¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves de la 2ª semana de Pascua, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio Lectio: Juan
3,31-36
Lectio
Jueves, 23 de abril de 2020
1) Oración inicial
Te pedimos Señor, que los
dones recibidos en esta Pascua den fruto abundante en toda nuestra vida. Por
nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Juan 3,31-36
El que viene de arriba está
por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la
tierra. El que viene del cielo, da testimonio de lo que ha visto y oído, y su
testimonio nadie lo acepta. El que acepta su testimonio certifica que Dios es
veraz. Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque
no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que resiste al Hijo, no verá la
vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.»
3) Reflexión
• En el mes de enero hemos
meditado el texto de Juan 3,22-30, que nos habla del último testimonio de Juan
Bautista respecto a Jesús. Era la respuesta que Jesús da a sus discípulos, y en
el cual vuelve a afirmar que él, Juan, no es el Mesías sino solamente el
precursor (Jn 3,28). En aquella ocasión, Juan dijo aquella frase tan bonita que
resume su testimonio: "¡Es necesario que él crezca y que yo
disminuya!" Esta frase es el programa de todos los que quieren seguir a
Jesús.
• Los versículos del
evangelio de hoy son, de nuevo, un comentario del evangelista para ayudar las
comunidades a comprender mejor todo el alcance de las cosas que Jesús hizo y
enseñó. Aquí tenemos otra muestra de aquellos tres hilos de los que hablamos
ayer.
• Juan 3,31-33: Un refrán
que vuelve siempre. A lo largo del evangelio de Juan, muchas veces aparece el
conflicto entre Jesús y los judíos que contestan las palabras de Jesús. Jesús
habla a partir de lo que oye del Padre. Es transparencia total. Sus
adversarios, por no abrirse a Dios y por agarrarse a sus propias ideas aquí
sobre la tierra, no son capaces de entender el significado profundo de las
cosas que Jesús vive, dice y hace. Al final, este malentendido llevará a los
judíos a detener y condenar a Jesús.
• Juan 3,34: Jesús nos da el
Espíritu sin medida. El evangelio de Juan usa muchas imágenes y símbolos para
significar la acción del Espíritu. Como en la creación (Gen 1,1), así el
Espíritu baja sobre Jesús "como una paloma, venida del cielo” (Jn 1,32).
¡Es el inicio de la nueva creación! Jesús dice las palabras de Dios y nos comunica
el Espíritu sin medida (Jn 3,34). Sus palabras son Espíritu y vida (Jn 6,63).
Cuando Jesús se despide, dice que enviará a otro consolador, a otro defensor,
para que se quede con nosotros. Es el Espíritu Santo (Jn 14,16-17). A través da
su pasión, muerte y resurrección, Jesús conquistó el don del Espíritu para
nosotros. A través del bautismo todos nosotros recibimos este mismo Espíritu de
Jesús (Jn 1,33). Cuando apareció a los apóstoles, sopló sobre ellos y dijo:
"¡Recibid el Espíritu!" (Jn 20,22). El Espíritu es como el agua que
brota de dentro de las personas que creen en Jesús (Jn 7,37-39; 4,14). El
primer efecto de la acción del Espíritu en nosotros es la reconciliación:
"A quienes perdonan los pecados, quedarán perdonados; a quienes no perdonaréis
sus pecados, quedarán atados" (Jn 20,23). Es Espíritu nos es dado para que
podamos recordar y entender el significado de las palabras de Jesús (Jn 14,26;
16,12-13). Animados por el Espíritu de Jesús podemos adorar a Dios en cualquier
lugar (Jn 4,23-24). Aquí se realiza la libertad del Espíritu de la que habla
San Pablo: "Donde está el Espíritu allí hay libertad" (2Cor 3,17).
• Juan 3,35-36: El Padre ama
al hijo. Reafirma la identidad entre el Padre y Jesús. El Padre ama al hijo y
entrega todo en sus manos. San Pablo dirá que en Jesús habita la plenitud de la
divinidad (Col 1,19; 2,9). Por esto, quien acepta a Jesús y cree en Jesús ya
tiene la vida eterna, porque Dios es vida. Quien no cree en Jesús se pone a sí
mismo fuera.
4) Para la reflexión personal
• Jesús nos comunica el
Espíritu, sin medida. ¿Has tenido alguna experiencia de esta acción del
Espíritu en tu vida?
• Quien cree en Jesús tiene vida eterna. ¿Cómo acontece esto en la vida de las familias y de las comunidades?
• Quien cree en Jesús tiene vida eterna. ¿Cómo acontece esto en la vida de las familias y de las comunidades?
5) Oración final
Bendeciré en todo tiempo al Señor,
sin cesar en mi boca su alabanza;
Gustad y ved lo bueno que es el Señor,
dichoso el hombre que se acoge a Él. (Sal 34,2.9)
sin cesar en mi boca su alabanza;
Gustad y ved lo bueno que es el Señor,
dichoso el hombre que se acoge a Él. (Sal 34,2.9)
Orden de los Carmelitas