¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este lunes de la 3ª semana de Pascua, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Juan 6,22-29
Lectio
Lunes,
27 de abril de 2020
1)
Oración inicial
¡Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que
andan extraviados, para que puedan volver al buen camino!; concede a todos los
cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre y cumplir cuanto en él se
significa. Por nuestro Señor.
2)
Lectura
Del Evangelio según Juan 6,22-29
Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro
lado del mar vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había
montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían
marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían
comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus
discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún, en busca de Jesús. Al
encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabí, ¿cuándo has llegado aquí?»
Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no
porque habéis visto signos, sino porque habéis comido de los panes y os habéis
saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que
permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es
a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.» Ellos le dijeron: « ¿Qué
hemos de hacer para obrar las obras de Dios?» Jesús les respondió: «La obra de
Dios es que creáis en quien él ha enviado.»
3)
Reflexión
• En el evangelio de hoy iniciamos la reflexión sobre el
Discurso del Pan de Vida (Jn 6,22-71), que se prolongará durante los próximos
seis días, hasta el final de esta semana. Después de la multiplicación de los
panes, el pueblo se fue detrás de Jesús. Había visto el milagro, había comido
hasta saciarse y ¡quería más! No trató de buscar la señal o la llamada de Dios
que había en todo esto. Cuando la gente encontró a Jesús en la sinagoga de
Cafarnaún, tuvo con él una larga conversación, llamada el Discurso del Pan de
Vida. No es propiamente un discurso, pero se trata de un conjunto de siete
breves diálogos que explican el significado de la multiplicación de los panes
como símbolo del nuevo Éxodo y de la Cena Eucarística.
• Es bueno tener presente la división del capítulo para
poder percibir mejor su sentido:
6,1-15: el pasaje sobre la multiplicación de los panes
6,16-21: la travesía del lago, y Jesús que camina sobre las aguas
6,22-71: el diálogo de Jesús con la gente, con los judíos y con los discípulos
1º diálogo: 6,22-27 con la gente: la gente busca a Jesús y lo encuentra en Cafarnaún
2º diálogo: 6,28-34 con la gente: la fe como obra de Dios y el maná en el desierto
3º diálogo: 6,35-40 con la gente: el pan verdadero es hacer la voluntad de Dios
4º diálogo: 6,41-51 con los judíos: murmuraciones de los judíos
5º diálogo: 6,52-58 con los judíos: Jesús y los judíos
6º diálogo: 6,59-66 con los discípulos: reacción de los discípulos
7º diálogo: 6,67-71 con los discípulos: confesión de Pedro
6,16-21: la travesía del lago, y Jesús que camina sobre las aguas
6,22-71: el diálogo de Jesús con la gente, con los judíos y con los discípulos
1º diálogo: 6,22-27 con la gente: la gente busca a Jesús y lo encuentra en Cafarnaún
2º diálogo: 6,28-34 con la gente: la fe como obra de Dios y el maná en el desierto
3º diálogo: 6,35-40 con la gente: el pan verdadero es hacer la voluntad de Dios
4º diálogo: 6,41-51 con los judíos: murmuraciones de los judíos
5º diálogo: 6,52-58 con los judíos: Jesús y los judíos
6º diálogo: 6,59-66 con los discípulos: reacción de los discípulos
7º diálogo: 6,67-71 con los discípulos: confesión de Pedro
• La conversación de Jesús con la gente, con los judíos y
con los discípulos es un diálogo bonito, pero exigente. Jesús trata de abrir
los ojos de la gente para que aprenda a leer los acontecimientos y descubra en
ellos el rumbo que debe tomar en la vida. Pues no basta ir detrás de las
señales milagrosas que multiplican el pan para el cuerpo. No de sólo pan vive
el hombre. La lucha por la vida sin una mística no alcanza la raíz. En la
medida en que va conversando con Jesús, la gente se queda cada vez más
contrariada por las palabras de Jesús, pero él no cede, ni cambia las
exigencias. El discurso parece moverse en espiral. En la medida en que la
conversación avanza, hay cada vez menos gente que se queda con Jesús. Al final
quedan solamente los doce, y Jesús ¡no puede confiar ni siquiera en ellos! Hoy
sucede lo mismo. Cuando el evangelio empieza a exigir un compromiso, mucha
gente se aleja.
• Juan 6,22-27: La gente busca a Jesús porque quiere más
pan. La gente va detrás de Jesús. Ve que no ha entrado en la barca con los discípulos
y, por ello, no entiende cómo ha hecho para llegar a Cafarnaúm. Tampoco
entiende el milagro de la multiplicación de los panes. La gente ve lo que
acontece, pero no llega a entender todo esto como una señal de algo más
profundo. Se detiene en la superficie: en la hartura de la comida. Busca pan y
vida, pero sólo para el cuerpo. Según la gente, Jesús hizo lo que Moisés había
hecho en el pasado: alimentar a todos en el desierto, hasta la saciedad. Yendo
detrás de Jesús, ellos querían que el pasado se repitiera. Pero Jesús pide a la
gente que dé un paso más. Además del trabajo por el pan que perece, debe
trabajar por el alimento que no perece. Este nuevo alimento lo dará el Hijo del
Hombre, indicado por Dios mismo. El nos da la vida que dura por siempre. El
abre para nosotros un horizonte sobre el sentido de la vida y sobre Dios.
• Juan 6,28-29: ¿Cuál es la obra de Dios? La gente
pregunta: ¿Qué debemos hacer para realizar este trabajo (obra) de Dios? Jesús
responde que la gran obra que Dios nos pide “es creer en aquel que Dios envió”.
O sea, ¡creer en Jesús!
4)
Para la reflexión personal
• La gente tenía hambre, comió el pan y buscó más pan.
Buscó el milagro y no la señal de Dios que en el milagro se escondía. ¿Qué es
lo que más busco en mi vida: el milagro o la señal?
• Por un momento, haz silencio dentro de ti y pregúntate: “Creer en Jesús: ¿qué significa esto para mí, bien concretamente en mi vida de cada día?”
• Por un momento, haz silencio dentro de ti y pregúntate: “Creer en Jesús: ¿qué significa esto para mí, bien concretamente en mi vida de cada día?”
5)
Oración final
Señor, te conté mi vida y me respondiste,
enséñame tus preceptos.
Indícame el camino hacia tus mandatos
y meditaré en todas tus maravillas. (Sal 119,26-27)
enséñame tus preceptos.
Indícame el camino hacia tus mandatos
y meditaré en todas tus maravillas. (Sal 119,26-27)
Orden de los Carmelitas
¡