso se manifiestan en él poderes milagrosos» Otros afirmaban: «Es Elías.» Y otros: «Es un profeta como los antiguos.» Pero Herodes, al oír todo esto, decía: «Este hombre es Juan, a quien yo mandé decapitar y que ha resucitado.»
Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano.» Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados, que el rey dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.» Y le aseguró bajo juramento: «Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» Ella fue a preguntar a su madre: « ¿Qué debo pedirle?» «La cabeza de Juan el Bautista», respondió esta.
La joven volvió rápidamente a donde estaba el rey y le hizo este pedido: «Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.»
El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los convidados, no quiso contrariarla. En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Hoy, antes de seguir con la historia de Salomón, hacemos una breve incursión en el libro del Eclesiástico (Ben Sira), para escuchar un canto de alabanza a la figura de David, cuya historia hemos ido leyendo en estas semanas.
- El canto de Ben Sira resume lo que representa David para la historia de este pueblo de Israel, y por tanto también para nosotros, porque somos sus herederos. No podemos olvidar que Jesús de Nazaret, el Mesías, ha venido de la casa de David y los evangelios le llaman muchas veces «hijo de David».
- Además de recordar episodios más o menos llamativos de su vida; de niño, de joven, de rey, con una rápida alusión a su pecado y a su perdón; el autor del libro sapiencial resalta sobre todo lo litúrgico y cultual que realizó David en su papel sacerdotal al frente del pueblo: daba gracias y alababa a Dios, entonaba salmos cada día, compuso música para el culto e introdujo instrumentos, celebró solemnes fiestas, ordenó el ciclo del año litúrgico.
- Su obra, fue social y políticamente decisiva para su pueblo, también en cuanto a la vida religiosa. Con sus defectos y fallos David, fue un gran hombre y un creyente, y Dios no le retiró su favor.
- Es una figura precursora del Mesías: “el Hijo de David”, Cristo Jesús.
***
- La actividad misionera de Jesús, prolongada ahora en los discípulos, extiende la fama pero también los interrogantes sobre su persona. Entre el envío de los discípulos y el regreso de su misión, Marcos introduce dos relatos, en el primero la gente opina sobre Jesús y en el segundo se presenta el martirio de Juan el Bautista.
- El evangelista, de forma sutil pero clara, está anunciando la suerte que correrá Jesús con su predicación tan impetuosa y transformadora, y la posible suerte que correrían el grupo de sus discípulos, si se comprometen con seriedad y dedicación al anuncio de la llegada inminente del Reino, y de la necesidad de un cambio de vida para asumir esta causa.
- Juan el Bautista es admirado por su ejemplo de entereza en la defensa de la verdad y su valentía en la denuncia del mal. Por eso Herodes lo aprecia y respeta, a pesar de que, esa denuncia lo perjudicaba. Pero la debilidad de este rey, que le había quitado injustamente la mujer a su hermano Felipe, y las intrigas de la mujer y de su hija, acabaron con su vida. El profeta no podía permanecer imparcial ante esta injusticia.
- Herodías, aprovechó la fiesta de cumpleaños de Herodes y utilizando a su hija como señuelo, la hizo danzar. Esto agradó tanto a Herodes que prometió a la joven darle lo que pidiese, incluso si fuera necesario la mitad de su reino. A Herodías, le bastó la cabeza del profeta. Herodes por no quedar mal ante la corte se ve obligado a cumplir su promesa.
- Juan el Bautista es fiel, hasta sus últimas consecuencias, a Aquel que lo envió. Al entregar su vida, da paso para que la Buena Nueva del amor de Dios, a los hombres, se centre sólo en Aquel que Dios nos envía.
- Si bien el Señor no pide a todos los cristianos que derramen su sangre en testimonio de su fe, reclama de todos una firmeza heroica para proclamar la verdad con la vida y la palabra en medio del mundo, en las circunstancias en las que nos ha colocado la vida. Habrá ocasiones en las que no podremos permanecer en silencio, sino que tendremos que denunciar el mal allí donde se manifiesta. No podemos pasar de largo ante la pobreza, el hambre provocada por sistemas injustos. No podemos cerrar la boca ante los desvalidos que son injustamente tratados. No podemos poner la mirada en otra parte cuando vemos el deterioro que la droga, la falta de oportunidades y una cultura vacía de valores, provocan en las generaciones más jóvenes.
- Pero no sólo podemos limitarnos a denunciar el pecado; Cristo tiene que llegar a todos como verdad, vida y camino de salvación. Por eso, abiertos al Evangelio y a las inspiraciones del Espíritu Santo, tenemos que ser creativos, al proponer caminos que, desde el Evangelio, ayuden al hombre a verse libre de sus esclavitudes.
- Derramar hoy nuestra sangre por fidelidad al Evangelio, es no tener miedo a derramar nuestro tiempo, nuestras capacidades en la lucha por el bien de nuestros hermanos, con la certeza que sólo el Señor es nuestra herencia. Vivamos en plenitud nuestro compromiso con el Señor y, con la misión que Él nos ha confiado, con palabras valientes, pero sobre todo con una vida coherente que sea como un signo profético en medio de un mundo que levanta altares a dioses falsos.
PARA DISCERNIR
- ¿Vivimos la verdad del Evangelio a medias?
- ¿Nos animamos a dar un paso más aunque nos cueste tiempo y renuncias?
- ¿Estamos dispuestos nosotros a seguir el camino de la entrega incondicional?
ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES
Vicaría de Pastoral