¡Amor
y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la feria
privilegiada de Adviento, ciclo A.
Dios
nos bendice...
Lectio
Divina: Mateo 1,18-24
Lectio
Miércoles,
18 de diciembre de 2019
1)
Oración inicial
Concede, Señor, a los que vivimos oprimidos por la
antigua esclavitud del pecado, ser liberados por el nuevo y esperado nacimiento
de tu Hijo. Que vive y reina ....
2)
Lectura
Del santo Evangelio según Mateo 1,18-24
El origen de Jesucristo fue de esta manera: Su madre,
María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se
encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, que era justo,
pero no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado. Así lo tenía
planeado, cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José,
hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en
ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se
cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta: Ved que la
virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que
traducido significa: «Dios con nosotros». Despertado José del sueño, hizo como
el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.
3)
Reflexión
• En el Evangelio de Lucas, la historia de la infancia de
Jesús (capítulos 1 y 2 de Lucas) está centrada entorno a la persona de María. Aquí
en el Evangelio de Mateo, la infancia de Jesús (capítulos 1 y 2 de Mateo) está
centrada alrededor de la persona de Josés, el prometido esposo de María. José
era de la descendencia de David. A través de él Jesús pertenece a la raza de
David. Así, en Jerusalén, se realizan las promesas hechas por Dios a David y a
su descendencia.
• Como vimos en el evangelio de ayer, en la cuatro
mujeres compañeras de María, en la genealogía de Jesús, había algo anormal que
no estaba de acuerdo con las normas de la ley: Tamar, Raab, Ruth y Betsabé. El
evangelio de hoy nos muestra que también en María había algo anormal, contrario
a las leyes de la época. A los ojos del pueblo de Nazaret, ella se presentó
embarazada antes de convivir con José. Ni la gente, ni José, su futuro marido,
sabían el origen de su embarazo. Si José hubiese sido justo según
la justicia de los escribas y de los fariseos, hubiera tenido que denunciar a
María, y la pena para ella hubiera sido la muerte por apedreamiento.
• José era justo, ¡sí!, pero su justicia
era diferente. Ya antes él practicaba aquello que Jesús enseñaría más tarde:
“Si su justicia no supera la justicia de los escribas y de los fariseos, no
entraren en el Reino de los Cielos” (Mt 5,20). Por ello José, sin comprender
los hechos, decide despedirla en secreto.
• En la Biblia, el descubrimiento del llamado de Dios en
los hechos acontece de distintas formas. Por ejemplo, rumiando los hechos (Lc
2,19.51), a través de la meditación de la Biblia (At 15,15-19; 17,2-3), a
través de los ángeles (la palabra ángel significa
mensajero), che ayudan a descubrir el significado de los hechos (Mt 28,5-7).
José llegó a percibir el significado de lo que estaba ocurriendo a María a
través de un sueño. En el sueño un ángel se sirvió de la Biblia para aclarar el
origen del embarazo de María. Venía de la acción del Espíritu de Dios.
• Cuando para María todo fue claro, ella exclamó: “¡He
aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra!” Cuando para José
todo fue claro, tomó a María como su esposa, y fueron a vivir juntos. Gracias a
la justicia de José, María no fue apedreada y Jesús siguió viviendo en su seno.
4)
Para la reflexión personal
• A los ojos de los escribas, la justicia de
José sería una desobediencia. ¿Hay en esto un mensaje para nosotros?
• ¿Cómo descubre el llamado de la Palabra de Dios en los hechos de tu vida?
• ¿Cómo descubre el llamado de la Palabra de Dios en los hechos de tu vida?
5)
Oración final
Pues librará al pobre suplicante,
al desdichado y al que nadie ampara;
se apiadará del débil y del pobre,
salvará la vida de los pobres. (Sal 72.12-13)
al desdichado y al que nadie ampara;
se apiadará del débil y del pobre,
salvará la vida de los pobres. (Sal 72.12-13)
Orden
de los Carmelitas
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