A todos los lectores y
seguidores de este blog del MOVIMIENTO FRATRES les deseamos un año nuevo 2014
lleno de bendiciones, amor y paz. Que el Señor Jesús, en quien creemos y
esperamos, nos muestre el rostro misericordioso del Padre y nos prodigue los
dones de su Santo Espíritu.
Ha querido la Iglesia que,
en este tiempo de Navidad, y al comenzar el año nuevo, contemplemos a la venerada
María, Madre de Dios, a quien pedimos su protección e intercesión.
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles en que la
Iglesia celebra la solemnidad de Santa María, Madre de Dios.
Con
motivo de las vacaciones anuales, este blog dejará de ser renovado durante unos
días y volverá normalmente el 12 de enero, Dios mediante. Ese día concluye el tiempo litúrgico de la Navidad, con la celebración del Bautismo del Señor. Los esperamos.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Lucas 2,16-21.
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su concepción.
Comentario
-¡Que
el Señor te bendiga y te guarde! ¡Que "ilumine su rostro sobre ti"!
¡Que te sea propicio! ¡Que el Señor «te muestre su rostro»!
Esas
palabras, con imágenes muy humanas, nos hablan del amor de Dios por María. En
esos días después de Navidad, pueden aplicarse a María muy concretamente: el
rostro de Jesús y el rostro de María, vueltos el uno hacia el otro, como todas
las madres con su pequeñín.
Además,
esas palabras tienen un sentido místico: Dios, ciertamente, se regocija con ese
nacimiento. María es la "preferida" de Dios. No nos resulta fácil
imaginarnos el diálogo de esos dos «corazones», de Dios y de María inclinados
sobre «su» hijo. Entre Dios y María hay un incesante diálogo de amor a través
de Jesús. Me detengo a contemplar ese diálogo, interiormente.
-Al
llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer. Esta
frase nos indica que Dios se ha valido del tiempo, que ha hecho una
preparación. La encarnación no se produjo más que cuando la humanidad hubo
llegado a un cierto grado de madurez. La historia del pueblo de Israel es la
historia de una ascensión, de un descubrimiento progresivo: el hombre iba
afinándose, lentamente descubría unos valores esenciales y poco a poco tenía la
experiencia de su relación con Dios.
Toda
esa preparación, en un momento dado se concentró en una persona, ¡la Virgen!
María es la delicada y fina flor de la humanidad, la cumbre de toda la
ascensión humana, la obra maestra de Dios. El corazón de María es la joya
preciosa de la humanidad. Después de larga espera, al llegar la plenitud de los
tiempos... todo está preparado en el corazón de esa "mujer".
Bendita
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
-Mirad
la prueba de que sois hijos: «Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu
de su Hijo que clama: ¡Abba, Padre! La paternidad de Dios es tan vasta como la
humanidad entera. La paternidad de Dios engendra primero, desde la eternidad a
un hijo único. Pero ¡el espíritu de ese Hijo ha sido enviado a nuestros corazones!
Desde entonces, de nuestros corazones parte un «grito» de hijo:
"abba"... "papá"... Es el término hebreo más familiar. ¡La
palabra que Jesús lanzó a la humanidad para nombrar a Dios!
El
misterio de Navidad es no solamente el misterio de un hijo, es el misterio de
una multitud de "hijos": todos los hombres pueden llegar a ser
«hijos», en ese «Hijo».
-De
modo que ya no eres esclavo, sino Hijo... y si hijo también heredero... por la
gracia de Dios. Por la gracia de Navidad, la humanidad entra en una nueva relación
con Dios. En lugar de la relación de «amo» a «esclavo», desde ahora serán
relaciones de «padre» a «hijo». Podría decirse de «una madre» a «su hijo», para
tratar de captar mejor lo que pasa entre Dios y nosotros.
¡Entre
Dios y la humanidad hay un lazo de amor inverosímil! A Dios no podemos
comprenderlo, ni podemos tampoco entender nada de lo que hace, si olvidamos
eso. Me quedo contemplando el corazón de Dios. El sentimiento paternal de Dios
hacia mí y hacia todos los hombres.
Pero,
de mi parte, ¿qué pongo? ¿Correspondo a ese amor? ¿Quizá me quedo más en el
temor? Danos, Señor, un corazón de niño, un corazón filial.
NOEL QUESSON
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 3
PRIMERAS LECTURAS PARA ADVIENTO - NAVIDAD
CUARESMA Y TIEMPO PASCUAL
EDIT. CLARET/BARCELONA 1983.Pág. 72 s
PALABRA DE DIOS PARA CADA DIA 3
PRIMERAS LECTURAS PARA ADVIENTO - NAVIDAD
CUARESMA Y TIEMPO PASCUAL
EDIT. CLARET/BARCELONA 1983.Pág. 72 s