¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la 31a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 14,25-33
Lectio
Miércoles, 6
Noviembre , 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Señor de poder y de misericordia, que
has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el servicio de tus fieles;
concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que pos prometes. Por nuestro
Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 14,25-33
Caminaba con él mucha gente y,
volviéndose, les dijo: «Si alguno viene junto a mí y no odia a su padre, a su
madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su
propia vida, no puede ser discípulo mío. El que no lleve su cruz y venga en pos
de mí, no puede ser discípulo mío. «Porque ¿quién de vosotros, que quiere
edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene
para acabarla? No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo
terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: `Éste
comenzó a edificar y no pudo terminar.' O ¿qué rey, antes de salir contra otro
rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede salir al paso del que viene
contra él con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una
embajada para pedir condiciones de paz. Pues, de igual manera, cualquiera de
vosotros que no renuncie a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy habla del
discipulado y presenta las condiciones para que alguien pueda ser discípulo o
discípula de Jesús. Jesús está camino de Jerusalén, donde va a morir en la
Cruz. Este es el contexto en que Lucas coloca las palabras de Jesús sobre el
discipulado.
• Lucas 14,25: Ejemplo de catequesis.
El evangelio de hoy es un ejemplo bonito de cómo Lucas transforma las palabras
de Jesús en catequesis para la gente de las comunidades. Dice: “Caminaba con él
mucha gente. Y volviéndose les dijo”. Jesús habla a grandes multitudes, esto
es, habla a todos, inclusive a la gente de las comunidades del tiempo de Lucas
y nos habla también a nosotros hoy. En la enseñanza que sigue, pone las
condiciones para que alguien sea discípulo de Jesús.
• Lucas 14,25-26: Primera condición:
odiar al padre y a la madre. Algunos le quitan fuerza a la palabra odiar y la
traducen con “dar preferencia a Jesús por encima de los padres”. El texto
original usa la expresión “odiar a los padres”. En otro lugar Jesús manda amar
y honorar a los padres (Lc 18,20). ¿Cómo explicar esta contradicción? ¿Es una
contradicción? En el tiempo de Jesús, la situación social y económica llevaba
las familias a encerrarse en sí mismas y les impedía cumplir con la ley del
rescate (goel), esto es, socorrer a los hermanos y hermanas de la comunidad
(clan) que estaban amenazados de perder su tierra o de caer en la esclavitud
(Cf. Dt 15,1-18; Lev 25,23-43). Encerradas en sí mismas, las familias
debilitaban la vida de comunidad. Jesús quiere rehacer la vida en comunidad.
Por esto, pide que se rompa la visión estrecha de la pequeña familia que se
encierra en sí misma y pide que las familias se abran entre sí en la gran
familia, en la comunidad. Este es el sentido de odiar el padre y la madre, la
mujer, los hijos, los hermanos y hermanas. Jesús mismo, cuando los parientes de
su pequeña familia quieren llevarlo de nuevo a Nazaret, no atiende su petición.
Ignora u odia su petición y alarga la familia diciendo: “Mi hermano, mi
hermana, mi madre son todos aquellos que hacen la voluntad del Padre” (Mc
3,20-21.31-35). Los vínculos familiares no pueden impedir la formación de la
Comunidad. Esta es la primera condición.
• Lucas 14,27: Segunda condición:
cargar la cruz “El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser
discípulo mío.”. Para entender bien el alcance de esta segunda exigencia
debemos mirar el contexto en que Lucas coloca esta palabra de Jesús. Jesús está
yendo hacia Jerusalén donde será crucificado y morirá. Seguir a Jesús y llevar
la cruz detrás de él significa ir con él hasta Jerusalén donde para ser
crucificado como él. Esto evoca la actitud de las mujeres que “habían seguido a
Jesús y le habían servido desde cuando estaba en Galilea. Muchas otras estaban
allí, pues había subido con Jesús a Jerusalén” (Mc 15,41). Evoca también la
frase de Pablo en la carta a los Gálatas: “Cuanto a mí, jamás me gloriaré a no
ser en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado
para mí y yo para el mundo” (Gál 6,14)
• Lucas 14,28-32: Dos parábolas. Las
dos tienen el mismo objetivo: llevar a las personas a pensar bien antes de
tomar una decisión. En la primera parábola dice: “Porque ¿quién de vosotros,
que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver
si tiene para acabarla? No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo
terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: ¡Éste
comenzó a edificar y no pudo terminar!” Esta parábola no necesita explicación,
habla por sí sola: que cada uno reflexione bien sobre su manera de seguir a
Jesús y se pregunte si calculó bien las condiciones antes de tomar la decisión
de ser discípulo de Jesús.
La segunda parábola: “O ¿qué rey,
antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede
salir al paso del que viene contra él con veinte mil? Y si no, cuando el otro
está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz”. Esta
parábola tiene el mismo objetivo que la anterior. Algunos se preguntan: “¿Cómo
es que Jesús se puso a usar un ejemplo de guerra?” La pregunta es pertinente
para nosotros que conocemos las guerras de hoy. Sólo la segunda guerra mundial
(1939 a 1945) causó 54 millones de muertos. En aquel tiempo, las guerras eran
como la competitividad comercial entre las empresas de hoy que luchan para
obtener más beneficios.
• Lucas 14,33: Conclusión para el
discipulado. La conclusión es una sola: seguir a Jesús es una cosa seria. Hoy,
para mucha gente, ser cristiano no es una opción personal, ni una decisión de
vida, sino un simple fenómeno cultural. No se les pasa por la cabeza tomar una
opción. Quien nace brasileño, es brasileño. Mucha gente es cristiana porque
nació así y muere así, sin haber tenido nunca la idea de optar y de asumir lo
que ya es por nacimiento.
4) Para la reflexión
personal
• Ser cristiano es cosa seria. Tengo
que calcular bien mi manera de seguir a Jesús. ¿Cómo acontece esto en mi vida?
• “Odiar a los padres”; Comunidad o
familia. ¿Cómo combinas las dos cosas? ¿Consigues armonizarlas?
5) Oración final
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor, el refugio de mi vida,
¿ante quién temblaré? (Sal 27,1)
Orden de los
Carmelitas