¡Amor y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la 3a
semana de Cuaresma, ciclo C.
Dios nos
bendice…
Lectio
Divina: Mateo 5,17-19
Lectio
Miércoles,
27 Marzo , 2019
Tiempo de Cuaresma
1) Oración inicial
Penetrados del sentido cristiano de la Cuaresma y alimentados con tu
palabra, te pedimos, Señor, que te sirvamos fielmente con nuestras penitencias
y perseveremos unidos en la plegaria. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Mateo
5,17-19
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he
venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Os lo aseguro: mientras duren el
cielo y la tierra, no dejará de estar vigente ni una tilde de la ley sin que
todo se cumpla. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más
pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los
Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino
de los Cielos.»
3) Reflexión
• El Evangelio de hoy (Mt 5,17-19) enseña como observar la ley de
Dios de manera que su práctica muestre en qué consiste el pleno cumplimiento de
la ley (Mt 5,17-19). Mateo escribe para ayudar las comunidades de judíos
convertidos a superar las críticas de los hermanos de raza que los acusaban
diciendo: “Ustedes son infieles a la Ley de Moisés”. Jesús mismo había sido
acusado de infidelidad a la ley de Dios. Mateo trae la respuesta esclarecedora
de Jesús a los que lo acusaban. Así nos da una luz para ayudar las comunidades
a resolver su problema.
• Usando imágenes de la vida cotidiana, con palabras sencillas y
directas, Jesús había dicho que la misión de la comunidad, su razón de ser, es
ser sal y luz. Había dado algunos consejos respecto de cada una de las
imágenes. A continuación vienen los tres breves versículos del Evangelio de
hoy.
• Mateo 5,17-18: Ni una tilde de la ley dejará de ser vigente. Había
varias tendencias en las comunidades de los primeros cristianos. Unas pensaban
que no era necesario observar las leyes del Antiguo Testamento, pues es la fe
en Jesús lo que nos salva y no la observancia de la Ley (Rm 3,21-26). Otros
aceptaban a Jesús como Mesías, pero no aceptaban la libertad del Espíritu con
que algunas comunidades vivían la presencia de Jesús resucitado. Pensaban que
ellos, siendo judíos, debían continuar observando las leyes del AT (Hec
15,1.5). Había además cristianos que vivían tan plenamente en la libertad del
Espíritu, que habían dejado de mirar la vida de Jesús de Nazaret o el AT y que
llegaban a decir: “¡Anatema Jesús!” (1Cor 12,3). Ante estas tensiones, Mateo
procura un equilibrio más allá de los dos extremos. La comunidad ha de ser un
espacio, donde este equilibrio pueda ser alcanzado y vivido. La respuesta dada
por Jesús a los que lo criticaban seguía bien actual para las comunidades: “¡No
he venido a abolir la ley, sino a darle pleno cumplimiento!”. Las comunidades
no podían estar contra la Ley, ni podían encerrarse en la observancia de la
ley. Al igual que Jesús, debían dar un paso y mostrar, en la práctica, cuál es
el objetivo que la ley quiere alcanzar en la vida de las personas, a saber, en
la práctica perfecta del amor.
• Mateo 5,17-18: Ni una tilde de la ley dejará de ser vigente Y a
los que querían deshacerse de toda la ley, Mateo recuerda otra palabra de
Jesús: “Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así
lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en
cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los
Cielos”. La gran inquietud del Evangelio de Mateo es mostrar que el AT, Jesús
de Nazaret y la vida en el Espíritu Santo, no pueden separarse. Los tres forman
parte del mismo y único proyecto de Dios y nos comunican la certeza central de
la fe: el Dios de Abrahán y Sara está presente en medio de las comunidades por
la fe en Jesús de Nazaret que nos manda su Espíritu.
4) Para la reflexión personal
•
¿Cómo veo y vivo la ley de Dios: cómo horizonte de libertad creciente o cómo
imposición que delimita mi libertad?
• Y
¿qué podemos hacer hoy para los hermanos y las hermanas que consideran toda
esta discusión como superada y sin actualidad? ¿Qué podemos aprender de ellos?
5) Oración final
¡Celebra al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!,
que refuerza los cerrojos de tus puertas
y bendice en tu interior a tus hijos. (Sal 147,12-13)
Orden de los Carmelitas