¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este viernes de la
10ª semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice....
LECTIO DIVINA: MATEO
5,27-32
Lectio:
Viernes, 15 junio, 2018
1) ORACIÓN INICIAL
¡Oh Dios!, fuente de todo
bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti,
pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor.
2) LECTURA
Del santo Evangelio según
Mateo 5,27-32
«Habéis oído que se
dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que
mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si,
pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te
conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea
arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela
y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que
todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
«También se dijo: El
que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo:
Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser
adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
3) REFLEXIÓN
• En el evangelio de ayer
Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás” (Mt
5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento “No
cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios
tenía al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el
Espíritu de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes
valores de la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez
Mandamientos. Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la
justicia y en la verdad, en la humanidad (Mt 9,13; 12,7; 23,23; Mt 5,10; 5,20;
Lc 11,42; 18,9). El resultado de la plena observancia de la Ley de Dios es la
humanización de la vida. La observancia de la Ley humaniza a la persona. En
Jesús aparece aquello que acontece cuando un ser humano deja que Dios ocupe el
centro de su vida. El objetivo último es unir los dos amores, la construcción
de la fraternidad en defensa de la vida. Cuanto más se vive la fraternidad,
tanto mayor será la plenitud de vida y mayor es la adoración de las criaturas
todas a Dios, Creador y Salvador.
• En el evangelio de hoy,
Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base
fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No
cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer, que le dé
acta de divorcio”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.
• Mateo 5,27-28: No
cometer adulterio. ¿Qué nos pide este mandamiento? La respuesta
antigua era ésta: el hombre no puede dormir con la mujer de otro. Es lo que
exigía la letra del mandamiento. Pero Jesús va más allá de la letra y
dice: “Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de
fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete
adulterio”.
El objetivo del
mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían
vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos
saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si
saben llegar a una total trasparencia entre sí.
• Mateo 5,29-30: Arrancar
el ojo y cortar la mano. Para ilustrar lo que acaba de decir Jesús se
sirve de una palabra fuerte que usó también en otra ocasión, cuando habló de no
escandalizar a los pequeños (Mt 18,9 e Mc 9,47). Dice: “Si, pues, tu
ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene
que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la
gehenna” Estas afirmaciones pueden tomarse al pie de la letra. Indican
la radicalidad y la seriedad con la que Jesús insiste en la observancia de este
mandamiento.
• Mateo 5,31-32: La
cuestión del divorcio. Al hombre estaba permitido dar una acta de
divorcio para la mujer. Jesús dirá en el Sermón de la Comunidad que lo permitió
por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8). “Pues yo os digo: Todo
el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser
adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio". Se
había discutido ya mucho sobre este asunto. Basándose en esta afirmación de Jesús,
la iglesia oriental permite el divorcio en caso de “fornicación”, esto es en
caso de infidelidad. Otros dicen que aquí la palabra fornicación traduce
un término aramaico o hebraico zenuth que indicaba un
casamiento con un grado de parentesco prohibido. No serían unas bodas válidas.
• Cualquiera que sea la
interpretación correcta de esta palabra, lo que importa es ver el objetivo y el
sentido general de las afirmaciones de Jesús en la nueva lectura que hace de
los Diez Mandamientos. Jesús apunta hacia un ideal que debe estar siempre
delante de mis ojos. El ideal último es éste: “Ser perfecto como el padre
celestial es perfecto” (Mt 5,48). Este ideal vale para todos los mandamientos
revisados por Jesús. En la relectura del mandamiento: “No cometer adulterio”
este ideal se traduce en una total transparencia y honestidad entre marido y
mujer. Nadie nunca va a poder decir: “Soy perfecto como el Padre celestial es
perfecto”. Estaremos siempre por debajo de la medida. Nunca vamos a poder
merecer el premio por nuestra observancia porque estaremos siempre por debajo
de la medida. Lo que importa es mantenerse en camino, mantener alto el ideal
ante nuestros ojos, ¡siempre! Y al mismo tiempo, como Jesús, debemos saber
aceptar a las personas con la misma misericordia con que él aceptaba a las
personas y las orientaba para el ideal. Por esto, ciertas exigencias jurídicas
de la iglesia de hoy, como por ejemplo, no permitir la comunión a personas que
viven en segundas nupcias, se parecen más a la actitud de los fariseos que a la
actitud de Jesús. Nadie aplica al pie de la letra la explicación del
mandamiento. “No matar”, en la que Jesús dice que todo aquel que llama a su
hermano idiota merece el infierno (Mt 5,22). Pues en este
caso, todos estaríamos seguros de terminar allí y nadie se salvaría. ¿Por qué
nuestra doctrina usa medidas diferentes en caso del quinto y del noveno
mandamiento?
4) PARA UNA REFLEXIÓN
PERSONAL
• ¿Logras vivir la total
honestidad y transparencia con las personas de otro sexo?
• ¿Cómo entender la exigencia
“ser perfecto como el Padre celestial es perfecto”?
5) ORACIÓN FINAL
Digo para mis adentros:
«Busca su rostro».
Sí, Señor, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9)
«Busca su rostro».
Sí, Señor, tu rostro busco:
no me ocultes tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio.
No me abandones, no me dejes,
Dios de mi salvación. (Sal 27,8-9)
Orden de los Carmelitas