¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el
comentario, en este jueves de la 1ª semana de Adviento.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Mateo 7,21.24-27
Lectio
Jueves,
5 de diciembre de 2019
1) Oración inicial
Despierta
tu poder, Señor, y ven a socorrernos con tu fuerza; que tu amor y tu perdón
apresuren la salvación que retardan nuestros pecados. Por nuestro Señor
Jesucristo. Amen.
2) Lectura
Del santo
Evangelio según Mateo 7,21.24-27
«No todo el que me diga: `Señor, Señor', entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
«Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»
3) Reflexión
El
evangelio de hoy cuenta la parte final del Sermón de la Montaña. El Sermón de
la Montaña es una nueva lectura de la Ley de Dios. Empieza con las
bienaventuranzas (Mt 5,1-12) y termina con la casa construida sobre la roca.
• Se trata
de adquirir la verdadera sabiduría. La palabra de Dios,
expresada en la ley de Dios, es fuente de salvación. La verdadera sabiduría
consiste en sentir y practicar la Palabra de Dios (Lc 11,28). No basta decir
“¡Señor, Señor!” Lo importante no es decir unas bonitas palabras sobre Dios,
sino hacer la voluntad del Padre y ser una revelación de su amor y de su
presencia en el mundo.
• Quien
escucha y practica la palabra construye la casa sobre roca. La solidez no viene
de la casa en sí, sino del terreno, de la roca. ¿Qué significa la roca? Es la
experiencia del amor de Dios revelado en Jesús (Rom 8,31-39). Hay personas que
practican la palabra para poder merecer el amor de Dios. Pero el amor no se
compra, ni se merece (Cnt 8,7). El amor de Dios se recibe gratuitamente.
Ponemos en práctica la Palabra no para merecer el amor, sino para decir gracias
por el amor recibido. He aquí la buena tierra, la roca, que da seguridad a la
casa. ¡La verdadera seguridad viene de la certeza del amor de Dios! Es la roca
que sostiene en los momentos de dificultad y de tormenta.
• El
evangelista termina el Sermón del Monte (Mt 7,27-28) diciendo que la multitud
queda admirada por la enseñanza de Jesús, ya que “enseñaba con autoridad y no
como los escribas". El resultado de la enseñanza de Jesús es la conciencia
crítica de la gente ante las autoridades religiosas de la época. Admirada y
agradecida, la gente aprueba las preciosas enseñanzas de Jesús, que son
diversas.
4) Para la reflexión personal
• ¿Soy de
los que dicen “Señor, Señor”, o de los que ponen en práctica la palabra?
• ¿Observo
la ley para merecer el amor y la salvación o para dar gracias a Dios por su
amor y su salvación?
5) Oración final
¡Alabad al
Señor, todas las naciones,
ensalzadlo, pueblos todos!
Pues sólido es su amor hacia nosotros,
la lealtad del Señor dura para siempre. (Sal 117)
ensalzadlo, pueblos todos!
Pues sólido es su amor hacia nosotros,
la lealtad del Señor dura para siempre. (Sal 117)
Orden de los Carmelitas
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