¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves de la 9a semana del Tiempo Ordinario,
ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Marcos 12,28b-34
Lectio
Jueves,
4 de junio de 2020
Tiempo
Ordinario
1)
Oración inicial
Señor,
nos acogemos confiadamente a tu providencia, que nunca se equivoca; y te
suplicamos que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios
que pueden ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro
Señor.
2)
Lectura
Del
santo Evangelio según Marcos 12,28b-34
Acercóse
uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy
bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le
contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único
Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como
a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba:
«Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro
fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas
las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los
holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con
sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía
ya a hacerle preguntas.
3)
Reflexión
•
El evangelio de hoy nos presenta una conversación bonita entre Jesús y un
doctor de la ley. El doctor quiere saber de Jesús cuál es el primero de todos
los mandamientos. Hoy también mucha gente quiere saber lo que es más importante
en la religión. Algunos dicen que es ser bautizado. Otros dicen que es rezar.
Otros dicen: ir a Misa o participar del culto el domingo. Otros dicen: amar al
prójimo. Otros se preocupan sólo con las apariencias o con los cargos en la
Iglesia.
•
Marcos 12,28: La pregunta del doctor de la Ley. A un doctor de la ley, que
había asistido al debate de Jesús con los saduceos (Mc 12,23-27), le gustó la
respuesta de Jesús, y percibió su gran inteligencia y quiso aprovechar la
ocasión para plantear una preguntar: “¿Cuál es el primero de todos los
mandamientos?” En aquel tiempo, los judíos tenían una gran cantidad de normas
para reglamentar en la práctica la observancia de los Diez Mandamientos.
Algunos decían: “Todas estas normas tienen el mismo valor, pues todas vienen de
Dios. No nos incumbe a nosotros introducir distinciones en las cosas de Dios”.
Otros decían: “Algunas leyes son más importantes que las otras y, por esto,
¡obligan más!” El doctor quiere saber la opinión de Jesús.
•
Marcos 12,29-31: La respuesta de Jesús. Jesús responde citando un pasaje de la
Biblia para decir cuál es el primero de todos los mandamientos: es “¡amar a
Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas!”
(Dt 6,4-5). En el tiempo de Jesús, los judíos piadosos hicieron de este texto
del Deuteronomio una oración y la recitaban tres veces al día: de mañana, a
medio día y por la noche. Era tan conocida entre ellos como hoy entre nosotros
lo es el Padre Nuestro. Y Jesús añade, citando de nuevo la Biblia: “El segundo
es éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Lev 19,18). No existe otro
mandamiento mayor que éstos”. ¡Respuesta breve y profunda¡ Es el resumen de
todo lo que Jesús enseñó sobre Dios y sobre la vida (Mt 7,12).
•
Marcos 12,32-33: La respuesta del doctor de la ley. El doctor concuerda con
Jesús y saca las conclusiones: “«Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que
amar a Dios y amar al prójimo vale más que todos los holocaustos y
sacrificios.» . O sea, el mandamiento del amor es más importante que los
mandamientos relacionados con el culto y los sacrificios en el Templo. Esta
afirmación venía ya de los profetas del Antiguo Testamento (Os 6,6; Sal 40,6-8;
Sal 51,16-17). Hoy diríamos que la práctica del amor es más importante que
novenas, promesas, misas, rezos y procesiones.
•
Marcos 12,34: El resumen del Reino. Jesús confirma la conclusión del doctor y
dice: “No estás lejos del Reino de Dios!” De hecho, el Reino de Dios consiste
en reconocer que el amor hacia Dios es igual que el amor al prójimo. Pues si
Dios es Padre, nosotros todos somos hermanos y hermanas y tenemos que
demostrarlo en la práctica, viviendo en comunidad. "¡De estos dos
mandamientos dependen toda la ley y los profetas!" (Mt 22,4) Los
discípulos y las discípulas deben fijar en la memoria, en la inteligencia, en
el corazón, en las manos y en los pies esta primera ley del amor: ¡sólo se
llega a Dios a través del don total al prójimo!
•
El primer mandamiento. El mayor y el primer mandamiento fue y será siempre:
“amar a Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia, y con todas las
fuerzas” (Mc 12,30). En la medida en que el pueblo de Dios, a lo largo de los
siglos, fue profundizando en el significado y en el alcance del amor a Dios,
fue percibiendo que el amor de Dios sólo será real y verdadero, si se hace
concreto en el amor al prójimo. Por esto, el segundo mandamiento que pide el
amor al prójimo es semejante al primer mandamiento del amor a Dios (Mt 22,39;
Mc 12,31). “Si alguien dijese “¡Amo a Dios!”, pero odia a su hermano, es un
mentiroso” (1Jn 4,20). “Toda la ley los profetas dependen de estos dos
mandamientos” (Mt 22,40).
4)
Para la reflexión personal
•
Para ti, ¿qué es lo más importante en la religión y en la vida? ¿Cuáles son las
dificultades para poder vivir aquello que consideras lo más importante?
•
Jesús dijo al doctor: “No estás lejos del Reino de Dios”. Hoy, ¿estoy más cerca
o más lejos del Reino de Dios que el doctor elogiado por Jesús?
5)
Oración final
Muéstrame
tus caminos, Señor,
enséñame tus sendas.
Guíame fielmente, enséñame,
pues tú eres el Dios que me salva. (Sal 25,4-5)
enséñame tus sendas.
Guíame fielmente, enséñame,
pues tú eres el Dios que me salva. (Sal 25,4-5)
Orden de los Carmelitas