Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves
de la XXV Semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
LectioDivina: Lucas 9,7-9
Lectio
Jueves, 26 septiembre de 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has puesto la plenitud
de la ley en el amor a ti y al prójimo; concédenos cumplir tus mandamientos
para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 9,7-9
Se enteró el tetrarca Herodes de todo
lo que pasaba y estaba perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado
de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido, y otros, que uno de
los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo.
¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verle.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la
reacción de Herodes ante la predicación de Jesús. Herodes no sabe situar a
Jesús. Había matado a Juan Bautista y ahora quiere ver a Jesús de cerca. En el
horizonte despuntan amenazas.
• Lucas 9,7-8: ¿Quién es Jesús? El
texto empieza con un balance de las opiniones de la gente y de Herodes sobre
Jesús. Algunos asociaban a Jesús con Juan Bautista y Elías. Otros lo
identificaban como Profeta, esto es, como alguien que habla en nombre de Dios,
que tiene el valor de denunciar las injusticias de los poderosos y que sabe
animar la esperanza de los pequeños. Es el profeta anunciado en el Antiguo
Testamento como un nuevo Moisés (Dt 18,15). Son las misma opiniones que Jesús
mismo recoge de los discípulos al preguntarle: "¿Quién dice los demás que
o soy?" (Lc 9,18). Las personas trataban de comprender a Jesús desde lo
que ellos mismos conocían pensaban y esperaban. Trataban de enmarcarle dentro
de los criterios familiares del Antiguo Testamento, con sus profecías y
esperanza, y de la Tradición de los Antiguos, con sus leyes. Pero eran
criterios insuficientes. Jesús no cabía allí dentro, ¡era más grande!
• Lucas 9,9: Herodes quiere ver a
Jesús. “Entonces Herodes dijo: "A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues,
éste de quien oigo tales cosas?” Y buscaba verle”. Herodes, hombre
supersticioso y sin escrúpulos, reconoce ser el asesino de Juan el Bautista.
Ahora quiere ver a Jesús. Lucas sugiere así que hay amenazas que empiezan a
despuntar en el horizonte. Herodes no tuvo miedo de matar a Juan Bautista. No
lo tendrá tampoco a la hora de matar a Jesús. Cuando le dijeron que Herodes
trataba de hacerle preso, mandó a decirle: “«Id a decir a ese zorro: Yo expulso
demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy
consumado.” (Lc 13,32). Herodes no tiene poder sobre Jesús. Cuando en la hora
de la pasión, Pilatos manda Jesús donde Herodes para que investigue sobre él,
Jesús no le da ninguna respuesta (Lc 23,9). Herodes no merecía respuesta.
• De padre en hijo. Hay veces en que
se confunden los tres Herodes que vivieron en aquella época, pues los tres
aparecen en el Nuevo Testamento con el mismo nombre: a) Herodes, llamado el
Grande, gobernó sobre Palestina del 37 al 4 antes de Cristo. Aparece en el
nacimiento de Jesús (Mt 2,1). Mató a los niños de Belén (Mt 2,16). b) Herodes,
llamado Antipas, gobernó sobre Galilea del 4 al 39 después de Cristo. Aparece
en la muerte de Jesús (Lc 23,7). Mató a Juan Bautista (Mc 6,14-29). c) Herodes,
llamado Agripa, gobernó sobre toda Palestina del 41 al 44 después de Cristo.
Aparece en los Hechos de los Apóstoles (Hec 12,1.20). Mató al apóstol Santiago
(He 12,2).
Cuando Jesús tenía más o menos cuatro
años, murió el rey Herodes. Aquel que mató a los niños de Belén (Mt 2,16). Su
territorio fue dividido entre los hijos. Arquéalo, uno de sus dos hijos,
recibió el gobierno sobre la Judea. Era menos inteligente que el padre, pero
más violento. Solamente en su toma de posesión fueron masacradas casi 3000
personas, ¡en la plaza del Templo! El evangelio de Mateo informa que María y
José, cuando supieron que este Arquéalo había asumido el gobierno de Judea,
tuvieron miedo de volver por allá y fueron a morar en Nazaret, en Galilea (Mt
2,22), gobernada por otro hijo de Herodes, llamado Herodes Antipas (Lc 3,1).
Este Antipas quedó en el poder por más de 40 años. Durante los treinta y tres
años que Jesús vivió nunca huno cambios en el gobierno de Galilea.
Herodes el Grande, el padre de
Herodes Antipas, había construido la ciudad de Cesaréa Marítima, inaugurada en
el año 15 antes de Cristo. Era el nuevo puerto de desagüe de los productos de
la región. Debía competir con el gran puerto de Tiro en el Norte, y así ayudar
para el fomento del comercio en Samaria y en Galilea. Por esto, desde los
tiempos de Herodes el Grande, la producción agrícola en Galilea empezaba a
orientarse no más a partir de las necesidades de las familias, como era antes,
sino desde las exigencias de mercado. Este proceso de cambio en la economía
continuó durante todo el gobierno de Herodes Antipas, más de cuarenta años, y
encontró en él a un organizador eficiente. Todos estos gobernantes estaban bajo
dueño. Quien mandaba e Palestina, desde el 63 antes de Cristo, era Roma, el
Imperio.
4) Para la reflexión
personal
• Tengo que preguntarme siempre:
¿quién es Jesús para mí?
• Herodes quiere ver a Jesús. Era
curiosidad morbosa y supersticiosa. Otros quieren ver a Jesús, porque quieren
encontrar un sentido a la vida. Y ¿qué motivación tengo que me empuja a ver y a
encontrar a Jesús?
5) Oración final
Sácianos de tu amor por la mañana,
y gozaremos y cantaremos de por vida.
Alégranos por los días que nos
humillaste,
por los años en que conocimos la
desdicha. (Sal 90,14-15)
Orden de los Carmelitas
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