jueves, 26 de octubre de 2017

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario, en este jueves de la 29ª semana del tiempo ordinario.

Dios nos bendice...

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 19-23

Uso un lenguaje corriente, adaptándome a vuestra debilidad, propia de hombres; quiero decir esto: si antes cedisteis vuestros miembros como esclavos a la inmoralidad y al desorden, para el desorden total, ponedlos ahora al servicio de la justicia para vuestra santificación. Cuando erais esclavos del pecado, la justicia no os gobernaba. ¿Qué frutos dabais entonces? Frutos de los que ahora os avergonzáis, porque acaban en la muerte. Ahora, en cambio, emancipados del pecado y hechos esclavos de Dios, producís frutos que llevan a la santidad y acaban en vida eterna. Porque el pecado paga con muerte, mientras que Dios regala vida eterna por medio de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6

R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.

Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 49-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla. ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Comentario


1.1 El pecado tiene atractivo, si no nunca pecaríamos. Y es ese atractivo lo que nos empuja y luego nos retiene bajo su poder. La mentira produce utilidades, ser soberbio acaricia el propio ego, la lujuria deleita los sentidos hasta enloquecerlos, la codicia engendra sensación de poder y valer, y así sucesivamente.

1.2 Ahora bien, el pecado tiene un frente tan hermoso como desastroso es su desenlace. Y esa es la clave para vencerle. La memoria del desenlace apaga el encanto de las nuevas acometidas del mal. De ahí la pregunta de Pablo en la primera lectura de hoy: "¿qué frutos recogieron entonces de aquello que ahora los llena de vergüenza? Ninguno, pues son cosas que conducen a la muerte."

1.3 Aquí asoma la eficacia de la memoria, como POTENCIA del alma. Hay poder en la memoria, porque en ella está la semilla de verdad que nos libera en profundidad de las secuelas de la tentación y del pecado. Así el mal queda desenmascarado. Y cuando el mal se ve obligado a mostrar su verdadero y monstruoso rostro ya no tiene poder.

2. La Verdad, como una Espada

2.1 Hay en el Evangelio una verdad maravillosamente consoladora: el amor de Dios que se ha manifestado en el sacrificio redentor de Cristo. Pero esta verdad necesita muchas veces abrirse paso a través de las nubes y engaños que acarician y adormecen nuestra conciencia.

2.2 En ese "abrirse paso" la verdad nos llama a despertar, y a veces es difícil despertar, como lo habrá comprobado todo el que quiera llamar del sueño a un niño pequeño. A menudo el niño se queja y hasta dice palabras agrias al que trata de llamarlo.

2.3 Pues bien, el mundo duerme, y ama su sueño. El mundo duerme y odiará al que quiera despertarlo, aunque eventualmente algunos de los que despierten rezongando luego agradecerán con lágrimas de gozo lo que antes denigraron.

http://fraynelson.com/homilias.html.

-->