¡Amor y paz!
Los invito,
hermanos, a leer y meditar el Evangelio, cuando celebramos en Colombia la
fiesta de los santos Felipe y Santiago apóstoles.
Dios nos bendice...
Lectio Lectio: San Felipe y Santiago ap. - Jn. 14:6-14
Lectio
Sábado, 4 May , 2019
1) Oración inicial
Tu Hijo, Señor,
después de subir al cielo, envió sobre los apóstoles el Espíritu Santo, que
había prometido, para que penetraran en los misterios del reino; te pedimos que
repartas también entre nosotros los dones de este mismo Espíritu. Por nuestro
Señor.
2) Lectura
Del
santo Evangelio según Juan 14,6-14
Le dice Jesús: «Yo soy
el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.
Si me conocéis a mí,
conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.» Le
dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Le dice Jesús: «¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que
yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las
digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las
obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las
obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que
pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy,
fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago, es el mismo que meditamos durante la
cuarta semana de Pascua, cuando el apóstol Felipe pide a Jesús: “Muéstranos al
Padre y esto nos basta”.
• Juan 14,6: Yo
soy el camino, la verdad y la vida. Tomás había preguntado: "Señor,
no sabemos a dónde vas. ¿Cómo podemos conocer el camino?” Jesús
responde: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre
sino por mí”. "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al
Padre sino por mí”. Tres palabras importantes. Sin un camino, no se
anda. Sin verdad, no se acierta. Sin vida, sólo ¡hay muerte! Jesús
explica el sentido. El es el camino, porque
"¡nadie viene al Padre sino por mí!" Pues, él es la puerta por donde
las ovejas entran y salen (Jn 10,9). Jesús es la verdad,
porque mirándole a él, estamos viendo la imagen del Padre. "¡Si vosotros
me conocierais, conoceríais también al Padre!" Jesús es la vida, porque caminando como Jesús caminó, estaremos unidos al Padre y
tendremos la vida en nosotros.
• Juan
14,7: Conocer a Jesús es conocer al Padre. Tommaso preguntó:
"Señor, no sabemos dónde vas. ¿Cómo podemos conocer la calle?" Jesús
contesta: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre
sino por mí." Y añade: “Si me conocéis a mí, conoceréis también
a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto”. Jesús habla
siempre del Padre, pues el Padre era su vida y transparenta en todo lo que
Jesús hace y dice. Esta referencia constante al Padre provoca la pregunta de
Felipe, cuya fiesta celebramos hoy.
• Juan
14,8-11: Felipe pregunta: "Muéstranos al Padre, ¡y esto nos
basta!" Ver y experimentar al Padre era el deseo de los discípulos;
era el deseo de muchas personas en las comunidades del Discípulo Amado de Asia
Menor y, hasta hoy, continúa siendo el deseo de muchos de nosotros. ¿Cómo
experimentar la presencia del Padre de la que tanto habla Jesús? La respuesta
de Jesús es muy bonita y vale hasta hoy: "Felipe, ¿tanto tiempo hace
que estoy con vosotros y no me conoces? ¡El que ha visto a mi, ha visto al
Padre!" La gente no debe pensar que Dios está lejos de nosotros, como
alguien distante y desconocido. Aquel que quiere saber cómo y quién es Dios
Padre, basta que mire a Jesús. El lo ha revelado en las palabras y en los
gestos de su vida. "¡El Padre está en mi, e yo estoy en el Padre!" A
través de su obediencia, Jesús está totalmente identificado con el Padre. En
cada momento él hacía lo que el Padre le mostraba para que lo hiciera (Jn 5,30;
8,28-29.38). Por esto, en Jesús ¡todo es revelación del Padre! ¡Y los signos o
las obras de Jesús son obras del Padre! Como dice la gente: "¡El hijo es
la cara del padre!" En Jesús y por Jesús, Dios está en medio de nosotros.
• Juan
14,12-14: Promesa de Jesús. Jesús hace una promesa para decir que la
intimidad con el Padre no es privilegio sólo de él, sino que es posible para
todos y todas aquellos que creen en él: El que crea en mí, hará él también
las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo
que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré. Nosotros también, a
través de Jesús, podemos llegar a hacer cosas bonitas para los demás como las
hacía Jesús para la gente de su tiempo. El intercederá por nosotros. Todo lo
que la gente le pide, él lo va a pedir al Padre, y lo conseguirá, siempre que
sea para servir. Jesús es nuestro defensor. El se va pero no nos deja sin
defensa. Promete que va a pedir al Padre que mande a otro defensor o
consolador, al Espíritu Santo (Jn 14,15-17). Jesús llega a decir que el precisa
irse ahora, pues, de lo contrario, el Espíritu Santo no podrá venir (Jn 16,7).
El Espíritu Santo realizará las cosas de Jesús en nosotros, si observamos el
gran mandamiento de la práctica del amor.
4) Para la reflexión
personal
• Jesús es el camino,
la verdad y la vida. Sin camino, sin verdad y sin vida no se vive. Trata de
dejar penetrar esto en tu conciencia.
• Dos preguntas
importantes: ¿Quién es Jesús para mí? ¿Quién soy yo para Jesús?
5) Oración final
Los cielos cuentan la
gloria de Dios,
el firmamento anuncia
la obra de sus manos;
el día al día comunica
el mensaje,
la noche a la noche le
pasa la noticia. (Sal 19,2-3)
Orden
de los Carmelitas
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