¡Amor y paz!
Los invito,
hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este viernes de la feria
privilegiada de Adviento, ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: Lucas 1,26-38
Lectio
Viernes, 20
Diciembre , 2019
1) Oración
inicial
Señor y Dios nuestro, a cuyo designio se sometió la
Virgen Inmaculada aceptando, al anunciárselo el ángel, encarnar en su seno a tu
Hijo; tú que la has transformado, por obra del Espíritu Santo, en templo de tu
divinidad, concédenos, siguiendo su ejemplo, la gracia de aceptar tus designios
con humildad de corazón. Por
nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Lucas 1,26-38
Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de
la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y, entrando, le dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» Ella se conturbó por estas
palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No
temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el
seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será
grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no
tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco
varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y
se le llamará Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un
hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era
estéril, porque no hay nada imposible para Dios.» Dijo María: «He
aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue.
3)
Reflexión
• La visita del ángel a María evoca las visitas de Dios a
varias mujeres del Antiguo Testamento: Sara, madre de Isaac (Gn 18,9-15), Ana,
madre de Samuel (1 Sam 1,9-18), la madre de Sansón (Jueces 13,2-5). A todas
ellas fue anunciado el nacimiento de un hijo con una misión importante en la
realización del plan de Dios.
• La narración empieza con una expresión “En el
sexto mes”. Es el sexto mes de embarazo para Isabel. La necesidad concreta
de Isabel, una mujer ya avanzada en edad que va a tener a su primer hijo, con
un parto a riesgo, es el telón de fondo de todo este episodio. Y ella lo
menciona al comienzo (Lc 1,26) y al final de la visita del ángel (Lc 1,36.39).
• El ángel le dice: “¡Alégrate!, ¡Llena de gracia! ¡El
Señor está contigo!” Palabras símiles fueron dichas a Moisés (Ex 3,12), a
Jeremías (Jr 1,8), a Jedeón (Jz 6,12) y a otras personas con una misión
importante en el plan de Dios. María se queda extrañada ante este saludo, y
tratar de saber el significado de aquellas palabras. Es realista. Quiere
entender. No acepta cualquier inspiración.
• El ángel responde: “¡No temas, María!” Como en la
visita del ángel a Zacarías, el ángel recuerda aquí que el primer saludo de Dios
es siempre: ”¡No temas!” Luego el ángel recuerda las
promesas del pasado que se cumplirán mediante el hijo que va a nacer y que debe
recibir el nombre de Jesús. Será llamado Hijo del Altísimo y en él
se realizará el Reino de Dios. Esta es la explicación del ángel para que María
no tenga miedo.
• María tiene conciencia de la misión que está recibiendo,
pero sigue siendo realista. No se deja embalar por la grandeza de la oferta y
mira su condición. Analiza la oferta a partir de los criterios que tiene a su disposición.
Humanamente hablando, no es posible: “¡Cómo podré ser madre si no tengo
relación con ningún hombre?”
• El ángel explica que el Espíritu Santo, presente en la
Palabra de Dios desde el día de la Creación (Génesis 1,2), consigue realizar
cosas que parecen imposibles. Por esto, el Santo que va a
nacer de María será llamado Hijo de Dios. El milagro se repite hoy.
Cuando la Palabra de Dios es acogida por los pobres, algo nuevo acontece por el
poder del Espíritu Santo. Algo tan nuevo y sorprendente como que un hijo va a
nacer de una virgen o un hijo va a nacer de una mujer ya entrada en edad como
Isabel, de la que todos decían que ¡no podía tener hijos! Y el ángel añade:
“¡Ahí tienes a tu parienta, Isabel: se encuentra ya en el sexto mes del
embarazo!”
• La respuesta del ángel aclara todo para María, y ella se
entrega: “¡He aquí la sierva del Señor! Hágase en mí según su Palabra”.
María usa para si el título de Sierva, sirvienta del Señor. Este título viene
de Isaías, que presenta la misión del pueblo no como un privilegio, sino como
un servicio a los otros pueblos (Is 42,1-9; 49,3-6). Más
tarde, Jesús definirá también su misión como un servicio: “No vine para
ser servido, sino para servir” (Mt 20,28). ¡Aprendió de su Madre!
Para la
reflexión personal
• ¿Qué es lo que más te llama la atención en la visita
del ángel Gabriel a María?
• Jesús elogió a su madre cuando dice: “Dichosos aquellos que oyen la Palabra y la ponen en práctica” (Lc 11,28). ¿Cómo se relacionó María con la Palabra de Dios durante la visita del ángel?
• Jesús elogió a su madre cuando dice: “Dichosos aquellos que oyen la Palabra y la ponen en práctica” (Lc 11,28). ¿Cómo se relacionó María con la Palabra de Dios durante la visita del ángel?
5) Oración
final
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y cuantos lo habitan,
pues él lo fundó sobre los mares,
lo asentó sobre los ríos. (Sal 24,1-2)
el orbe y cuantos lo habitan,
pues él lo fundó sobre los mares,
lo asentó sobre los ríos. (Sal 24,1-2)
Orden de los Carmelitas
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