¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la
manera de la lectio divina, en este jueves de la 2ª semana del Tiempo
Ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Marcos
3,7-12
Lectio
Jueves, 23 de enero de 2020
Tiempo
ordinario
1) Oración inicial
Dios
todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente
la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en
tu paz. Por nuestro Señor. Amen.
2) Lectura
Del santo
Evangelio según Marcos 3,7-12
Jesús se
retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muchedumbre de
Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán,
de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran muchedumbre, al oír lo que hacía,
acudió a él. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le
prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos, de
suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle. Y los
espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies y gritaban: «Tú eres el
Hijo de Dios.» Pero él les mandaba enérgicamente que no le descubrieran.
3) Reflexión
• La
conclusión a la que se llega, al final de estos cinco conflictos (Mc 2,1 a
3,6), es que la Buena Nueva de Dios tal y como era anunciada por Jesús, decía
exactamente lo contrario de la enseñanza de las autoridades religiosas de la
época. Por esto, al final del último conflicto, se prevé que Jesús no va a
tener una vida fácil y será combatido. La muerte aparece en el horizonte.
Decidirán matarle (Mc 3,6). Sin una conversión sincera no es posible comprender
la Buena Nueva.
• Un
resumen de la acción evangelizadora de Jesús. Los versos del evangelio de hoy
(Mc 3,7-12) son un resumen de la actividad de Jesús y acentúan un enorme
contraste. Un poco antes, en Mc 2,1 hasta 3,6, se habla sólo de conflictos,
inclusive del conflicto de vida y muerte entre Jesús y las autoridades civiles
y religiosas de la Galilea (Mc 3,1-6). Y aquí en el resumen, parece lo
contrario: un movimiento popular inmenso, mayor que el movimiento de Juan
Bautista, porque llegaba gente no sólo de Galilea, sino también de Judea, de
Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de Tiro y de Sidón para
encontrarse con Jesús (Mc 3,7-12). Todos quieren verle y tocarle. Es tanta
gente y hasta Jesús queda preocupado. Corre el peligro de ser aplastado por la
gente. Por eso, pide a los discípulos que tengan a disposición una barca para
que la multitud no lo aplastara. Y desde la barca hablaba a la multitud. Eran
sobre todo excluidos y marginados que venían a él para que los sanara de sus
males: los enfermos y los poseídos. Estos que no eran acogidos en la
convivencia social de la sociedad de la época, son ahora acogidos por Jesús. He
aquí el contraste: por un lado el liderazgo religioso y civil que decide matar
a Jesús (Mc 3,6); por el otro un movimiento popular inmenso que busca en Jesús
la salvación. ¿Quién ganará?
• Los
espíritus impuros y Jesús. La insistencia de Marcos en la expulsión de los
demonios es muy grande. El primer milagro de Jesús es la expulsión de un
demonio (Mc 1,25). El primer impacto que Jesús causa en la gente es por causa
de la expulsión de los demonios (Mc 1,27). Una de las principales causas del
enfrentamiento de Jesús con los escribas es la expulsión de los demonios (Mc
3,22). El primer poder que los apóstoles van a recibir cuando son enviados en
misión, es el poder de expulsar los demonios (Mc 6,7). La primera señal que
acompaña el anuncio de la resurrección es la expulsión de los demonios (Mc
16,17). ¿Qué significa expulsar los demonios en el evangelio de Marcos?
• En el
tiempo de Marcos, el miedo a los demonios iba en aumento. Algunas religiones,
en vez de liberar a la gente, alimentaban el miedo y la angustia. Uno de los
objetivos de la Buena Nueva de Jesús era ayudar a la gente a que se liberara de
este miedo. La llegada del Reino de Dios significó la llegada de un poder más
fuerte. Jesús es “el hombre más fuerte” que llegó para someter a Satanás, el
poder del mal, y sustraer de sus garras a la humanidad presa del miedo (Mc
3,27). Por esto, Marcos insiste tanto, en la victoria de Jesús sobre el poder
del mal, sobre el demonio, sobre Satanás, sobre el pecado y sobre la muerte.
Desde el principio hasta el fin, con palabras casi iguales, repite el mismo
mensaje: “¡Jesús expulsaba a los demonios!” (Mc 1,26.27.34.39; 3,11-12.15.22.30;
5,1-20; 6,7.13; 7,25-29; 9,25-27.38; 16,9.17). ¡Parece como un refrán! Hoy, en
vez de usar siempre las mismas palabras preferimos usar palabras diferentes.
Diríamos: “¡El poder del mal, Satanás, que infundió miedo entre la gente, Jesús
lo venció, lo dominó, lo sometió, lo destronó, lo derribó, lo echó, lo eliminó,
lo exterminó, lo aniquiló, lo abatió, lo destruyó y lo mató!” Lo que Marcos
quiere decirnos es lo siguiente: “A los cristianos está prohibido tener miedo a
Satanás!” Después de que Jesús resucitó, es una manía y falta de fe hacer
referencia a todas horas a Satanás, como si él tuviera algún poder sobre
nosotros. Insistir en el peligro de los demonios para llamar a la gente a que
vaya a las iglesias, es desconocer la Buena Nueva del Reino. ¡Es falta de fe en
la resurrección de Jesús!
4) Para una reflexión personal
¿Cómo
vives tu fe en la resurrección de Jesús? ¿Te ayuda a vencer el miedo?
• Expulsión de los demonios. ¿Cómo haces para neutralizar ese poder en tu vida?
• Expulsión de los demonios. ¿Cómo haces para neutralizar ese poder en tu vida?
5) Oración final
¡En ti gocen y se alegren
todos los que te buscan!
¡Digan sin cesar: «Grande es Señor»
los que ansían tu victoria! (Sal 40,17)
todos los que te buscan!
¡Digan sin cesar: «Grande es Señor»
los que ansían tu victoria! (Sal 40,17)
Orden de los Carmelitas
No hay comentarios:
Publicar un comentario