¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este lunes de la
XVI Semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MATEO
12,38-42
Lectio:
Lunes, 23 Julio, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Muéstrate propicio con tus
hijos, Señor, y multiplica sobre ellos dones de tu gracia, para que, encendidos
de fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley.
Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Mateo 12,38-42
Entonces le interpelaron
algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver un signo hecho por ti.» Mas
él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le
dará otro signo que el signo del profeta Jonás. Porque de la misma manera que
Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el
Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los
ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán;
porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más
que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación
y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la
sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos
relata una discusión entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Esta
vez son los doctores de la ley quienes piden a Jesús que haga una señal para
ellos. Jesús había realizado ya muchas señales: había curado al leproso (Mt
8,1-4), al empleado del centurión (Mt 8,5-13), a la suegra de Pedro (Mt
8,14-15), a los enfermos y poseídos de la ciudad (Mt 8,16), había calmado la
tempestad (Mt 8,23-27), había expulsado los demonios (Mt 8,28-34) y había hecho
muchos otros milagros. La gente, viendo las señales, reconoció en Jesús al
Siervo de Yahvé (Mt 8,17; 12,17-21). Pero los doctores y los fariseos no fueron
capaces de percibir el significado de tantas señales que Jesús había realizado.
Ellos querían algo diferente.
• Mateo 12,38: Los
doctores y los fariseos piden una señal. Los fariseos llegan y dicen a Jesús:
"Maestro, queremos ver una señal realizada por ti". Quieren que Jesús
realice para ellos una señal, un milagro para que puedan examinar y verificar
si Jesús es o no el enviado por Dios según lo imaginaban y esperaban. Quieren
someterle a prueba. Quieren que Jesús se someta a sus criterios para que puedan
enmarcarlo dentro del esquema de su mesianismo. No hay en ellos apertura para
una posible conversión. No habían entendido nada de todo lo que Jesús había
hecho.
• Mateo 12,39: La
respuesta de Jesús: la señal de Jonás. Jesús no se somete a la petición de las
autoridades religiosas, pues no hay sinceridad en su petición.
"¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le dará otro signo
que el signo del profeta Jonás¡”. Estas palabras profieren un juicio muy fuerte
respecto a los doctores y a los fariseos. Evocan el oráculo de Oseas que
denunciaba a la gente como esposa infiel y adúltera (Os 2,4). El evangelio de
Marcos dice que Jesús, ante la petición de los fariseos, suelta un profundo
suspiro (Mc 8,12), probablemente de disgusto y de tristeza ante una ceguera tan
grande. Pues de nada sirve mostrar un cuadro bonito a aquel que no quiere abrir
los ojos. ¡Quien cierra los ojos no puede ver! La única señal que se les dará
es la señal de Jonás.
• Mateo 12,41: Aquí hay
algo más que Jonás. Jesús apunta hacia el futuro: “Así como Jonás estuvo tres
días y tres noches en el vientre del cetáceo, así también el Hijo del Hombre
pasará tres días y tres noches en el seno de la tierra”. Es decir, la única
señal será la resurrección de Jesús, que se prolongará en la resurrección de
sus seguidores. Esta es la señal que, en el futuro, se dará a los doctores y a
los fariseos. Se confrontarán con el hecho de que Jesús, será por ellos
condenado a muerte, y a una muerte de cruz, y Dios le resucitará y le seguirá
resucitando de muchas maneras en los que creerán en él, por ejemplo, le
resucitará en el testimonio de los apóstoles, “personas iletradas” que tuvieron
el valor de enfrentarse a las autoridades anunciando la resurrección de Jesús
(Hec 4,13). ¡Lo que convierte es el testimonio! No los milagros: “Los ninivitas
se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se
convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.”. La
gente de Nínive se convirtió ante el testimonio de la predicación de Jonás y
denunció la incredulidad de los doctores y de los fariseos. Pues “aquí hay algo
más que Jonás”.
• Mateo 12,42: Aquí hay
algo más que Salomón. La alusión a la conversión de la gente de Nínive se
asocia y hace recordar el episodio de la Reina de Sabá: “La reina del Mediodía
se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino
de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más
que Salomón.". Esta evocación casi ocasional del episodio de la Reina de
Sabá que reconoció la sabiduría de Salomón, muestra cómo se usaba la Biblia en
aquel tiempo. Era por asociación. La regla principal de la interpretación era
ésta: “La Biblia se explica por la Biblia”. Hasta hoy, ésta es una de las
normas más importantes para la interpretación de la Biblia, sobre todo para la
lectura orante de la Palabra de Dios.
4) Para la reflexión
personal
• Convertirse es mudar no
sólo de comportamiento moral, sino que también de ideas y de modo de pensar.
Moralista es aquel que muda de comportamiento, pero guarda inalterable su
manera de pensar. Yo, ¿cómo soy?
• Ante la actual
renovación de la Iglesia, ¿soy el fariseo que pide una señal o soy como la
gente que reconoce que éste es el camino que Dios quiere?
5) Oración final
Pues tu amor, Señor, es
mejor que la vida,
por eso mis labios te alaban,
así quiero bendecirte en mi vida,
levantar mis manos en tu nombre. (Sal 63,4-5)
por eso mis labios te alaban,
así quiero bendecirte en mi vida,
levantar mis manos en tu nombre. (Sal 63,4-5)
Orden de los Carmelitas