¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este martes de la 32a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 17,7-10
Lectio
Martes,
12 noviembre de 2019
1) Oración inicial
Dios omnipotente y
misericordioso, aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto
nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. Por
nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Lucas 17,7-10
¿Quién de vosotros que
tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice:
`Pasa al momento y ponte a la mesa?' ¿No le dirá más bien: `Prepárame algo para
cenar, y cíñete para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás
tú?' Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron?
De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os mandaron, decid: No
somos más que unos pobres siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
3) Reflexión
• El evangelio de hoy
nos presenta una parábola que se encuentra sólo en el evangelio de Lucas, sin
paralelo en los otros evangelios. La parábola quiere enseñar que nuestra vida
debe caracterizarse por la actitud de servicio. Empieza con tres preguntas y,
al final, Jesús mismo da la respuesta.
• Lucas 17,7-9: Las tres preguntas de Jesús. Se trata de tres preguntas sacadas de la vida de cada
día, para las cuales los oyentes adivinaban ya la respuesta. Las preguntas son
formuladas de tal manera que invitan a cada oyente a que piense en su propia
experiencia y, desde su experiencia, trate de dar una respuesta. La primera
pregunta: “¿Quién
de vosotros que tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del
campo, le dice: `Pasa al momento y ponte a la mesa?” Todo el mundo responderá: “¡No!” Segunda pregunta: “¿No le dirá más bien: `Prepárame algo para cenar, y cíñete
para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás tú?” Todo el mundo contestará: “¡Sí! ¡Claro!” Tercera pregunta: De igual modo “¿Acaso tiene que dar las gracias al
siervo porque hizo lo que le mandaron?
Todo el mundo contestará: “¡No!” Por la
manera que Jesús tiene de plantear preguntas, la gente percibe hacia qué
dirección quiere orientar nuestro pensamiento. Quiere que seamos servidores
unos de otros.
• Lucas 17,10: La respuesta de Jesús. Al final, Jesús mismo saca la conclusión que ya estaba
implícita en las preguntas: “De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os mandaron,
decid: No somos más que unos pobres siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos
que hacer.” Jesús mismo nos da el
ejemplo cuando dice: “El Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir” (Mc 10,45). El servicio es un tema que gusta a
Lucas. El servicio representa la forma como los pobres del tiempo de Jesús,
los anawim, esperaban al Mesías: no como un Mesías glorioso, re,
sumo sacerdote o juez, sino como el Siervo de Yavé,
anunciado por Isaías (Is 42,1-9). A María, la madre de Jesús, se le presenta el
ángel: “He aquí la
sierva del Señor. ¡Hágase en mí según tu palabra!” (Lc 1,38). En Nazaret, Jesús se presenta como
el Siervo, descrito por Isaías (Lc 4,18-19 e Is 61,1-2). En el
bautismo y en la transfiguración, fue confirmado por el Padre que cita las
palabras dirigidas por Dios al Siervo (Lc 3,22;
9,35 e Is 42,1). A sus seguidores Jesús pide “Quien quiere ser el primero, se
haga siervo de todos” (Mt 20,27).
¡Siervos inútiles! Es la definición del cristiano. Pablo habla de esto a los
miembros de la comunidad de Corinto cuando escribe: “Yo planté, Apolo regó; pero quien
dio el crecimiento fue Dios. Ni el que planta, ni el que riega es algo, sino
Dios que da el crecimiento” (1Cor
3,6-7). Pablo y Apolo no son que instrumentos, “servidores”. Lo que vale es
Dios, ¡y sólo El! (1Cor 3,7).
• Servir y ser servido. Aquí, en este texto, el siervo sirve al señor, y no
el señor al siervo. Pero en otro texto de Jesús, se dice lo contrario: “Dichosos los siervos que el señor
encuentra en vela cuando llega; en verdad os digo que se ceñirá, y los sentirá
a la mesa, y se prestará a servirlos” (Lc
12,37). En este texto el señor sirve al siervo, y no el siervo a su señor. En
el primer texto, Jesús habla del presente. En el segundo texto, Jesús habla del
futuro. Este contraste es otra manera de decir: gana su vida aquel que está
dispuesto a perderla por amor a Jesús y al Evangelio (Mt 10,39; 16,25. Quien
sirve a Dios en esta vida, será servido por Dios en la vida futura.
4) Para una reflexión personal
• ¿Cómo defino mi
vida?
• Ponte las mismas
preguntas de Jesús. ¿Vivo como un siervo inútil?
5) Oración final
Conoce el Señor la
vida de los íntegros
su heredad durará para
siempre;
en tiempo de escasez
no se avergonzarán,
en días de penuria
gozarán de hartura. (Sal 37,18-19)
Orden de
los Carmelitas