viernes, 28 de octubre de 2016

Como iglesia que somos, ¿promovemos la fraternidad cristiana?

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la 1ª. Lectura de la Santa Misa, el Evangelio y el comentario, en este viernes en que celebramos la fiesta de los santos Simón y Judas, apóstoles.

Dios nos bendice...

Carta de San Pablo a los Efesios 2,19-22. 
Hermanos: Ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios. Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para constituir un templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu. 
Evangelio según San Lucas 6,12-19. 
Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.  

Comentario

Hoy celebramos a los Santos Apóstoles Simón, “el rebelde” y Judas, “Tadeo”. El pasaje del evangelio nos ofrece el relato de la elección de los doce apóstoles porque allí aparecen estos dos que conmemoramos hoy.

La elección realizada surge de un momento fuerte de discernimiento de Jesús, pasa la noche en vela orando a Dios, pues a los elegidos les encomendará continuar y extender el Reino que viene a ofrecer a la humanidad como camino seguro de realización humana.

Nosotros al estilo de los apóstoles, dice Pablo en la carta a los Efesios, formamos también parte de esta familia de Dios que es la Iglesia y que está fundamentada en los apóstoles y profetas y éstos a su vez en Cristo, cabeza de la Iglesia y piedra angular de este edificio.

Esta memoria de los apóstoles nos debe llevar a recordar que tenemos raíces eclesiales, estamos llamados a formar y promover la solidaridad humana y por la fe, la esperanza y la caridad formar y vivir la fraternidad siendo un solo corazón y una sola alma, mostrando que es posible vivir de otra manera, que merece la pena porque es un camino hacia la felicidad verdadera.

¿Cómo promueves la fraternidad cristiana en tu vida social y laboral?

Servicio Bíblico Latinoamericano