¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes de
la 25ª semana del tiempo ordinario.
Dios nos bendice...
Evangelio según San Lucas 8,16-18.
Jesús dijo a la gente: "No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien, porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree tener".
Comentario
Las imágenes del evangelio son bastante conocidas
en el mundo bíblico y enfatizan que el mensaje de Jesús “alumbra” a toda la
humanidad. La imagen de la lámpara era una metáfora aplicada a los profetas.
Lucas utiliza dos oraciones en “pasivo divino”
(donde Dios es el sujeto), que especifican que el protagonista es Dios. En la
primera oración, Dios es quien manifiesta, revela, descubre y señala ante toda
la humanidad, a Jesús, el profeta de la luz. El mensaje de Jesús, no puede ser
escondido porque la misión de Dios/Jesús es ser luz para transformar vidas y
crear nuevas relaciones.
En la segunda oración, Dios es quien puede “dar al
que tiene y quitarle al que no tiene”. Esto resulta ininteligible, pero si nos
adentramos en la lógica de Lucas, resulta obvio lo que se espera del discípulo
de Jesús. Lucas invita a la comunidad a “prestar atención y oír bien”. Lucas
esta preocupado no solamente en el “oír” (primera condición del discipulado),
sino en el oír bien como exigencia de renuncia y de apertura del auténtico
discípulo para formar nuevas relaciones. El oír bien transforma al discípulo en
otra luz y en otro cristo. ¿Es tu servicio luz para la comunidad?
Servicio Bíblico Latinoamericano