¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, e este viernes de la 31a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 16,1-8
Lectio
Viernes,
8 noviembre , 2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
Señor de poder y de
misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor tuyo el
servicio de tus fieles; concédenos caminar sin tropiezos hacia los bienes que
pos prometes. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Lucas 16,1-8
Decía también a sus
discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron
ante él de malbaratar su hacienda. Le llamó y le dijo: `¿Qué oigo decir de ti?
Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo.' Se dijo
entre sí el administrador: `¿Qué haré ahora que mi señor me quita la
administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a
hacer, para que cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas. '«Y
llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: `¿Cuánto
debes a mi señor?' Respondió: `Cien medidas de aceite.' Él le dijo: `Toma tu
recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.' Después dijo a otro: `Tú,
¿cuánto debes?' Contestó: `Cien cargas de trigo.' Dícele: `Toma tu recibo y
escribe ochenta.'«El señor alabó al administrador injusto porque había obrado
con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase
que los hijos de la luz.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy
nos presenta una parábola que trata de la administración de los bienes y que
encontramos sólo en el evangelio de Lucas. Se la conoce como La parábola del
administrador deshonesto. Parábola desconcertante. Lucas dice: “El Señor alabó
al administrador injusto porque había obrado con sagacidad”. El Señor es Jesús
mismo y no el administrador. ¿Cómo es que Jesús puede elogiar a un empleado
corrupto?
• Lucas 16,1-2: El
administrador es amenazado de despido. “Había un hombre rico que tenía un
administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda. Le llamó y le
dijo: ` ¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no
seguirás en el cargo.'” El ejemplo, sacado del mundo del comercio y del
trabajo, habla por sí solo. Alude a la corrupción que existía. El dueño
descubrió la corrupción y decidió despedir al administrador deshonesto. Este,
de repente, se ve en una situación de emergencia y obligado por las
circunstancias imprevistas a encontrar una salida para poder sobrevivir. Cuando
Dios se hace presente en la vida de una persona, allí, de repente, todo cambia
y la persona entra en una situación de emergencia. Tendrá que tomar una
decisión y encontrar una salida.
• Lucas 16,3-4: ¿Qué
hacer? ¿Qué salida tomar? “Se dijo entre sí el administrador: ¿Qué haré ahora
que mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da
vergüenza”. Y empieza a reflexionar para descubrir una salida. Analiza, una por
una, las posibles alternativas: cavar o trabajar la piedra para sobrevivir,
pero para esto no tiene fuerzas. Mendigar le da vergüenza. Analiza las cosas.
Calcula bien las posibles alternativas. “Ya sé lo que voy a hacer, para que
cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas”. Se trata de
garantizar su futuro. El administrador deshonesto es coherente con su modo de
pensar y de vivir.
• Lucas 16,5-7:
Realización de la solución encontrada. “Y llamando uno por uno a los deudores
de su señor, dijo al primero: ` ¿Cuánto debes a mi señor?' Respondió: `Cien
medidas de aceite.' Él le dijo: `Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe
cincuenta.' Después dijo a otro: `Tú, ¿cuánto debes?' Contestó: `Cien cargas de
trigo.' Dícele: `Toma tu recibo y escribe ochenta. ". Dentro de su total
falta de ética el administrador fue coherente. El criterio de su acción no es
la honestidad y la justicia, ni el bien del dueño de quien va a depender para
vivir y sobrevivir, sino su propio interés. El quiere la garantía de tener a
alguien que lo reciba en su casa.
• Lucas 16,8: El Señor
elogió al administrador deshonesto. Y ahora viene la conclusión desconcertante:
“El Señor alabó al administrador injusto porque había obrado con sagacidad,
pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos
de la luz.” La palabra Señor se refiere a Jesús y no al dueño, al hombre rico.
Este jamás alabaría a un empleado deshonesto con él en el servicio y que ahora,
roba más de 50 barriles de aceite y 20 sacos de trigo. En la quién alaba es
Jesús. Y Jesús no alaba el robo, sino la presencia de espíritu del
administrador. Sabe calcular bien las cosas y sabe encontrar una salida, cuando
de repente se ve sin trabajo. Así, como los hijos de este mundo saben ser
expertos en sus cosas, así los hijos de la luz deben aprender de ellos a ser
expertos en la solución de sus problemas, usando los criterios del Reino y lo
los criterios de este mundo. “Sean expertos como las serpientes y simples como
las palomas” (Mt 10,16).
4) Para la reflexión personal
• ¿Soy coherente?
• ¿Cuál es el criterio
que uso en la solución de mis problemas?
5) Oración final
Una cosa pido al
Señor,
es lo que ando
buscando:
morar en la Casa del
Señor
todos los días de mi
vida,
admirar la belleza del
Señor
contemplando su
templo. (Sal 27,4)
Orden de los Carmelitas
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