¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este Domingo XXIX del
Tiempo Ordinario, Ciclo C.
Dios nos
bendice..
Lectio Divina: 29º Domingo del tiempo ordinario (C)
Lectio
Domingo, 20 Octubre
, 2019
Una
verdadera oración:
el
ejemplo de la viuda
Lucas
18, 1-8
1. Oración inicial
Señor Jesús, envía tu
Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual
Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la
Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios
en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que
parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida
y resurrección. Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la
Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre
todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que
también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza
de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de
nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti,
Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén.
2. Lectura
a)
Clave de lectura:
La liturgia de este
domingo nos pone delante un texto del Evangelio de Lucas que habla de oración,
un tema muy querido para Lucas. Es la segunda vez que este evangelista trae
palabras de Jesús para enseñarnos a orar. La primera vez (Lc 11,1-13), introduce
el texto del Padre Nuestro y mediante comparaciones y parábolas, nos enseña que
debemos orar siempre, sin desfallecer. Ahora, esta segunda vez, (Lc 18,1-4),
Lucas recurre de nuevo a parábolas extraídas de la vida de cada día para dar
instrucciones sobre la oración: la parábola de la viuda y del juez (18,1-8),
del fariseo y del publicano (Lc 18,9-14). Lucas presenta las parábolas de un
modo didáctico. Para cada una de ellas, prepara una breve introducción que
sirve de clave de lectura. Después viene la parábola, y, finalmente, Jesús
mismo aplica la parábola a la vida. El texto de este domingo se limita a la
primera parábola de la viuda y del juez (Lc 18,1-9). En el curso de la lectura
es bueno prestar atención a cuanto sigue: “¿Cuáles son las actitudes de las
personas que aparecen en esta parábola?”
b)
Una división del texto para ayudar a leerlo:
Lucas 18,1: Una clave
que Jesús ofrece para entender la parábola
Lucas 18,2-3: El
contraste entre el Juez y la Viuda
Lucas 18 4-5: El
cambio del juez y el porqué de tal cambio
Lucas 18, 6-8a: Jesús
aplica la Parábola
Lucas 18,8b: Una frase
final para provocar
c) El
texto:
1 Les propuso una
parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer: 2
«Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3
Había en aquella misma ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: `¡Hazme
justicia contra mi adversario!' 4 Durante mucho tiempo no quiso, pero después
se dijo a sí mismo: `Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, 5 como
esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que deje de una vez
de importunarme.'»
6 Dijo, pues, el
Señor: «Oíd lo que dice el juez injusto; 7 pues, ¿no hará Dios justicia a sus
elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar? 8 Os digo que
les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la
fe sobre la tierra?»
3. Un momento de
silencio orante
para que la Palabra de
Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
4. Algunas preguntas
para ayudarnos en la
meditación y en la oración.
a) ¿Qué punto de este
texto te ha gustado más?
b) ¿Cuáles son las
actitudes de la viuda? O ¿qué es lo que más llama la atención de lo que hace y
dice?
c) ¿Qué es lo que
llama la atención en la actitud y hablar del juez? ¿Por qué?
d) ¿Qué aplicación
hace Jesús de la parábola?
e) ¿Qué nos enseña la
parábola sobre el modo de ver la vida y las personas?
5. Una clave de
lectura
para profundizar
mayormente en el tema
a) El
contexto histórico
En el análisis del
contexto histórico del Evangelio de Lucas debemos tener siempre en cuenta esta
doble dimensión: la época de Jesús después de los años treinta y la época de
los destinatarios del Evangelio de los años ochenta. Estas dos épocas influyen,
cada una a su modo, en la redacción del texto y deben estar presentes en el
esfuerzo que hacemos para descubrir el sentido que las palabras de Jesús tienen
hoy para nosotros.
b) El
contexto literario:
El contexto literario
inmediato nos presenta dos parábolas sobre la oración: orar con insistencia y
perseverancia (la viuda y el juez) (Lc 18, 1-8); orar con humildad y realismo
(el fariseo y el publicano) (Lc 18, 9-14). A pesar de su diferencia, estas dos
parábolas tienen algo en común. Nos enseña que Jesús tenía un modo diverso de
ver las cosas de la vida. Jesús descubría una revelación de Dios allí donde
todo el mundo descubría algo negativo. Por ejemplo, descubría algo de positivo
en el publicano, de quien todos decían; “¡No sabe rezar!” Y en la viuda pobre,
de quien se decía: “¡Es tan insistente que importuna incluso al juez!” Jesús
vivía tan unido al Padre que todo se transformaba para Él en fuente de oración.
