¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este
martes de la 1ª semana de Adviento, Ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Lucas 10,21-24
Lectio
Martes,
3 Diciembre , 2019
1)
Oración inicial
Señor y Dios nuestro, acoge favorablemente nuestras
súplicas y ayúdanos con tu amor en nuestro desvalimiento; que la presencia de
tu Hijo, ya cercana, nos renueve y nos libre de volver a caer en la antigua
servidumbre del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
2)
Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 10,21-24
En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu
Santo y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a ingenuos.
Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Mi Padre me lo ha entregado todo, y
nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.»
Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, pero no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, pero no lo oyeron.»
3)
Reflexión
El texto de hoy revela el fondo del corazón de Jesús, la
razón de su alegría. Los discípulos habían ido a la misión, y al volver,
comparten con Jesús su experiencia misionera. (Lc 10,17-21).
• La razón de la alegría de Jesús es la alegría de los
amigos. Al escuchar su experiencia y al percibir su alegría, Jesús también
siente una gran alegría. La razón de la alegría de Jesús es el bienestar de los
demás.
• No es una alegría superficial. Viene del Espíritu
Santo. La razón de la alegría es que los discípulos y las discípulas van a
experimentar algo de Jesús durante su experiencia misionera.
• Jesús los llama “pequeños”. ¿Quiénes son los pequeños?
Son los setenta y dos discípulos (Lc 10,1) que vuelven de la misión: padres y
madres de familia, chicos y chicas, casados y solteros/as, viejos y jóvenes.
Ellos no son doctores. Son personas sencillas, sin muchos estudios que
entienden las cosas de Dios mejor que los doctores.
• “Sí, Padre, ¡porque así te pareció bien!” Frase
muy seria. Le parece bien al Padre que los doctores y los sabios no entiendan
las cosas del Reino y que las entiendan los pequeños. Por consiguiente, si los
grandes quieren entender las cosas del Reino, tienen que hacerse discípulos de
los pequeños.
• Jesús los mira y dice: “¡Bienaventurados!” Y ¿por qué
son bienaventurados? Porque están viendo cosas que los profetas quisieran ver,
pero no logran ver. Y ¿qué verán? Serán capaces de percibir la acción del Reino
en las cosas comunes de la vida: cuidar de los enfermos, consolar a los
afligidos, echar los males de la vida.
4)
Para la reflexión personal
• Si me pongo en el lugar de la gente: ¿me considero
perteneciente al grupo de los pequeños o de los doctores? ¿Por qué?
• Me pongo en el lugar de Jesús: ¿cuál es la raíz de mi
alegría? ¿Superficial o profunda?
5)
Oración final
"Yo te bendigo, Padre,
porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes
y se las has revelado a ingenuos." (cf Lc 10,21)
porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes
y se las has revelado a ingenuos." (cf Lc 10,21)
Orden de los Carmelitas
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