¡Amor
y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio
divina, en este miércoles de la primera semana del Tiempo Ordinario, ciclo
A.
Dios
nos bendice...
Lectio
Divina: Marcos 1,29-39
Lectio
Miércoles, 15 de enero de 2020
Tiempo
ordinario
1)
Oración inicial
Muéstrate
propicio, Señor, a los deseos y plegarias de tu pueblo; danos luz para conocer
tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor.
Amen.
2)
Lectura
Del
santo Evangelio según Marcos 1,29-39
Cuando
salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La
suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y,
tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
3)
Reflexión
•
Jesús restaura la vida para el servicio. Después de participar en la
celebración del sábado en la sinagoga, Jesús entra en casa de Pedro y cura a la
suegra de éste. La curación hace que la mujer se ponga de pie y atienda a los
demás. Una vez recuperadas la salud y la dignidad, empieza a servir a las
personas. Jesús no solamente sana a la persona, sino que sana para que la
persona se ponga al servicio de la vida.
•
Jesús acoge a los marginados. Al caer de la tarde, terminado el sábado en la
hora en que aparece la primera estrella en el cielo, Jesús acoge y cura a los
enfermos y a los poseídos que la gente le trae. Los enfermos y los poseídos
eran las personas más marginadas en aquella época. No sabían a quién acudir.
Estaban a la merced de la caridad pública. Además de esto, la religión los
consideraba impuras. No podían participar en la comunidad. Era como si Dios las
rechazara y excluyera. Jesús las acoge. Así, aparece en qué consiste la Buena
Nueva de Dios y lo que quiere alcanzar en la vida de la gente: acoger a los
marginados y a los excluidos, y reintegrarlos en la convivencia de la
comunidad.
•
Permanecer unido al Padre por la oración. Jesús aparece rezando. Hace un
esfuerzo muy grande para tener el tiempo y el ambiente apropiado para rezar. Se
levanta antes que los otros, para poder estar a solas con Dios. Muchas veces,
los evangelios, nos hablan de la oración de Jesús en silencio (Mt 14,22-23; Mc
1,35; Lc 5,15-16; 3,21-22). A través de la oración, él mantiene viva en sí la
conciencia de su misión.
•
Mantener viva la conciencia de la misión y no encerrarse en el resultado
obtenido. Jesús se volvió conocido. Todos iban detrás de él. Esta publicidad
gustó a los discípulos. Fueron a buscar a Jesús para llevarlo de nuevo junto
con la gente que lo buscaba, y le dicen: Todos te buscan. Pensaban que Jesús
iba a participar en el banquete. ¡Se engañaban! Jesús no acudió y dijo: Vamos
para otros lugares. ¡He salido para esto precisamente! Seguramente se
extrañaron. Jesús no era como se lo imaginaban. Tenía una conciencia mucho más
clara de su misión y quería transmitirla a los discípulos. No quiere que se
encierren en el resultado ya obtenido. No deben mirar atrás. Al igual que
Jesús, deben mantener bien viva la conciencia de su misión. Es la misión
recibida del Padre la que debe orientarlos en la toma de decisiones.
•
He salido para esto, precisamente. Este fue el primer malentendido entre Jesús
y los discípulos. De momento, no es que una pequeña divergencia. Mas adelante,
en el evangelio de Marcos, este malentendido, a pesar de las muchas
advertencias de Jesús, crece y llega casi a una ruptura entre Jesús y los
discípulos (cf. Mc 8,14-21.32-33; 9,32;14,27). Hoy también existen malentendidos
de cara al rumbo del anuncio de la Buena Nueva. Marcos ayuda a prestar atención
a las divergencias, para no permitir que crezcan hasta llegar a una
ruptura.
4)
Para la reflexión personal
•
Jesús no ha venido para ser servido, sino para servir. La suegra de Pedro
empieza a servir. Yo, ¿hago de mi vida un servicio a Dios y a los hermanos y
hermanas?
• Jesús mantenía viva la conciencia de su misión mediante la oración. ¿Y mi oración?
• Jesús mantenía viva la conciencia de su misión mediante la oración. ¿Y mi oración?
5)
Oración final
¡Cantad
al Señor, bendecid su nombre!
Anunciad su salvación día a día,
contad su gloria a las naciones,
sus maravillas a todos los pueblos. (Sal 96,2-3)
Anunciad su salvación día a día,
contad su gloria a las naciones,
sus maravillas a todos los pueblos. (Sal 96,2-3)
Orden
de los Carmelitas