¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes
de la 21a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 23,13-22
Lectio
Lunes, 26 Agosto ,
2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que unes
los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo el amor a
tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las
vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría.
Por nuestro Señor.
2) Lectura del
Evangelio
Del
Evangelio según Mateo 23,13-22
«¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los
Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les
dejáis entrar.
«¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un
prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que
vosotros!
«¡Ay de vosotros,
guías ciegos, que decís: ` Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si
jura por el oro del Santuario, queda obligado!' ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es
más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? Y también: `Si
uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está
sobre él, queda obligado.' ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el
altar que hace sagrada la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él
y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el Santuario, jura por él y por
Aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por
Aquel que está sentado en él.
3) Reflexión
• Los próximos tres
días vamos a meditar el discurso que Jesús pronunció criticando a los doctores
de la ley y a los fariseos, llamándolos hipócritas. En el evangelio de hoy (Mt
23,13-22), Jesús pronuncia contra ellos cuatro ‘ay’ o plagas. En el evangelio
de mañana se añaden otros dos (Mt 23,23-26), y en evangelio de pasado mañana
otros dos (Mt 23,27-32). En todo ocho ‘ay’ o plagas contra los líderes
religiosos de la época. Son palabras muy duras. Al meditarlas, tengo que pensar
en los doctores y en los fariseos del tiempo de Jesús, pero también y sobre
todo en el hipócrita que hay en mí, en nosotros, en nuestra familia, en nuestra
Iglesia, en la sociedad de hoy. Vamos a mirar en el espejo del texto para
descubrir lo que existe de errado en nosotros.
• Mateo 23,13: El primer ‘ay’ contra los que
cierran la puerta del Reino. “Que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos!
Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis
entrar”. ¿Cómo cierran el Reino?
Presentando a Dios como un juez severo, dejando poco espacio a la misericordia.
Imponiendo en nombre de Dios leyes y normas que no tienen nada que ver con los
mandamientos de Dios, falsificando la imagen del Reino y matando en los otros
el deseo de servir a Dio y el Reino. Una comunidad que se organiza alrededor de
este falso dios “no entra en el Reino”, ni es expresión del Reino, e impide que
sus miembros entren en el Reino.
• Mateo 23,14: El segundo ‘ay’ contra los que usan
la religión para enriquecerse. Ustedes explotan a las viudas, y roban en sus
casas y, para disfrazar, hacen largas oraciones! Por esto, ustedes van a
recibir una condena muy severa”. Jesús
permite que los discípulos vivan del evangelio, pues dice que el obrero merece
su salario (Lc 10,7; cf. 1Cor 9,13-14), pero usar la oración y la religión como
medio para enriquecerse, esto es hipocresía y no revela la Buena Nueva de Dios.
Transforma la religión en un mercado. Jesús expulsa a los comerciantes del
Templo (Mc 11,15-19) citando a los profetas Isaías y Jeremías: “Mi casa es casa de oración para
todos los pueblos y ustedes la han transformado en una cueva de ladrones” (Mc 11,17; cf. Is 56,7; Jr 7,11)). Cuando el mago
Simeón quiso comprar el don del Espíritu Santo, Pedro lo maldijo (Hec 8,18-24).
Simón recibió la “condena más severa” de la que Jesús habla en el evangelio de
hoy.
• Mateo 23,15: El tercero ‘ay’ contra los que hacen
proselitismo. “Ustedes que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y,
cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!”. Hay personas que se hacen misioneros y
misioneras y anuncian el evangelio no para irradiar la Buena Nueva del amor de
Dios, sino para atraer a otros a su grupo o a su iglesia. Una vez, Juan
prohibió a una persona el que usara el nombre de Jesús porque no formaba parte
de su grupo. Jesús respondió: “No se lo impidáis. Pues el que no está contra nosotros, está
por nosotros” (Mc 9,39). El
documento de la Asamblea Plenaria de los obispos de América Latina, se realizó
en el mes de mayo de 2008, en Aparecida, Brasil, bajo el título: “¡Discípulos y misioneros de
Jesucristo, para que en él nuestros pueblos tengan vida!” Es decir que el objetivo de la misión no es para
que los pueblos se vuelvan católicos, ni para hacer proselitismo, sino para que
los pueblos tengan vida, y vida en abundancia.
• Mateo
23,16-22: El
cuarto ‘ay’ contra los que viven haciendo juramento. “Ustedes dicen: ' Si uno
jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario,
queda obligado!”. Jesús hace un
largo razonamiento para mostrar la incoherencia de tantos juramentos que la
gente hacía o que la religión oficial mandaba hacer: juramento por el oro del
templo o por la ofrenda que está sobre el altar. La enseñanza de Jesús,
indicada en el Sermón de la Montaña, es el mejor comentario del mensaje del
evangelio de hoy: “Pues
yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de
Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén,
porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a
uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje:
`Sí, sí' `no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno” (Mt 5,34-37).
4) Para la reflexión
personal
• Son cuatro ‘Ay’ o
cuatro plagas, cuatro motivos para recibir la crítica severa de parte de Jesús.
¿Cuál de las cuatro críticas cabe en mí?
• Nuestra Iglesia, ¿se
merece hoy estos ‘ay’ de parte de Jesús?
5) Oración final
¡Cantad al Señor un
nuevo canto,
canta al Señor, tierra
entera,
cantad al Señor,
bendecid su nombre! (Sal 96,1-2)
Orden de los Carmelitas
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