Son muchos los modos con los que una persona puede expresarse en la oración.
Hay personas que dicen: “ No sé rezar”, pero conversan con Dios todo el día.
¿Conocéis personas así?
c)
Comentando el texto:
Lucas 18,1: La
clave para entender la parábola
Lucas comienza una
parábola con la frase siguiente: “Les propuso una parábola para inculcarles que
era preciso orar siempre sin desfallecer”. La recomendación “orar sin
desfallecer” aparece muchas veces en el Nuevo Testamento (1 Tes 5,17; Rom
12,12; Ef 6,8; etc.). Era una de las características de la espiritualidad de
las primeras comunidades cristianas. Y también uno de los puntos en los que
Lucas insiste mayormente, tanto en el Evangelio como en las Actas. Si os
interesa descubrir esta dimensión en los escritos de Lucas, haced un ejercicio:
leed el Evangelio y las Actas y anotad los versículos en los que Jesús u otras
personas están orando. ¡Os sorprenderíais!
Lucas 18, 2-3: El
contraste entre la viuda y el juez
Jesús nos muestra dos
personajes de la vida real: un juez sin consideración a Dios ni al prójimo, y
una viuda que no desiste en luchar por sus derechos ante el juez. El simple
hecho de que Jesús nos muestre estos dos personajes revela que conoce la sociedad
de su tiempo. La parábola no sólo presenta a la pobre gente que lucha ante los
tribunales para ver reconocido sus derechos, sino deja también entrever el
contraste violento entre los grupos sociales. Por un lado, un juez insensible,
sin religión. Por otro, la viuda que sabe a qué puerta llamar para obtener lo
que le es debido.
Lucas 18, 4-5: El
cambio que se da en el juez y el por qué del cambio
Por mucho tiempo,
pidiendo la misma cosa cada día, la viuda no obtiene nada del juez inicuo.
Finalmente el juez, a pesar de que “no temía Dios ni respetaba a ninguno”,
decide atender a la viuda y hacerle justicia. El motivo es: liberarse de las
continuas molestias. Motivo para su interés. ¡ Pero la viuda obtiene lo que
quería! Es esto un hecho de la vida de cada día, del que Jesús se sirve para
enseñarnos a orar.
Lucas 18,
6-8: Una aplicación de la parábola
Jesús aplica la
parábola: “Oíd lo que dice el juez injusto; pues ¿no hará Dios justicia a sus
elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar?” Y añade que
Dios hará justicia en breve. Si no fuese Jesús el que nos habla, no tendríamos
el valor de comparar a Dios con un juez en la forma de comportarse moralmente.
Lo que importa en la comparación es la conducta de la viuda que gracia a su
insistencia, obtiene lo que quiere.
Lucas
18,8b: Palabras sobre la fe
Al final, Jesús
expresa una duda: “ Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe
sobre la tierra?” ¿Tendremos el valor de esperar, de tener paciencia, aunque
Dios tarde en respondernos? Es necesario tener mucha fe para continuar
resistiendo y para obrar, a pesar de que no se vean los resultados. Quien
espera resultados inmediatos, se dejará vencer por el desaliento. En otros
diversos puntos de los salmos se habla de esta resistencia dura y difícil
delante de Dios, hasta que Él responda (Sal 71,14; 37,7;69,4; Lm 3,26). Citando
el salmo 80, San Pedro dice, que para Dios un día es como mil años (2 Pe 3,8;
Sal 90,4).
d)
Profundizando: La oración en los escritos de Lucas
i. El Jesús que ora en
el Evangelio
Los evangelios nos
presentan una imagen de Jesús que ora, que vive en contacto permanente con el
Padre. La aspiración de vida de Jesús es hacer la voluntad del Padre (Jn 5,19).
Lucas es el evangelista que nos dice más cosas sobre la vida de oración de Jesús.
