¡Amor
y paz!
Jesús
anuncia sus discípulos que dentro de
poco ya no lo volverán a ver. ¿Cómo no sentir tristeza? Sin embargo, agrega que
poco después lo volverán a ver. ¿Cómo no sentir incertidumbre? El Señor les
aclara, entonces, que mientras el mundo se alegrará, ellos llorarán y estarán tristes,
pero que su tristeza se convertirá en gozo.
La idea es que no perdamos la fe, aunque Jesús nos parezca distante; que no desfallezcamos, aunque Él nos parezca ausente...
¡Bendita la soledad,
si -en medio del mundo- con ella estamos en Dios!
si -en medio del mundo- con ella estamos en Dios!
¡Bendita la fe,
puerta de entrada de Dios en nuestra morada, hecha morada suya!
puerta de entrada de Dios en nuestra morada, hecha morada suya!
¡Bendita la esperanza
del que camina –alegre, sufriente, desprendido- en manos del Señor!
del que camina –alegre, sufriente, desprendido- en manos del Señor!
¡Bendito el amor
que en presencia o ausencia del amado siempre permanece fiel!
que en presencia o ausencia del amado siempre permanece fiel!
Los
invito, hermanos, a leer el Evangelio el
comentario, en este jueves de la VI
Semana de Pascua.
Dios
los bendiga…
Evangelio
según San Juan 16,16-20.
Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver". Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: "¿Qué significa esto que nos dice: 'Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver' ¿Y qué significa: 'Yo me voy al Padre'?". Decían: "¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir". Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: "Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: 'Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.
Comentario
En
esta despedida de Jesús, les hace ver de nuevo a sus discípulos el contraste
entre la vida cristiana y la vida del mundo: “Ustedes se entristecerán y el
mundo se alegrará con mi partida”. Y es que la cultura moderna nos propone como
la verdadera fuente de la felicidad un mundo sin Dios, en donde cada uno puede
regir su vida como mejor le parezca. Los cristianos, por el contrario, hemos
entendido que la vida sin Dios es caos, destrucción, angustia y soledad.
Por
ello, la lucha en nuestro corazón continúa, pues no faltan las invitaciones a
vivir, si no toda nuestra vida, sí muchas situaciones particulares (fiestas,
negocios, relaciones en el noviazgo o el matrimonio, etc.) al margen de Dios.
Si por nuestra debilidad nos hemos dejado llevar por estas invitaciones, ¡Ánimo!,
el Señor no nos ha abandonado; y si te sientes ahorita triste y desanimado
porque tu vida atraviesa por un periodo en donde no sientes la cercanía de Dios
¡Ánimo! Jesús prometió que tu tristeza se convertirá en gozo… Y Jesús no miente. ¡Ten fe!
Que la resurrección de Cristo, llene de amor tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús
Pbro. Ernesto María Caro
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