¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la 4a semana
de Pascua.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Juan 14,7-14
Lectio
Sábado, 18 May ,
2019
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y
eterno, concédenos vivir siempre en plenitud el misterio pascual, para que,
renacidos en el bautismo, demos fruto abundante de vida cristiana y alcancemos,
finalmente, las alegrías eternas. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Juan 14,7-14
Si me conocéis a mí,
conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.» Le
dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta.» Le dice Jesús: «¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo
estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo
por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las
obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las
obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que
pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
3) Reflexión
• Juan 14,7: Conocer a
Jesús es conocer al Padre. El texto del evangelio de hoy es una continuación
del de ayer. Tomás había preguntado: "Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo
podemos saber el camino?" Jesús respondió: "Yo soy el camino, la
verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Y añadió: “Si me conocéis a
mí, conoceréis también al Padre. Desde ahora lo conocéis y lo habéis
visto". Esta es la primera frase del evangelio de hoy. Jesús habla siempre
del Padre, pues todo lo que hablaba y hacía era transparencia de la vida del
Padre. Esta referencia constante al Padre provoca la pregunta de Felipe.
• Juan 14,8-11: Felipe
pregunta: "¡Muéstranos al Padre y nos basta!” Era el deseo de los
discípulos, el deseo de mucha gente en las comunidades del Discípulo Amado y es
el deseo de muchos de nosotros hoy: ¿cómo hace la gente para ver al Padre del
que Jesús habla tanto? La respuesta de Jesús es muy bonita y vale hasta hoy:
"¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y aún no me conoces, Felipe?
¡El que me ha visto a mí ha visto al Padre!" La gente no debe pensar que
Dios está lejos de nosotros, como alguien distante y desconocido. Quien quiere
saber cómo es y quién es Dios, basta que le mire a Jesús. El lo ha revelado en
las palabras y en los gestos de su vida. "¡El Padre está en mí y yo estoy
en el Padre!" A través de su obediencia, Jesús está totalmente
identificado con el Padre. En cada momento hacía lo que el Padre mostraba que
había que hacer (Jn 5,30; 8,28-29.38). Por esto, en Jesús, ¡todo es revelación
del Padre! Y las señales o las obras de Jesús ¡son obras del Padre! Como dice
la gente: "¡Este hijo le ha cortado la cara a su padre!" Por esto, en
Jesús y por Jesús, Dios está en medio de nosotros.
• Juan 14,12-14:
Promesa de Jesús. Jesús hace una promesa para decir que la intimidad que él
tiene con el Padre no es un privilegio que sólo le pertenece a él, sino que es
posible para todos aquellos que creen en él. Nosotros también, a través de
Jesús, podemos llegar a hacer cosas bonitas para los demás como Jesús hacía
para la gente de su tiempo. El va a interceder por nosotros. Todo lo que la
gente le pide, él lo va a pedir al Padre y lo va a conseguir, con tal que sea
para servir. Jesús es nuestro defensor. El se va, pero no nos deja sin defensa.
Promete que va a pedir al Padre que envíe a otro defensor o consolador, el
Espíritu Santo. Jesús llega a decir que precisa irse ahora, porque, de lo
contrario, el Espíritu Santo no podrá venir (Jn 16,7). Es el Espíritu Santo el
que realizará las cosas de Jesús en nosotros, si actuamos en nombre de Jesús y
observamos el gran mandamiento de la práctica del amor.
4) Para la reflexión
personal
• Conocer a Jesús es
conocer al Padre. En la Biblia “conocer a una persona” no es una compensación
intelectual, sino que implica también una profunda experiencia de la presencia
de esta persona en la vida. ¿Conozco a Jesús?
• ¿Conozco al Padre?
5) Oración final
Los confines de la
tierra han visto
la salvación de
nuestro Dios.
¡Aclama al Señor, tierra entera,
gritad alegres,
gozosos, cantad! (Sal 98,3-4)
Orden de los Carmelitas
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