Nos presenta a Jesús en constante oración. Jesús oraba mucho e insistía, para
que la gente y sus discípulos hiciesen lo mismo. Y es en el confrontarse con
Dios donde aparece la verdad y la persona se encuentra consigo misma en toda su
realidad y humildad. He aquí algunos momentos en el Evangelio de Lucas en los
que aparece Jesús orando:
Lc 2,46-50: Cuando
tiene doce años va al templo a la Casa del Padre
Lc 3,21: Cuando es
bautizado y asume su misión, ora
Lc 4,1-2: Cuando
empieza su misión, pasa cuarenta días en el desierto
Lc 4,3-12: En la hora
de la tentación, se enfrenta al diablo con textos de la Escritura
Lc, 4,16: Es costumbre
de Jesús participar en las celebraciones, en las sinagogas, el sábado
Lc 5,16; 9,18: Busca
la soledad del desierto, para orar
Lc 6,12: La tarde
antes de escoger a los Apóstoles, pasa la noche orando
Lc 9,16; 24,30: Reza
antes de las comidas
Lc 9,18: Antes de
hablar de la realidad y de su pasión, ora
Lc 9,28: Durante la
crisis, en el Monte para orar, se transfigura cuando ora
Lc 10,21: Cuando el
Evangelio es revelado a los pequeños, dice: “Te doy gracias, Padre...”
Lc 11,1: Orando,
despierta en los discípulos deseos de orar
Lc 22,32: Ora por
Pedro, para aumentar su fe
Lc 22, 7-14: Celebra
la Cena Pascual con sus discípulos
Lc 22, 41- 42: En el
Huerto de los Olivos ora, sudando sangre
Lc 22, 40.46: En la
angustia de la agonía pide a sus amigos que oren con él
Lc 23, 34: En el
momento de ser clavado en la cruz, pide perdón para sus verdugos
Lc 23,46: Sal 31,6: En
la hora de la muerte dice: “En tus manos encomiendo mi espíritu”
Lc 23,46: Jesús muere
teniendo en los labios el grito del pobre
Este elenco de citas
indica que, para Jesús, la oración estaba íntimamente unida a su vida, a los
hechos concretos, a las decisiones que debía tomar. Para ser fiel al proyecto
del Padre, trataba de permanecer a solas con Él. De escucharlo. En los momentos
difíciles y decisivos de su vida, Jesús rezaba los Salmos. Como cualquier otro
judío piadoso, los conocía de memoria. La recitación de los salmos no apagó en
Él el espíritu creativo. Al contrario, Jesús inventa él mismo un salmo: Es
el Padre Nuestro. Su vida fue una plegaria perenne: “En cada momento hago
lo que el Padre pide que haga” (Jn 5, 19.30) Él se aplica lo que dice el salmo:
“...mientras yo estoy en oración “ (Sal 109,4)
ii. Las Comunidades
orantes en las Actas de los Apóstoles
Como sucede en el
Evangelio, también en las Actas, Lucas habla a menudo de la oración. Los
primeros cristianos son los que continúan la oración de Jesús. A continuación,
un elenco de textos que de un modo u otro, hablan de oración. Si observáis con
mucha atención, descubriréis también algunos más:
Act 1,14: La comunidad
persevera en oración con María, la Madre de Jesús
Act 1,24: La comunidad
reza para saber cómo elegir al sustituto de Judas
Act 2, 25-35: Pedro
cita los salmos durante la predicación
Act 2,42: Los primeros
cristianos son asiduos en la oración
Act 2, 46-47:
Frecuentan el templo para alabar a Dios
Act 3,1: Pedro y Juan
van al templo para la oración de la tarde
Act 3,8: El tullido
curado alaba a Dios
Act 4,23-31: La
comunidad ora en la persecución
Act 5,12: Los primeros
cristianos permanecen en el pórtico de Salomón (templo)
Act 6,4: Los apóstoles
se dedican a la oración y a la palabra
Act 6,6: Rezan antes
de imponer las manos sobre los diáconos
Act 7,59: En la hora
de la muerte, Esteban reza: “ Señor, recibe mi espíritu”
Act 7,60: Y antes,
Esteban reza: “Señor, no les impute este pecado”
Act 8,15: Pedro y Juan
rezan para que los convertidos reciban el Espíritu Santo
Act 8,22: Al pecador
se le dice: “ Conviértete y reza, así obtendrás el perdón”
Act 8,24: Simón dice:
