viernes, 14 de mayo de 2010

‘COMO EL PADRE ME AMÓ, TAMBIÉN YO LOS HE AMADO A USTEDES’

¡Amor y paz!

Hoy, la Iglesia recuerda el día en el que los Apóstoles escogieron a aquel discípulo de Jesús que tenía que substituir a Judas Iscariote.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este Viernes de la 6ª. Semana de Pascua, en que la Iglesia celebra la fiesta de San Matías apóstol.

Dios los bendiga…

Evangelio según San Juan 15,9-17.

Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.


Comentario

En el Evangelio, Juan nos recuerda cómo Jesús nos llama personalmente a su seguimiento: “Ustedes no me eligieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes”.

El llamado de Jesús no es un asunto exclusivo de religiosos o religiosas, presbíteros, diáconos o personas excesivamente piadosas. Su llamado es una oportunidad para entablar amistad con él. Una amistad exigente y comprometida con la causa de Dios: el Reino. De este modo, ninguno que se sienta interpelado por Jesús, ya sea en la intimidad de su corazón o en el rostro de la gente miserable, tiene excusa para no seguirle. Jesús llama a todo ser humano capaz de comprometerse por hacer de este mundo un lugar digno para vivir.

La fiesta de Matías nos recuerda cómo el llamado de Jesús lo puede hacer la comunidad de creyentes. Por eso después de la venida del Espíritu Santo los evangelizadores ya no serían exclusivamente los apóstoles. Muchos hombres y mujeres de las más diversas nacionalidades y culturas fueron constituidos como mensajeros de la buena nueva.

Diario Bíblico. Cicla (Confederación Internacional Claretiana de Latinoamérica).
www.mercaba.org

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