¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a través del método de
la lectio divina, en este viernes de
la 3ª semana de Cuaresma.
Dios nos bendice ...
LECTIO DIVINA: MARCOS
12,28B-34
Lectio:
Tiempo de Cuaresma
1) ORACIÓN INICIAL
Infunde, Señor, tu gracia
en nuestros corazones para que sepamos dominar nuestro egoísmo y secundar las
inspiraciones que nos vienen del cielo. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según
Marcos 12,28b-34
Se acercó uno de los
escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le
preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó:
«El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y
amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy
bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de
Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las
fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y
sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo:
«No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle
preguntas.
3) REFLEXIÓN
• En el Evangelio de hoy
(Mc 12,28b-34), los escribas y los doctores quieren saber de Jesús cuál es el
mayor mandamiento. Hoy también mucha gente quiere saber qué es lo más
importante en la religión. Algunos dicen: ser bautizados. Otros: la oración.
Otros dicen: ir a Misa o participar en el culto del domingo. Otros: amar al
prójimo y luchar por un mundo más justo. Otros se preocupan sólo de las
apariencias y de los cargos de la iglesia.
• Marco 12,28: La pregunta
del doctor de la Ley. Poco antes de la pregunta del escriba, la discusión había
sido con los saduceos entorno a la fe en la resurrección (Mc 12,23-27). Al
doctor, que había asistido al debate, le había gustado la respuesta de Jesús, y
había percibido en él una gran inteligencia. Quiso aprovechar la ocasión para
plantear una pregunta y recibir una aclaración: “¿Cuál es el mayor de todos los
mandamientos?” En aquel tiempo, los judíos tenían una gran cantidad de normas para
reglamentar la práctica y la observancia de los Diez Mandamientos de la Ley de
Dios. Algunos decían: “Todas estas normas tienen el mismo valor, pues vienen
todas de Dios. No nos compite introducir distinciones en las cosas de Dios”. Otro
decía: “¡Algunas leyes son más importantes que otras y, por ello, obligan más!”
El doctor quiere saber la opinión de Jesús.
• Marcos 12,29-31: La
respuesta de Jesús. Jesús responde citando un pasaje de la Biblia para decir
que el mandamiento mayor es “¡amar a Dios con todo el corazón, con toda la
mente y con toda la fuerza!” (Dt 6,4-5). En el tiempo de Jesús, los judíos
piadosos recitaban esta frase tres veces al día: por la mañana, a medio día y
por la noche. Era tan conocida entre ellos como entre nosotros el Padre Nuestro.
Y Jesús añade, citando de nuevo la Biblia: “El segundo es éste: ‘Amarás tu
prójimo como a ti mismo’ (Lev 19,18). No existe otro mandamiento mayor que
estos dos”. Respuesta breve y ¡muy profunda! Es el resumen de todo lo que Jesús
ha enseñado sobre Dios y sobre la vida (Mt 7,12).
• Marcos 12,32-33: La
respuesta del doctor de la ley. El doctor concuerda con Jesús y concluye: “Sí,
amar a Dios y amar al prójimo es mucho más importante que todos los holocaustos
y todos los sacrificios”. Es decir, el mandamiento del amor es más importante
que los mandamientos relacionados con el culto y los sacrificios del Templo.
Esta afirmación viene de los profetas del Antiguo Testamento (Os 6,6; Sal
40,6-8; Sal 51,16-17). Hoy diríamos que la práctica del amor es más importante
que las novenas, las promesas, las misas, los rezos y las procesiones.
• Marcos 12,34: El resumen
del Reino Jesús confirma la conclusión del doctor y dice: “¡No estás lejos del
Reino de Dios!” De hecho, el Reino de Dios consiste en unir los dos amores:
amor a Dios y amor al prójimo. Pues si Dios es Padre/Madre, nosotros todos
somos hermanos y hermanas, y tenemos que mostrarlo en la práctica, viviendo en
comunidad. "¡De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los
profetas!" (Mt 22,40) Los discípulos y las discípulas tienen que ponerse
en la memoria, en la inteligencia, en el corazón, en las manos y en los pies
esta ley mayor, pues no se llega a Dios de no ser a través la entrega total al
prójimo.
• Jesús había dicho al
doctor de la Ley: "¡No estás lejos del Reino!" (Mc 12,34). El doctor
ya estaba cerca, pero para poder entrar en el Reino tenía que dar un paso más.
En el AT el criterio del amor al prójimo era: “Amar el prójimo como a sí
mismo”. En el NT, Jesús ensancha el sentido del amor: “¡Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado! (Jn 15,12-13). Ahora el criterio
será: “¡Amar al prójimo como Jesús nos amó!”. Es el camino seguro para llegar a
una convivencia más justa y más fraterna.
4) PARA LA REFLEXIÓN
PERSONAL
• Para ti, ¿qué es lo más
importante en la religión?
• Nosotros hoy, ¿estamos
más cerca o más lejos del Reino de Dios del doctor que fue elogiado por Jesús?
¿Qué piensas?
5) ORACIÓN FINAL
Señor, ningún dios como
tú,
no hay obras como las tuyas;
pues eres grande y haces maravillas,
tú solo eres Dios. (Sal 86,8.10)
no hay obras como las tuyas;
pues eres grande y haces maravillas,
tú solo eres Dios. (Sal 86,8.10)
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