“Orad por mí al Señor para que no me suceda nada de lo que habéis dicho”
Act 9,11: Pablo está
orando
Act 9,40: Pedro reza
por la curación de “Gacela”
Act 10,2: Cornelio
oraba a Dios constantemente
Act 10,4: La oración
de Cornelio sube al cielo y es escuchada
Act 10,9: En la hora
de sexta, Pedro se halla orando en la terraza de la casa
Act 10,30-31: Cornelio
ora en la hora nona y su oración es escuchada
Act 11,5: Pedro
informa a la gente de Jerusalén: “Él estaba en oración”
Act 12,5: La comunidad
reza cuando Pedro está en la cárcel
Act 12,12: En casa de
María, hay muchas personas recogidas en oración
Act 13, 2-3: La
comunidad reza y ayuna antes de enviar a Pablo y Bernabé
Act 13,48: Los
misioneros rezan para nombrar los coordinadores de las comunidades
Act 16,13: En Filipos,
junto al río, hay un lugar de oración
Act 16,16: Pablo y
Silas van a la oración
Act 16,25: De noche,
Pablo y Silas cantan y rezan en la prisión
Act 18,9: Pablo tiene
una visión del Señor durante la noche
Act 19,18: Muchos
confiesan sus pecados
Act 20,7: Estaban
reunidos para la fracción del pan (Eucaristía)
Act 20, 32: Pablo
recomienda a Dios los coordinadores de las comunidades
Act 20,36: Pablo reza
de rodillas por los coordinadores de las comunidades
Act 21,5: Se
arrodillan en la playa para rezar
Act 21,14: Ante lo
inevitable, la gente dice: “¡Hágase la voluntad de Dios!
Act 21,20: Glorifican
a Dios por cuanto ha hecho por Pablo
Act 21,26: Pablo va al
templo a cumplir una promesa
Act 2,17-21: Pablo va
al templo, tiene una visión y habla con Dios
Act 23,11: En la
cárcel de Jerusalén: Pablo tiene una visión de Jesús
Act 27,23ss: Pablo
tiene una visión de Jesús durante la tormenta en el mar
Act 27,35: Pablo toma
el pan, da gracias a Dios antes de llegar a Malta
Act 28,8: Pablo reza
por el padre de Publio enfermo por la fiebre
Act 28,15: Pablo da
gracias a Dios cuando ve a los hermanos en Pozzuoli
Este elenco indica dos
cosas muy significativas. Por una parte que los primeros cristianos conservan
la liturgia tradicional del pueblo. Como Jesús, rezan en casa, en familia, en
la comunidad, en la sinagoga y junto a la gente en el templo. Por otro lado,
más allá de la liturgia tradicional, surge en ellos un nuevo modo de rezar con
un nuevo contenido. La raíz de esta nueva oración nace de la nueva experiencia
de Dios en Jesús y de la conciencia clara y profunda de la presencia de Dios en
medio de la comunidad:”¡En Él vivimos, nos movemos y existimos!” (Act 17,28)
6. Oración: Salmo 63
(62)
El desiderio de Dios
que se muestra en la plegaria
Dios, tú mi Dios, yo
te busco,
mi ser tiene sed de
ti,
por ti languidece mi
cuerpo,
como erial agotado,
sin agua.
Así como te veía en el
santuario,
contemplando tu fuerza
y tu gloria,
-pues tu amor es mejor
que la vida,
por eso mis labios te
alaban-,
así quiero bendecirte
en mi vida,
levantar mis manos en
tu nombre;
me saciaré como de
grasa y médula,
mis labios te alabarán
jubilosos.
Si acostado me vienes
a la mente,
quedo en vela
meditando en ti,
porque tú me sirves de
auxilio
y exulto a la sombra
de tus alas;
mi ser se aprieta
contra ti,
tu diestra me
sostiene.
Mas los que tratan de
acabar conmigo,
¡caigan en las
honduras de la tierra!
¡Sean pasados a filo
de espada,
sirvan de presa a los
chacales!
Pero el rey en Dios se
alegrará,
el que jura por él se
felicitará,
cuando cierren la boca
a los mentirosos.
7. Oración final
Señor Jesús, te damos
gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que
tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo
que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos
no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y
reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los
siglos. Amén.
Orden de los Carmelitas