¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, la manera de la lectio divina, en este jueves de la 25ª semana del Tiempo Ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice...
LectioDivina: Lucas 9,7-9
Lectio
Jueves, 24 septiembre de 2020
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a ti y al prójimo; concédenos cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas 9,7-9
Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba y estaba perplejo, porque
unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se
había aparecido, y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado.
Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo.¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales
cosas?» Y buscaba verle.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta la reacción de Herodes ante la predicación de Jesús. Herodes no sabe situar a Jesús. Había matado a Juan Bautista y ahora quiere ver a Jesús de cerca. En el horizonte despuntan amenazas.
• Lucas 9,7-8: ¿Quién es Jesús? El texto empieza con un balance de las
opiniones de la gente y de Herodes sobre Jesús. Algunos asociaban a Jesús con
Juan Bautista y Elías. Otros lo identificaban como Profeta, esto es, como
alguien que habla en nombre de Dios, que tiene el valor de denunciar las
injusticias de los poderosos y que sabe animar la esperanza de los pequeños. Es
el profeta anunciado en el Antiguo Testamento como un nuevo Moisés (Dt 18,15).
Son las misma opiniones que Jesús mismo recoge de los discípulos al
preguntarle: "¿Quién dice los demás que o soy?" (Lc 9,18). Las
personas trataban de comprender a Jesús desde lo que ellos mismos conocían
pensaban y esperaban. Trataban de enmarcarle dentro de los criterios familiares
del Antiguo Testamento, con sus profecías y esperanza, y de la Tradición de los
Antiguos, con sus leyes. Pero eran criterios insuficientes. Jesús no cabía allí
dentro, ¡era más grande!
• Lucas 9,9: Herodes quiere ver a Jesús. “Entonces Herodes dijo:
"A Juan, le decapité yo.¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?”
Y buscaba verle”. Herodes, hombre supersticioso y sin escrúpulos, reconoce ser
el asesino de Juan el Bautista. Ahora quiere ver a Jesús. Lucas sugiere así que
hay amenazas que empiezan a despuntar en el horizonte. Herodes no tuvo miedo de
matar a Juan Bautista. No lo tendrá tampoco a la hora de matar a Jesús. Cuando
le dijeron que Herodes trataba de hacerle preso, mandó a decirle: “«Id a decir
a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al
tercer día soy consumado.” (Lc 13,32). Herodes no tiene poder sobre Jesús.
Cuando en la hora de la pasión, Pilatos manda Jesús donde Herodes para que
investigue sobre él, Jesús no le da ninguna respuesta (Lc 23,9). Herodes no
merecía respuesta.
• De padre en hijo. Hay veces en que se confunden los tres Herodes que
vivieron en aquella época, pues los tres aparecen en el Nuevo Testamento con el
mismo nombre: a) Herodes, llamado el Grande, gobernó sobre Palestina del 37 al
4 antes de Cristo. Aparece en el nacimiento de Jesús (Mt 2,1). Mató a los niños
de Belén (Mt 2,16). b) Herodes, llamado Antipas, gobernó sobre Galilea del 4 al
39 después de Cristo. Aparece en la muerte de Jesús (Lc 23,7). Mató a Juan
Bautista (Mc 6,14-29). c) Herodes, llamado Agripa, gobernó sobre toda Palestina
del 41 al 44 después de Cristo. Aparece en los Hechos de los Apóstoles (Hec
12,1.20). Mató al apóstol Santiago (He 12,2).
Cuando Jesús tenía más o menos cuatro años, murió el rey Herodes.
Aquel que mató a los niños de Belén (Mt 2,16). Su territorio fue dividido entre
los hijos. Arquéalo, uno de sus dos hijos, recibió el gobierno sobre la Judea.
Era menos inteligente que el padre, pero más violento. Solamente en su toma de
posesión fueron masacradas casi 3000 personas, ¡en la plaza del Templo! El
evangelio de Mateo informa que María y José, cuando supieron que este Arquéalo
había asumido el gobierno de Judea, tuvieron miedo de volver por allá y fueron
a morar en Nazaret, en Galilea (Mt 2,22), gobernada por otro hijo de Herodes,
llamado Herodes Antipas (Lc 3,1). Este Antipas quedó en el poder por más de 40
años. Durante los treinta y tres años que Jesús vivió nunca huno cambios en el
gobierno de Galilea.
Herodes el Grande, el padre de Herodes Antipas, había construido la ciudad de Cesaréa Marítima, inaugurada en el año 15 antes de Cristo. Era el nuevo puerto de desagüe de los productos de la región. Debía competir con el gran puerto de Tiro en el Norte, y así ayudar para el fomento del comercio en Samaria y en Galilea. Por esto, desde los tiempos de Herodes el Grande, la producción agrícola en Galilea empezaba a orientarse no más a partir de las necesidades de las familias, como era antes, sino desde las exigencias de mercado. Este proceso de cambio en la economía continuó durante todo el gobierno de Herodes Antipas, más de cuarenta años, y encontró en él a un organizador eficiente. Todos estos gobernantes estaban bajo dueño. Quien mandaba e Palestina, desde el 63 antes de Cristo, era Roma, el Imperio.
4) Para la reflexión personal
• Tengo que preguntarme siempre: ¿quién es Jesús para mí?
• Herodes quiere ver a Jesús. Era curiosidad morbosa y supersticiosa. Otros quieren ver a Jesús, porque quieren encontrar un sentido a la vida. Y ¿qué motivación tengo que me empuja a ver y a encontrar a Jesús?
5) Oración final
Sácianos de tu amor por la mañana,
y gozaremos y cantaremos de por vida.
Alégranos por los días que nos humillaste,
por los años en que conocimos la desdicha. (Sal 90,14-15)
Orden de los Carmelitas
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