viernes, 27 de mayo de 2022

Tendrán una alegría que nadie les podrá quitar

¡Amor y paz!

 

Los invito a leer y meditar la Palabra de Dios, en este viernes de la VI Semana de Pascua, ciclo C.

 

Dios nos bendice...

 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 18, 9-18

 

Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: «No temas. Sigue predicando y no te calles. Yo estoy contigo. Nadie pondrá la mano sobre ti para dañarte, porque en esta ciudad hay un pueblo numeroso que me está reservado.» Pablo se radicó allí un año y medio, enseñando la Palabra de Dios.

Durante el gobierno del procónsul Galión en Acaya, los judíos se confabularon contra Pablo y lo condujeron ante el tribunal, diciendo: «Este hombre induce a la gente a que adore a Dios de una manera contraria a la Ley.»

Pablo estaba por hablar, cuando Galión dijo a los judíos: «Si se tratara de algún crimen o de algún delito grave, sería razonable que los atendiera. Pero tratándose de discusiones sobre palabras y nombres, y sobre la Ley judía, el asunto les concierne a ustedes; yo no quiero ser juez en estas cosas.» Y los hizo salir del tribunal.

Entonces todos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon ante el tribunal. Pero a Galión todo esto lo tuvo sin cuidado.

Pablo permaneció todavía un cierto tiempo en Corinto. Después se despidió de sus hermanos y se embarcó hacia Siria en compañía de Priscila y de Aquila. En Cencreas, a raíz de un voto que había hecho, se hizo cortar el cabello.

 

Palabra de Dios.

 

SALMO   

 

Sal 46, 2-3. 4-5. 6-7 (R.: 8a)

 

R.        Dios es el Rey de toda la tierra.

 

Aplaudan, todos los pueblos,

aclamen al Señor con gritos de alegría;

porque el Señor, el Altísimo, es temible,

es el soberano de toda la tierra.  R.

 

El puso a los pueblos bajo nuestro yugo,

y a las naciones bajo nuestros pies;

él eligió para nosotros una herencia,

que es el orgullo de Jacob, su predilecto.  R.

 

El Señor asciende entre aclamaciones,

asciende al sonido de trompetas.

Canten, canten a nuestro Dios,

canten, canten a nuestro Rey.  R.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo Evangelio según san Juan  16, 20-23a

 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:

«Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.

La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.

También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquel día no me harán más preguntas.»

 

Palabra del Señor.

 

PARA REFLEXIONAR

  • La acción misionera de Pablo siempre tiene como meta los centros más importantes. Ahora Corinto, «la ciudad de los mares», puente entre Oriente y Occidente, floreciente centro comercial, será la tercera ciudad de Europa que recibe el Evangelio. Pablo en año y medio funda la Iglesia, que será la destinataria de dos de sus principales cartas.
  • En Corinto, Pablo  una vez más será citado ante la Justicia, acusado de ser un perturbador. Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: «No temas, habla sin callar nada, porque yo estoy contigo.»
  • La estadía de Pablo en Corinto no debió resultarle fácil por dificultades externas e internas. El motivo que le da Dios es de infinita ternura: «muchos de esta ciudad son pueblo mío».
  • Pablo sigue exponiendo las Escrituras que llevan a Cristo, pero los judíos se sublevaron contra él, lo persiguen acusándolo que  persuadía a la gente para que adore a Dios de un modo extraño a la Ley.
  • El procónsul Galión, hermano de Séneca, se desentiende irónicamente de la discusión, al ver que no afecta al orden público, sino a cuestiones internas de religión, y no hace caso tampoco al ver que apalean precisamente al jefe de la sinagoga, que ahora es Sóstenes.

***

  • Perder a Jesús debió ser un golpe durísimo para los discípulos a pesar de haberlos preparado para el momento culminante, el de su Pasión y muerte en la cruz. La muerte no tendría la última palabra y ellos deben saberlo.
  • Era necesario que los discípulos de ayer y los de mañana supieran que, aunque la muerte es un drama doloroso y es difícil de entender, esa tristeza se convertirá en gozo al constatar que existe la vida eterna. Todo no acaba en este mundo, los sufrimientos de ahora tienen sentido si se ofrecen a Dios, como Jesús ofreció los suyos.
  • Al evocar la imagen de la mujer parturienta para describir el sufrimiento que espera a los discípulos, Jesús les enseña a reconocer en ellos el signo de la venida de los últimos tiempos. En la Escritura los dolores del parto caracterizan un castigo terrible, sin embargo, son los únicos dolores que tienen un sentido porque traen una nueva vida al mundo. Para Jesús, los sufrimientos de esta vida no son sufrimientos de agonía, que conducen a la muerte. Son sufrimientos de parto, de alumbramiento, que conducen a la vida. Es una visión nueva de las cosas. Todo sufrimiento, dice Jesús, es fecundo.
  • La alegría es un fruto característico de la Pascua. La alegría que nos propone Jesús es la misma que vivió él: alegría que supone fidelidad y solidaridad hasta la muerte, pero que engendra nueva vida.
  • La alegría que brota de la Pascua es profunda,  pasa a veces por el crisol del dolor y la renuncia, pero que es fecunda. Una alegría que no se produce al margen de las pruebas de la vida, sino como una victoria sobre ellas.
  • El intento de negar el dolor es inútil y está llamado al fracaso. Todo sufrimiento vivido desde el amor nos hace crecer y madurar.
  • La alegría de Dios es duradera, es interior porque es producida directamente por el Espíritu Santo. Aunque pasemos por situaciones difíciles y apremiantes, la alegría interior se convierte en un río interno que nos hace capaces de afrontar con entereza los problemas y dificultades, por más difíciles o graves que éstos sean.

 

PARA DISCERNIR

  • ¿Cuáles son los motivos de mis alegrías? ¿Dónde busco la alegría?
  • ¿Rehuyo todo sufrimiento o esfuerzo?¿Cuáles son las cosas que me provocan tristeza?
  • ¿Qué lugar ocupa Cristo en mis alegrías y en mis tristezas?

 

ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

Vicaría de Pastoral