¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este lunes en que celebramos la fiesta de los Santos
Inocentes, Mártires.
Dios nos bendice…
Evangelio según San Mateo 2,13-18.
Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo". José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.
Comentario
El evangelio, por su parte, alude a la fiesta de
hoy. Su mensaje, dramáticamente serio y actual, se resume en esto: el poder
endiosado es un poder homicida.
Raquel llora a sus hijos. Fue esta mujer la imagen
de la esposa amada de Jacob. Sus hijos son los frutos del amor y no de la
simple pasión, y por ello el pueblo de Israel miró a Raquel como a su madre y
no a Lía o Lea, la otra esposa que Jacob, que vino a ocupar el lugar, triste es
decirlo, de un precio por trabajos de Jacob. El sentido, pues, de este llanto
es: el amor ha sido tronchado, la crueldad se ha ensañado contra el amor.
Los planes de Herodes fracasan. Ha mostrado su
poder derrotando a madres inermes y asesinando niños. Con esa ostentación ha
dejado al descubierto sobre qué bases gobierna y a quién sirve su fuerza. Sobre
las ruinas de ese fracaso el plan de Dios sigue su marcha. Nunca fue más cierto
que "Dios escribe derecho en renglones torcidos".
Jesús en Egipto es el inmigrante, el desplazado por
la violencia, el extranjero, el que nada cuenta. Su humillación del pesebre era
la primera a vista del mundo, pero no sería la única, pues con ella se abre
esta serie de iniquidades padecidas que nos muestran qué "carne" ha
tomado Cristo. No es simplemente nuestra "biología", son los aspectos
más terribles de nuestro ser en el mundo... hasta el extremo mismo de la Cruz.
Cristo, ¡gracias!
http://fraynelson.com/homilias.html.