¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario,
en este miércoles
de la 1ª semana de Cuaresma.
Dios
nos bendice....
Primera lectura
Lectura de la profecía
de Jonás (3,1-10):
EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.
Palabra de Dios
EL Señor dirigió la palabra a Jonás:
«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:
«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:
«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 50,3-4.12-13.18-19
R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
R/. Un corazón quebrantado y humillado,
tú, Dios mío, no lo desprecias
V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.
V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.
V/. Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
El sacrificio agradable a Dios
es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (11,29-32):
EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,
y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor
Comentario
1.1 Es humillante
y doloroso darse cuenta de un error y por eso nuestro ego suele resistirse a
reconocer sus fallas. A través de disculpas o de intentar echar la culpa a
otros pretendemos ocultar nuestras equivocaciones. A menudo este proceder
conduce a que sean maltratados inocentes y a que nosotros mismos multipliquemos
nuevas fallas y desaciertos.
1.2 En
realidad el camino más sencillo para librarse de los errores es reconocerlos.
He leído que el empresario más rico del mundo actualmente, Bill Gates, tiene
como estrategia difundir con rapidez y precisión de los errores que aparecen en
los productos de Microsoft o en sus métodos de mercadeo.
1.3 La
idea es que cuando algo sale mal todo el mundo en la empresa debe saber que eso
salió mal y debe enterarse de por qué salió mal. Sin embargo, el énfasis nunca
está en quién fue el "culpable" pues no se trata de un ejercicio de
justicia sino de una política de entrenamiento continuo. Es como poner a todo
Microsoft a aprender todos los días cómo hacer las cosas mejor por vía de
reconocer con honesta sencillez qué salió mal.
1.4 El
fruto de esta estrategia de Gates es notable: todo el mundo, también yo, tiene
algo qué criticarle a Microsoft y sus productos, pero ello no exaspera a este
genio de los sistemas, pues su actitud de mantenerse rectificando el camino
SIEMPRE convierte cada crítica en una oportunidad.
1.5 Tal
vez no sobre aclarar que mi admiración por este aspecto de la vida de Bill
Gates no me hace menos crítico de muchas otras cosas de su modo de obrar y de enriquecerse.
Pero nada nos impide aprender de aquellos con los que no estamos de acuerdo
incluso en cosas esenciales.
2.
Hacer penitencia
2.1 La
cuaresma quiere que hagamos el ejercicio honesto de rectificar nuestros caminos
reconociendo nuestros errores. Mas además del reconocimiento de errores hay
algo que se nos invita a hacer: penitencia.
2.2 La
penitencia es uno de los conceptos de más difícil comprensión para nuestra
época. Habla tú de penitencia y la gente creerá que estás contando historias de
mentes enfermizas, almas masoquistas o clérigos de oscuras tendencias sádicas.
La morbosidad ronda al tema de la penitencia y crea una nube pegajosa que no
nos deja reconocer la belleza que también tiene este aspecto de la vida
cristiana.
2.3 Hacer
penitencia es al alma lo que un gimnasio es para el cuerpo. ¿Has visto la cara
que hace la gente mientras levanta pesas o estira durísimos resortes? No son
rostros sonrientes y tranquilos, sino imágenes de un esfuerzo tenaz y a veces
incluso de dolor. Pero ese dolor tiene un sentido, que es la reforma del
cuerpo. Después de esas "torturas" repetidas durante días o semanas,
van desapareciendo las formas indeseables y el cuerpo adquiere el perfil que se
quería.
2.4 Algo así es la penitencia para el alma: a través del dominio de
nosotros mismos nos volvemos escultores de nuestra vida y recuperamos posesión
de nuestros sentidos y emociones. El ayuno, así como otras formas de
penitencia, son un verdadero gimnasio en el que alcanzamos belleza no para este
mundo sino para la eternidad.
http://fraynelson.com/homilias.html.
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